Afectados por el cambio climático de 8 regiones de Perú llegan a Lima para dar sus testimonios en Audiencia Climática Nacional. Otras similares se han realizado en África (Uganda, Kenya, Malawy), Europa (Inglaterra).
15/10/2009. Ellos no son los responsables del cambio climático, sin embargo ya padecen de las consecuencias de este problema mundial. Pobladores de las zonas del Perú donde ya se sienten los efectos del cambio climático demandaron una indemnización a los países ricos responsables como Estados Unidos, China, la Unión Europea.
Cayetano Huanca, pequeño agricultor y alpaquero cusqueño explicó su caso. Él cuenta que es testigo de la deglaciación del nevado Ausangate, considerado por los pobladores de la zona como el ‘apu’ (cerro) sagrado de Cusco. Este nevado que está ubicado a 6372 metros sobre el nivel del mar, está retrocediendo y afectando con ello a la población aledaña pues importantes fuentes de agua se están perdiendo.
“El apu Ausangate antes era maravilloso, imponente. Antes era fuente del agua dulce, pero ahora está disminuyendo. Las lagunillas cercanas al Ausangate estaban llenas, ahora han bajado unos 50 centímetros, los ríos también…ese es el problema con la escasez de agua. Ya no hay nieve, ya no hay agua. Los puquios, los bofedales ya no son los mismos que antes eran”, comenta.
“Nosotros, las comunidades del campo no tenemos la culpa de este cambio de los climas”, advirtió durante la presentación de la Audiencia Nacional de Cambio Climático que se realizará el sábado 17 donde pobladores de varias regiones del Perú contarán cómo su entorno y sus vidas son afectadas por este problema global.
En ese sentido demandó “que los países industrializados nos indemnicen por contaminar”.
Así como Cayetano, estuvieron presentes otros afectados como la profesora Yolanda Lara de Chimbote quien habló de cómo el incremento del mar está perjudicando a las personas que viven en la zona marino costera de esa ciudad.
También intervino la agricultora Aidee Saavedra, de Piura, quien explicó cómo el excesivo calor y la inestabilidad de las lluvias perjudican los cultivos de mango y yuca. Además sostuvo que este impacto climático origina la aparición de plagas y enfermedades como el dengue.
Frank Boeren, coordinador de Oxfam Internacional (que impulsa al MOCICC), dijo al respecto que “quien contamina debe pagar y pagar sin trampas”.
En ese sentido estimó que las medidas para mitigar el cambio climático en Perú costarán entre 390 y 450 millones de dólares anuales desde ahora y hasta 2030.
Rocío Valdeavellano, coordinadora del MOCICC, explicó que los peruanos afectados demandan que su problemática sea escuchada en la cumbre de las Naciones Unidas sobre cambio climático que se realizará en diciembre en Copenhague (Dinamarca).
Ahí las naciones industrializadas (EEUU, China, Unión Europea, India) tendrán que comprometerse a reducir las emisiones que provocan el calentamiento global.
Por su parte, Héctor Béjar, del Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza (GCAP-Perú) advirtió que hay una relación directa entre pobreza y cambio climático, ya que las zonas más pobres del país son las que ya están padeciendo los impactos.
Audiencia de Cambio Climático
La Audiencia Nacional de Cambio Climático, donde se presentarán estos testimonios, es organizada por el Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCICC) el sábado 17 de octubre en el auditorio del Colegio de Jesús (av Brasil 2470, Pueblo Libre). Darán su testimonio personas de las regiones más impactadas por el cambio climático como Ancash (Huaraz y Chimbote), Cusco, Arequipa, Piura, Huancavelica, Cerro de Pasco así como de la Amazonía. También lo hará un poblador procedente de Lima.
Audiencias climáticas se han realizado en otros lugares del mundo como en África (Uganda, Kenya, Malawy), Europa (Inglaterra), impulsado por diversas organizaciones internacionales.
El cambio climático en el Perú
El Perú solo emite el 0.4% de gases del efecto invernadero (55% proveniente básicamente de la deforestación). Los países industrializados (Estados Unidos, Europa, Japón) y China son los responsables de producir la mayor cantidad (el 49.3%) de las emisiones que provocan el cambio climático.
El nuestro es uno de los países más vulnerables al cambio climático por la megadiversidad que posee. Inclusive un estudio del Tyndall Center for Climate Change Research concluyó en el 2006 que somos el tercer país más vulnerable al cambio climático después de Honduras y Bangladesh.
Minga Global por la Madre Tierra: 12 al 16 de octubre
COORDINADORA ANDINA DE ORGANZIACIONES INDÍGENAS – CAOI
Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina
Pueblos Indígenas: los más afectados y los más excluidos
Calentamiento global provoca graves impactos en la salud de las comunidades, que, sin embargo, son excluidas de los programas para enfrentar el cambio climático.
Impactos en la salud
La salud de nuestros pueblos indígenas de la región andina, especialmente aquellos que habitan en los ecosistemas de montaña, se ve afectada a causa de los fenómenos naturales atribuidos al cambio climático, como los friajes, heladas, sequías y precipitaciones. Se ha identificado que las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS) son la principal causa de muerte en las zonas alto andinas, especialmente de niños y ancianos, así como las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS) en las zonas más bajas.
Los EDAS tienen que ver con la cobertura de los servicios sanitarios para las poblaciones rurales en los países andinos. La cobertura del servicio de agua potable en Bolivia y Ecuador sólo alcanza el 37% y 39% respectivamente. Con respecto a la cobertura de saneamiento, el promedio regional para las zonas rurales es de 45%, destacando Colombia, Ecuador y Perú por una cobertura menor al promedio.
La helada es el estado del aire con temperaturas bajo cero y se presenta con mayor frecuencia en la sierra a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar, aunque también en zonas de menor altura, y el friaje es un fenómeno atmosférico producido por vientos helados de hasta 40 kilómetros por hora provenientes de la Antártida, que causan descensos bruscos de la temperatura. En las zonas altoandinas, al igual que la helada, el friaje que a veces se presenta con nevadas también afecta la agricultura y ganadería, así como la salud de las personas, debido a que aumenta el riesgo de IRAS como bronquitis y neumonías, sobre todo en los ancianos y menores de cinco años. Asimismo, incrementa los casos de ojos irritados y daños en el rostro y cuello por el reflejo de luz solar en la nieve.
En el Perú, la temperatura máxima normal anual (promedio de 30 años) a nivel nacional es de 32 ºC en la costa norte y la selva central. Mientras que la temperatura superior a 28 ºC se registra a lo largo de toda la costa. En el área andina predomina la temperatura máxima de 24 a 12 ºC. La temperatura mínima para la estación de invierno en la sierra oscila entre 12 y -12 ºC, concentrándose en regiones como Pasco, Junín, Huancavelica, Puno, Cusco, Arequipa, Moquegua y Tacna (sierra centro y sur), lo que causa la presencia de heladas cada vez más intensas y con una duración de casi todo el mes, las que se manifiestan entre los meses de abril y agosto, afectando la salud humana, la agricultura y la ganadería.
En este país la intensidad de las heladas y el friaje se han acentuado en la última década y han afectado las zonas donde se concentran nuestras comunidades indígenas entre el centro y sur andino. En el 2002 el área afectada por las bajas temperaturas comprendía 252 distritos, 57 provincias y 9 departamentos localizados principalmente en los departamentos de Puno, Cusco, Moquegua, Huancavelica, Arequipa, Apurímac, Tacna, Ayacucho y Junín. Sesenta personas fallecieron, 488,350 personas fueron afectadas, 1,074 personas damnificadas y se perdieron 27,320 hectáreas de cultivos.
Según el Ministerio de Salud, en el año 2004 las heladas ocasionaron a nivel nacional más de dos millones de casos de IRAS no neumónicas en niños menores de cinco años, y más de 31 mil casos de neumonías en este mismo grupo poblacional. En el mismo periodo se reportó la muerte de 410 menores de cinco años a causa de neumonía. En el 2007, las bajas temperaturas afectaron 10 departamentos del centro-sur andino desde abril hasta fines de septiembre.
En Ecuador, las intensas lluvias de enero a marzo de 2008 causaron inundaciones en provincias de la costa (Esmeraldas, Manabí, Guayas, El Oro y Los Ríos) y sierra (Cañar, Chimborazo, Cotopaxi, Bolívar, Azuay), afectando la población (500 mil afectados), la infraestructura (carreteras, puentes y sistema de abastecimiento de agua) y la agricultura (102 mil hectáreas dañadas). Con respecto a la salud, se reporta casos de dengue (clásico y hemorrágico) y hepatitis. Estas lluvias no tendrían relación con el fenómeno de El Niño.
En Bolivia, de enero a marzo de 2007 se registraron inundaciones a nivel nacional. Los departamentos afectados fueron Santa Cruz, Cochabamba, La Paz, Tarija, Potosí, Chuquisaca, Oruro, Beni y Pando. Las inundaciones, deslaves y crecidas de ríos fueron causados por fuertes precipitaciones registradas desde inicios de año, acompañadas de friajes y granizadas, afectando principalmente las zonas del altiplano y valles. Hubo más de 100 mil familias afectadas, la mitad de ellas indígenas del altiplano, y más de 81 mil hectáreas de cultivos afectados en este periodo. La situación en el 2006 fue similar, se afectó a 39 mil familias, la extensión de cultivos afectados llegó a 163 mil hectáreas y 2100 kilómetros de carreteras; las pérdidas fueron estimadas en 260 millones de dólares. Y hay una recurrente presencia de enfermedades como el dengue y la hepatitis.
En el Perú, la precipitación anual – periodo normal (setiembre – mayo) en el área andina varía entre 400 y 1400 mm. Las precipitaciones altas se registran en regiones como Junín, Huancavelica, Ayacucho, Cusco y Puno. En la amazonía la precipitación supera los 2800 mm. Durante el fenómeno El Niño 1997/1998 aumentaron las precipitaciones en la costa norte, donde la cantidad de lluvia acumulada fluctuó entre 2,000 y 4,000 mm, versus los 400 mm de lluvias de un período normal.
Entre enero y marzo de 2008, 23 de 25 regiones resultaron afectadas a consecuencia de intensas lluvias y fuertes vientos, que originaron huaycos, inundaciones por crecida de caudal de los ríos y deslizamientos de tierra, afectando y destruyendo viviendas de la población, entidades públicas, privadas, vías de comunicación, puentes, canales de irrigación y áreas de cultivo. La mitad de las regiones afectadas se ubica en el área andina. Por ejemplo, nuestras comunidades indígenas de las partes altas de Cusco (provincia de Espinar) y Apurímac (provincia de Chincheros) han sido afectadas por lluvias y granizadas.
En nuestros pueblos indígenas andinos, el tipo de vivienda y el material de que están construidas también son otro factor de vulnerabilidad. La mayoría de viviendas son de adobe, por lo cual las inundaciones y las lluvias intensas erosionan, humedecen sus bases y finalmente causan el derrumbe de las casas.
Grandes ausentes
El Protocolo de Kyoto establece compromisos y obligaciones para los Estados. En este marco, los Estados de los países de la CAN han elaborado planes y constituido instituciones para enfrentar el cambio climático, pero ninguno de ellos ha incluido a los pueblos indígenas y sus organizaciones en la formulación de planes ni el diseño de instituciones. Veamos:
• Bolivia ratificó la CMNUCC el 25 de julio de 1994 (Ley 1576) y a principios de 1995 creó el Programa Nacional de Cambios Climáticos, adscrito al Viceministerio de Planificación Territorial y Medio Ambiente del Ministerio de Planificación del Desarrollo, que es la autoridad nacional responsable de la formulación de políticas e implementación de acciones en materia de cambio climático, gestión de recursos, acciones de adaptación y comercio internacional de carbono con usos sostenibles. En 1999 constituyó el Consejo Interinstitucional sobre Cambio Climático como instancia de diálogo y concertación de los sectores sociales, gubernamentales y no gubernamentales, aunque no incluye representación indígena. Desde el 2002 viene funcionando la Oficina de Desarrollo Limpio, encargada de la evaluación técnica y promoción de proyectos de desarrollo limpio, en el mercado de reducción de emisiones de carbono bajo el Protocolo de Kyoto. Finalmente, ha aprobado la Estrategia Nacional de Implementación de la CMNUCC.
• Colombia ratificó la CMNUCC el 22 de marzo de 1995 y el Protocolo de Kyoto el 30 de noviembre de 2001. La autoridad ambiental encargada de actuar con relación al cambio climático es el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. En marzo de 1995 ratificó la CMNUCC y en agosto del 2002 creó el Grupo de Mitigación del Cambio Climático, encargado de promover proyectos al Mecanismo de Desarrollo Limpio. En agosto del 2003 creó el Comité Técnico Intersectorial de Mitigación de Cambio Climático, que funciona como instancia consultiva para la aprobación de proyectos de reducción de GEI. Participan diversos sectores, pero no los pueblos indígenas.
• Ecuador ratificó la CMNUCC el 23 de febrero de 1993 y el Protocolo de Kyoto el 13 de enero del 2000. La autoridad ambiental es el Ministerio del Ambiente. En 1999 creó el Comité Nacional sobre el Clima “con el objetivo central de establecer una plataforma política y operativa, requerida para el desarrollo, la concertación y la aplicación de estrategias y medidas” para la mitigación y adaptación al cambio climático. También constituyó la Corporación para la Promoción del Mecanismo del Desarrollo Limpio, una fundación de tipo público – privada, con participación de actores vinculados a diversos sectores de la industria, la agricultura y ONGs ambientalistas, pero sin participación de los pueblos indígenas.
• Perú ratificó la CMNUCC el 7 de junio de 1993 y el Protocolo de Kyoto el 12 de septiembre de 2002. La autoridad nacional designada fue el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), constituido en 1994, que contaba con una Unidad de Cambio Climático y Calidad del Aire encargada de ejecutar acciones referentes al cambio climático. En el 2003 aprobó la Estrategia Nacional sobre Cambio Climático (DS 086-2003-PCM). El 14 de mayo del 2008 creó el Ministerio del Ambiente (Decreto Legislativo 1013), el cual fusionó el CONAM y el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA). El 15 de mayo del 2009, el Ministerio del Ambiente instaló la Comisión Nacional de Cambio Climático, para “unir el trabajo que realizan las instituciones públicas y privadas en la mitigación del cambio climático” en el marco de la CMNUCC. Esta Comisión está integrada por representantes del gobierno central, de los gobiernos provinciales, del sector privado, de los colegios profesionales y de expertos en el tema. Los pueblos indígenas no fuimos invitados a participar.
En conjunto, los países miembros de la Comunidad Andina han tomado diversas iniciativas sobre el cambio climático. Ecuador, Perú y Bolivia, desde el 2006 vienen implementando el Proyecto Regional Andino de Adaptación al Cambio Climático (PRAA), financiado por el Fondo Global para el Medio Ambiente, cuyo objetivo es apoyar los esfuerzos regionales para la implementación de medidas de adaptación sobre los impactos previstos por el cambio climático en los Andes.
En Ecuador el PRAA realiza actividades de regulación de la cuenca del Antisana por el proceso de desglaciación y la búsqueda de alternativas de abastecimiento para ciudades como Quito. En Bolivia desarrolla proyectos de gestión de agua de las cuencas de Tuni y Condori, incorporando el impacto por el retroceso glaciar, así como de gestión integral de captación en el altiplano para compensar la pérdida de la disponibilidad de agua causada por el retroceso glaciar en los sectores productivos rurales. Y en el Perú trabaja para mejorar las prácticas de uso de agua en actividades agrícolas y agropecuarias, así como la infraestructura de almacenamiento de agua en cabeceras de cuencas afectadas por desglaciación, por ejemplo el Huaytapallana y sus impactos en la cuenca del río Mantaro.
Por ser un proyecto financiado por el Banco Mundial, el PRAA está sujeto a las políticas de salvaguarda de este organismo multilateral, entre ellas la obligación de las instituciones responsables de su ejecución de realizar actividades de divulgación, difusión y consulta pública. Por ejemplo, consultar a los pueblos indígenas (política de salvaguarda OD 4.2027). Sólo Bolivia ha informado sobre la realización de talleres en cuatro municipios (Batallas, Pucarani, Mecapaca y Palca), con participación de autoridades municipales y comunidades.
En la reunión del Comité Andino de Autoridades Ambientales realizada en mayo del 2007 en Santa Cruz (Bolivia), se discutió los avances en la implementación de la Agenda Ambiental Andina 2006-2010. La Declaración de Santa Cruz de la Sierra plantea que la CAN asuma un liderazgo en el tema del cambio climático y haga los esfuerzos para implementar la Estrategia Andina sobre Cambio Climático.
Los pueblos indígenas no participamos en la definición de las prioridades de estas iniciativas regionales. Sin embargo, en el nivel comunitario sí participamos de las actividades del PRAA en Bolivia. Esta experiencia debe ser un referente para futuros proyectos que incluyan la participación indígena en los proyectos sobre el cambio climático, a fin de insertar y valorar en ellos nuestros conocimientos tradicionales sobre el comportamiento del clima en los ecosistemas de montaña.
Por ejemplo, en algunas zonas del Perú, la agricultura es gestionada por nuestros conocimientos tradicionales, los mismos que determinan, de acuerdo al comportamiento del clima, la siembra y la cosecha, y que pueden contribuir a reducir los efectos del cambio climático para garantizar la seguridad alimentaria. Los pueblos indígenas andinos hemos sobrevivido gracias a que logramos “resistir y manejar” el clima de alta montaña. Por tanto, nuestros conocimientos son de gran importancia para enfrentar el cambio climático en las siguientes décadas.
Lima, 15 de octubre de 2009.
Coordinación General CAOI