El Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4) ha lanzado una campaña de concientización contra la transnacional minera de capital canadiense Gold Corp que explota en el ejido de Carrizalillo.
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La campaña de concientización se llama ¡Gold Corp me enferma!, y tiene como finalidad que los pueblos en los que está instalada la transnacional minera tengan en cuenta de los riesgos que representa la presencia del corporativo en sus comunidades.
“La actividad extractiva de oro es una de las más contaminantes en el mundo y genera las mayores afectaciones a la madre tierra y a los derechos humanos”, se indica en la página del M4.
Los activistas que integran el movimiento argumentan que “uno de los problemas más significativos son las enfermedades en las mujeres, en los niños y en las niñas, también lo son el uso gigantesco de agua y de cianuro; pero al mismo tiempo la deforestación, la pérdida de bosques y suelos, el drenaje ácido, la contaminación ambiental, la pobreza que genera, además de los asesinatos a los defensores del medio ambiente y los derechos humanos”.
Y agrega que “una de las compañías que representa este modelo extractivo minero es la empresa canadiense Gold Corp que en Honduras, México y Guatemala ha dejado no sólo devastación y enfermedades, sino también una ola de muerte. Contra todo lo que se pudiera suponer, empresas y gobiernos le premian con los mejores galardones sin tener en cuenta los daños sociales y ambientales antes mencionados”.
Por ello, “desde los movimiento sociales queremos hacer consciencia de la devastación de este icono de la minería y llamar la atención sobre la Gold Corp para fortalecer la lucha contra el modelo extractivo minero”, se explica.
El movimiento contra la minería extractiva sentencia que “basta de mentiras, basta de impunidad, no más premios para actividades económicas irresponsables, ¡queremos territorios libres del modelo extractivo minero”.
La campaña tiene como finalidad desmitificar la simulación de la minería responsable que Gold Corp ha manejado tanto en el ejido de Carrizalillo como en otros lugares de América Latina y el Caribe como Honduras en donde la trasnacional mantiene operaciones.
