Los aspectos ambientales de la segunda gran tragedia de origen minero en Minas Gerais, Brasil, son abordados en esta nota a partir de un comunicado de la Fundación Vida Silvestre (WWF por sus siglas en inglés) de Brasil. Así como el comunicado da detalles sobre los daños causados al ambiente, el territorio y los cursos de agua, simultáneamente se perciben con claridad niveles de convivencia sospechosamente armoniosos entre la fundación ecologista, las empresas mineras y el gobierno, brindándose consejos sobre cómo reducir los impactos de una actividad absolutamente destructiva y contaminante, incompatible con el respeto a la Naturaleza y los derechos de la población a la salud y a un ambiente sano.
Fuente: efeverde.com y Fundación Vida Silvestre (WWF) Brasil
La rotura de la presa de residuos mineros de Brumadinho (Brasil) ha destruido al menos 125 hectáreas de bosque, ha informado la organización WWF, en tanto luego de rescatar numerosos cuerpos en el recinto que ocupaba el restaurante de Vale, los fallecidos se elevan a 141 y hay otras 169 personas desaparecidas (cifras actualizados por noalamina.org).
WWF Brasil (Fundación Vida Silvestre Brasil) informó que la tragedia ambiental afectó, sólo el primer día de vertido, a un millón de metros cuadrados o 125 canchas de fútbol, tras analizar imágenes de satélite antes y después del accidente.
Los residuos minerales se esparcieron por una amplia área rural, sepultaron cultivos, bosques y cursos de ríos, y seguía avanzando, a una velocidad de un kilómetro por hora, por lo que se teme que puedan llegar hasta el Sao Francisco, uno de los principales ríos de Brasil.
De acuerdo con WWF el área afectada en el primer día de la tragedia es de formación forestal del bosque atlántico, uno de los principales ecosistemas de Brasil.
“La pérdida forestal, las especies amenazadas y los impactos ambientales serán sentidos por años”, denunció Mauricio Voivodic, director ejecutivo de WWF-Brasil.
“El sector de minería necesita investigar e invertir en procesos de menor impacto y riesgo, como en los procesos secos, que no exigen la construcción de represas de desechos, y que promuevan un cambio en todo el sistema de producción“, aseguró.
Pide reglas ambientales más rígidas
De acuerdo con el líder ecologista, esas reformas urgentes tienen que ser impulsadas por reglamentaciones ambientales más rígidas.
Pese a que el Gobierno brasileño ha anunciado medidas para mejorar la fiscalización de las represas mineras y sanciones a los responsables por la tragedia, el presidente Jair Bolsonaro prometió el año pasado durante su campaña electoral que flexibilizará las normas ambientales que frenan proyectos productivos en Brasil.
Daños al ecosistema fluvial y agua potable
Según WWF, una de las pérdidas definitivas provocadas por la tragedia es la vida en los ríos tomados por el lodo, ya que las especies acuáticas no consiguen sobrevivir en esas condiciones.
La organización agregó que es imposible calcular cuándo se diluirán en el agua todos los sedimentos arrojados por el vertido.
“Será un largo proceso de cambio en el ecosistema, que podrá afectar la vida acuática incluso en el río Sao Francisco, porque el agua se turbará siempre que llueva en las áreas en que quedó lodo acumulado“, según el grupo ecologista.
Para WWF, el vertido también afectará el abastecimiento de agua en ciudades que dependen del río Paraopeba, así como el funcionamiento de hidroeléctricas instaladas en las cuencas por donde el lodo pasará.
Hace tres años en Mariana
La nueva tragedia, sin embargo, no tendrá un impacto ambiental tan elevado como la provocada hace tres años por la ruptura de otra represa minera en Mariana, también en el estado de Minas Gerais, que provocó la muerte de 19 personas y se consideró el mayor desastre medioambiental en la historia de Brasil, al provocar daños a lo largo de 650 kilómetros en la cuenca del río Doce.
Entonces, la rotura de represa de Samarco, una minera en la que Vale tiene el 50 %, generó una ola de siete millones de metros cúbicos de residuos minerales (níquel, sílice y hierro), mezclada con otros 55 millones de metros cúbicos de agua, que se expandió por varios valles y ríos.
Cinco detenidos
Cinco personas fueron detenidas el 29 de enero acusadas de haber alterado los documentos técnicos de fiscalización de la seguridad de la presa que provocó el accidente.
De acuerdo con la Fiscalía, dos de ellos son ingenieros que no trabajaban directamente con la compañía minera Vale sino para una subsidiaria de la alemana TÜV SÜD, cuyos servicios habían sido contratados por la brasileña.
La empresa alemana, con sede en Munich, es una reguladora técnica de seguridad en instalaciones industriales.
Además, el Gobierno, ordenó la fiscalización inmediata de todas las represas de empresas mineras del país, dando prioridad a 3.386 que fueron clasificados con “daño potencial asociado alto” o “riesgo alto”.