Los detenidos son funcionarios de empresas petroquímicas y mineras que operan en la región de Zhuang de Guangxi. Pekín • Siete personas fueron detenidas por la policía por verter sustancias tóxicas en un río de la sureña provincia de Guangxi, mientras las autoridades siguen sin poder controlar la contaminación de las aguas, informó hoy la prensa china.
Las siete personas detenidas el lunes por la policía son funcionarios de empresas petroquímicas y mineras que operan en la región de Zhuang de Guangxi, por su implicación en la contaminación del río Longjiang con cadmio.
El vertido por parte de la empresa minera Jinhe Mining, cuyos residuos provocaron niveles de cadmio 80 superiores a lo permitido, puso en peligro el suministro de agua en la región.
Como consecuencia, se generó pánico entre la población que se abalanzó sobre supermercados para comprar agua embotellada, según el diario China Daily de este martes.
El cadmio es un metal tóxico cuya ingestión puede provocar cáncer y daños en el sistema respiratorio y renal.
Las autoridades locales no han podido todavía neutralizar los altos niveles de cadmio, pese a verter casi tres mil toneladas de aluminio clorídico, un componente que neutraliza la toxicidad de los metales altamente contaminantes, explicó el diario.
Los últimos 30 años de desarrollo económico en China se han saldado con una degradación acelerada del medio ambiente, sobre todo agua y aire, y han convertido al país en el primer emisor mundial de CO2.
Según las cifras oficiales, unos 200 millones de chinos no tendrían acceso a agua potable a causa de la contaminación masiva de lagos y ríos, provocada sobre todo por los vertidos tóxicos de las empresas mineras, textiles y petroquímicas.