Raúl Burbano, de Fronteras Comunes de Canadá, explicó sobre los problemas de la minería en el país y en la región. “El Salvador es uno de los estados que no ha permitido, hasta hoy, la minería y que eso puede ser un modelo para otros países.”
Fuente: Diario Co Latino
Para los miembros de la delegación de defensores del medio ambiente, que visitan nuestro país para la “Conferencia Internacional: minería y defensa del agua”, la minería es una actividad que conlleva daños medioambientales de gran magnitud, que según los visitantes es la destrucción más innecesaria realizada al planeta Tierra.
Los ponentes de la conferencia plantean un escenario desfavorable para el medio ambiente si las compañías transnacionales continúan realizando estas acciones. Además, proponen que los gobiernos de los países que sufren a consecuencia de estas extracciones de minerales, regulen leyes para proteger los recursos naturales y los derechos humanos de los habitantes de las comunidades aledañas a las minas.
– ¿Por qué la minería trae consecuencias negativas para el medioambiente?
Se dice que la minería es sostenible, pero esto es una contradicción. Una actividad que necesita mover montaña, contaminar los ríos y lagos, solo para emplear a un pequeño número de personas. Sin embargo, las corporaciones traen a sus propios técnicos ya que necesitan especialistas para realizar las actividades. El empleo a los habitantes de las comunidades es muy poco.
– ¿Cuál es el beneficio que traen estas corporaciones?
Muy poco. No hay tanto empleo como se dice. La realidad es que lo que traen es conflicto, contaminación y desplazamiento, en muchos casos.
– ¿Cómo es la situación de la minería en Canadá?
Hablando de las corporaciones canadienses, hay más del 75% de mineras registradas. En Canadá hay una situación que facilita la minería y no hay regulaciones que las comunidades afectadas puedan usar, así como existen en Estados Unidos que sí se puede llevar a la corte a los que dañen el medio ambiente. El gobierno canadiense facilita mucho esta actividad, no solo con la falta de leyes de regulación, si no que les da dinero para apoyarlas. Imaginate, el fondo público destinado a los jubilados se le asigna a las corporaciones.
– En nuestro país se ha hablado de “la minería verde”, ¿existe?
A pesar que no soy un ingeniero, pienso que no existe. Desde el momento que deben mover montañas, desplazar a las comunidades y contaminan los recursos que estas utilizan, no es verde. Además, el poco empleo que les dan a los pobladores dura a lo mucho cinco años.
Hablan con “la minería verde” que no van a dañar los recursos naturales y esto no es cierto. Desde mi experiencia en Canadá, hasta Argentina, no veo una minería responsable. A lo sumo, la menos dañina es la artesanal.
– ¿En qué consiste la minería artesanal?
Desde mi punto de vista, esta se puede regular más, ya que la minería a mayor escala o la que se conoce como “a cielo abierto” no es sostenible. La artesanal es la práctica minera de las comunidades, muchas llevan muchos años desarrollándola, antes que vinieran los europeos a América. No es comercial. No se utiliza para exportar. No mueven comunidades, ni montañas. Contamina pero puede regularse mucho más, porque solo busca desarrollar a los pobladores.
– ¿Cuáles son los riesgos sociales para El Salvador si se desarrolla la minería?
Pues, en primer lugar, trae división porque la minería emplea solo a un pequeño grupo de personas. Después de eso hay dos grupos de pobladores: los que tienen un poquito de recursos y los que no tienen. Además, le hacen creer a las comunidades que dependen de la minería y esto no es cierto, luego cuando la mina deja de funcionar los pobladores tienen que irse de sus hogares para vender su trabajo. Se vuelven esclavos del sistema neoliberal. Un sistema capitalista que no le importan los derechos humanos, solo le interesa cuánto puede ganar y todo se va al extranjero, lo que queda en el país es muy poco.
La minería también trae violencia. Hemos visto como a los activistas que no están a favor de la minería son atacados e incluso asesinados. No solo pasa en El Salvador, pasa en todos lados donde llegan las corporaciones.
– ¿Por qué se genera esta violencia?
Porque hay una militarización de la región. Las corporaciones necesitan proteger su inversión.
– ¿Qué debe hacer El Salvador para evitar verse afectado por corporaciones mineras que intenten desarrollar su trabajo en el país?
Primero, crear una ley que prohíba la minería a gran escala. Eso es lo que se necesita. También es necesario regular las leyes “inversionista-Estado”. El Salvador reformó su ley inversionista para recibir préstamos del Banco Mundial y eso le abre las puertas a demandas como la que impuso Pacific Rim y hacen muy vulnerable al país.
– ¿Qué opina del caso Pacific Rim en El Salvador?
Es un caso emblemático. Tiene todo lo malo que la minería puede dar: contaminación y violación a los derechos humanos. Estamos hablando que demanda al estado salvadoreño por 710 millones de dólares, cuando solo han invertido desde 30 a 70 millones, es absurdo. Además este caso no se ejecuta en tribunales nacionales, lo ven cortes secretas internacionales y no hay ningún modo de saber qué sucede.
Además, yo he escuchado a la presidenta de Pacific Rim decir que aquí en el sur todo es corrupto, que no les dieron los minerales. También dicen que ellos, desde el norte, traen beneficios que la gente ignora y no puede reconocer. Para mi ellos manejan un discurso racista de “venimos a ayudar a la gente pobre e ignorante que no saben qué es bueno para ellos”.
– ¿Cuál es su objetivo en esta Conferencia Internacional?
Demostrar que El Salvador es uno de los estados que no ha permitido, hasta hoy, la minería y que eso puede ser un modelo para otros países. Además, se busca fortalecer los movimientos sociales para mantener esa resistencia. Queremos demostrar que hay alternativas, que no es necesario someternos a ese tipo de explotación transnacional.
Este logro salvadoreño no se ha obtenido en muchos lugares y de eso queremos hablar. Por ejemplo, en Honduras, Guatemala e incluso en Canadá la situación es muy difícil y es bueno compartir la experiencia salvadoreña. Hay cosas que podemos aprender.
– ¿Qué actividades se desarrollarán en esta Conferencia Internacional?
Habrán 3 paneles sobre la situación de Centroamérica, específicamente donde se encuentra la transnacional Pacific Rim y cómo los invitados extranjeros pueden aportar a la mesa del país. Es una discusión para analizar la situación, para entender el caso de esta corporación en específico y consolidar un apoyo para la región.
– Luego de la Conferencia, ¿se harán actividades a largo plazo para darle continuidad?
Sí, hay comisiones que irán a hacer trabajo de campo y a realizar una investigación para determinar los riesgos con los posibles proyectos transfronterizos como la Mina Cerro Blanco. Estos avances se presentarán en una conferencia de prensa el 13 de mayo.
Otra de las actividades que se mantendrá es la coordinación de las organizaciones en pro del medio ambiente del mundo. Todos los que quieran unirse, serán bienvenidos. Lo importante es que estemos trabajando por lo mismo. Pretendemos brindarnos en apoyo e intercambiar experiencias.