El pasado jueves, centenares de indígenas marcharon por las calles de Valledupar, capital del departamento Cesar, para pedir el fin de la minería en la Sierra Nevada. El Gobierno de Colombia e indígenas acordaron proteger la Sierra Nevada de Santa Marta, el sistema montañoso litoral más alto del planeta, de la actividad minera, después de que comunidades nativas marcharan en los últimos días. La Sierra Nevada de Santa Marta tendrá 585.000 hectáreas más libres de minería. Fuente: EFE
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La sierra nevada de Santa Marta está ubicada entre los municipios de Santa Marta y Aracataca en el Magdalena, Valledupar en el Cesar y Dibulla en La Guajira.
“El acuerdo que hemos logrado fundamentalmente consiste en haber definido una hoja de ruta para tomar las decisiones que permitan que ningún proyecto de explotación minera se desarrolle en la Sierra Nevada de Santa Marta”, declaró el ministro del Interior, Guillermo Rivera, quien suscribió un acuerdo con los líderes indígenas.
Rivera señaló que la Sierra Nevada “tiene que ser un área protegida de la explotación minera” y destacó que acordaron “una metodología, una hoja de ruta, para llegar a ese propósito” y “garantizar que no haya proyectos mineros” en esta zona.
A su vez, el ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, anunció que se declararon 585.000 hectáreas más de esta cadena montañosa libres de minería.
“Hemos tomado la decisión de congelar cerca de 585.000 hectáreas para que en esta zona no se dé ningún nuevo título minero o concesión minera y vamos a crear allí unas zonas de protección”, explicó el ministro de Medio Ambiente, citado en un comunicado difundido por el despacho del Interior.
El funcionario señaló que esa extensión se suma a 40.000 hectáreas en el parque Nacional Natural en la Sierra Nevada de Santa Marta, con lo que aseguró que en “cerca de un millón de hectáreas en esa zona hoy no hay ningún proyecto de minería a gran escala” ni se tendrá.
“Es una decisión que garantiza que vamos a proteger ese ecosistema para la humanidad”, afirmó Murillo.
El pasado jueves, centenares de indígenas marcharon por las calles de Valledupar, capital del departamento Cesar, para pedir el fin de la minería en la Sierra Nevada.
El líder del pueblo arhuaco Saúl Mindiola dijo entonces a Efe que la marcha se dio “luego de más de 20 días de estar en la ciudad una representación del pueblo arhuaco en el marco de la Confederación Indígena Tayrona”. Mindiola denunció que “hoy la política nacional está llevando a la (actividad) minera” puesto que “se han otorgado 183 títulos mineros” en la Sierra Nevada y hay “más de 300 solicitudes”.
Además, advirtió que hay “ejercicios de construcción de megaproyectos” y proyecciones de explotación minera dentro del territorio ancestral de los pueblos aborígenes que habitan la Sierra. Sobre el acuerdo, Leonor Zalabata, dirigente de la Confederación Indígena Tayrona y Comisionada de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas en Colombia, lo consideró un “avance muy importante” para las comunidades nativas.
“Es muy importante lo que se ha logrado, porque se logra realmente el objetivo de esta movilización pacífica, que es declarar la Sierra Nevada fuera de minería”, añadió en declaraciones difundidas por el despacho del Interior. En Colombia se ha suscitado otro debate por el posible inicio de actividades mineras en el páramo de Santurbán, en el departamento de Santander (noreste).
El conflicto surgió cuando el proyecto Minesa, que tiene como principal accionista al fondo Mubadala de Emiratos Árabes, pidió una licencia para desarrollar una explotación minera de extracción de oro en las inmediaciones del páramo, una región natural protegida que además provee de agua a los municipios próximos.