El director de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) , Fernando Iregui, afirmó que se hizo un estudio riguroso antes de tomar una decisión sobre la exploración minera en La Macarena, Meta, que determinó que los riesgos estaban mitigados, sin embargo, reconoció que le preocupa que la licencia ambiental se adjudicó a 2.5 Kilómetros de una zona de reserva.
Fuente: RCN Radio
“El aérea que se otorgó, el polígono, para hacer el proceso de exploración (en La Macarena) que eventualmente puede hacer la empresa que obtuvo esa licencia está por fuera de lo que llamamos las zonas de parques y reservas protegidas“, dijo Iregui en RCN Radio.
Sin embrago, reconoció que “el lindero norte está a una distancia y tiene una zona de amortiguación de por medio de 2.5 kilómetros del parque Tinugüa que diríamos es el sitio más cercano a la zona de exploración, esa es una realidad y todos estamos preocupados“.
Iregui explicó que se establecieron acuíferos para que fueran usados en la exploración pero indicó que las “cuencas mayores” no van a ser impactadas porque dentro de las licencias que se otorgaron no “se les permitió captar agua, ni verter agua ahí“.
En este sentido, Caño Cristales está a una distancia de 68 kilómetros de la zona de exploración; el Río Guayabero a 23 kilómetros y el Río Duda a 48 kilómetros. “Para fortuna en esa evaluación que se hizo se tuvo en cuenta cómo se iban a impactar estos cuerpos de agua y se pudo establecer que están en otra cuenca diferente“, dijo.
El director de la Anla explicó que el polígono que se autorizó a la empresa estadounidense Hupecol para que pueda ser objeto de exploración tiene 30.800 hectáreas, pero el 57 % está declarada como zona de exclusión, es decir, no puede ser intervenida.
Según Iregui, la empresa estadounidense en la fase de exploración tienen varias actividades, entre esas la sísmica para la cual, en algunos casos, utilizan explosivos subterráneos.
Demostraciones técnicas para revisar licencias
Organizaciones sociales, habitantes, ambientalistas y autoridades civiles del Meta se han opuesto a la decisión de la Anla a tal punto que han anunciado demandas y plantones para llamar la atención de organismos internacionales.
Al respecto, el director de la Anla, Fernando Iregui, indicó que si a la entidad le demuestran técnicamente que la exploración minera en La Macarena tendrá impactos negativos al medio ambiente, las licencias “tendrían que revisarse“.
“Todo es sujeto a revisión, las licencias no son inamovibles, esto tiene una evaluación permanente. Los conceptos que pueda dar la comunidad o sus representantes son tenidas en cuenta“, manifestó.