La ministra brasileña de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, advirtió este lunes que la recién iniciada temporada de lluvias puede agravar los daños ambientales del deslave minero que sepultó un pueblo y ahora contamina el río Doce.
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Fuente: AFP
El 5 de noviembre se rompieron dos diques de contención una empresa minera, causando una avalancha de barro y desechos mineros que dejó 12 muertos y 12 desaparecidos.
“El barro ya llegó al mar, pero hay que recordar que quedó mucho por el camino y ese lodo aún está descendiendo. Con las lluvias, ese barro se levantará y seguirá avanzando”, afirmó Teixeira, según el sitio de información de la red Globo G1, tras sobrevolar la desembocadura del río Doce en el estado de Espíritu Santo (sureste).
La temporada de lluvias se prolonga hasta marzo o abril.
Fue en el vecino Minas Gerais (también en el sureste de Brasil) donde el 5 de noviembre se rompieron dos diques de contención de la empresa minera Samarco, causando una avalancha de barro y desechos mineros que dejó 12 muertos y 12 desaparecidos.
La tromba de barro inició entonces su viaje a través de la cuenca del río Doce hasta que este fin de semana alcanzó el Océano Atlántico, tras recorrer 650 kilómetros en 16 días.
Más de 280.000 personas están sin agua y miles de animales murieron, por lo que la ministra aseguró que la vigilancia del gobierno se extenderá hasta 120 días en la costa.
“Hay que adoptar medidas de emergencia, como la atención a las poblaciones aisladas, que viven a lo largo del río Doce y están sin información. También tenemos que atender a los trabajadores que sacan su sustento del río, así como los pescadores. Ellos necesitan ayuda y estamos procurándola”, afirmó, añadiendo que el ministerio monitorea igualmente la situación de los animales.
Teixeira, que declaró el domingo que el deslave en Mariana hace casi tres semanas es el “mayor desastre ambiental que Brasil enfrentó jamás”, insistió en que la recuperación del río será lenta.
“Es un accidente grave, pero tenemos que trabajar juntos, informar, exigir que la empresa cumpla su papel y más que eso: juntos, tenemos que reconstruir el río Doce”, dijo.
El Instituto de Medio Ambiente de Espíritu Santo informó el lunes que los peces en el río Doce “ya no tienen más condiciones de contribuir para la repoblación del río, sus afluentes y lagunas próximas”, ya que fueron “debilitados por la condición grave del agua mezclada con el barro” y no sobrevivirán aun si son transportados a otros cauces.
Samarco -propiedad de las multinacionales Vale de Brasil y la anglo-australiana BHP Billiton- ha prometido pagar por lo menos 260 millones de dólares para reparar los daños ambientales y las autoridades brasileñas le han impuesto multas por 175 millones de dólares.