Pasó la algarabía de la discusión en el Congreso de la República del Plan Nacional de Desarrollo, en el que algunos congresistas intentaron corregir sin éxito la decisión del Gobierno de seguir avalando la explotación minera en los páramos. Para tratar de corregir tremendo yerro, en el Legislativo fue radicado un proyecto de ley que prohíbe la explotación minera en los páramos a futuro, lo que quiere decir que las empresas mineras seguirán haciendo presencia en estas zonas protegidas hasta que culmine el período de las respectivas licencias ambientales otorgadas por el Gobierno.
Fuente: KienyKe
KienyKe.com presentó semanas atrás un derecho de petición a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, en el que se preguntó cuántas licencias ambientales se han expedido actualmente en el país, el año en el que expira y su ubicación geográfica, para saber si afecta a algún páramo.
La Anla respondió manifestando que en el país hay a la fecha tres licencias ambientales expedidas. Una en Cundinamarca para la explotación de materiales de construcción en una cantera en el municipio de Silvania. Otra en Antioquia también para la explotación de materiales de construcción y minerales en el municipio de Girardota, y finalmente otra otorgada en La Guajira para la explotación minera de carbón en Fonseca.
Según fuentes consultadas por KienyKe.com en dos de estos tres municipios citados por Anla no hay presencia de páramos.
Este medio digital también consultó sobre el tema a Greenpeace, organización que reveló que actualmente hay 26 licencias ambientales otorgadas por el Gobierno en los 36 páramos que hay en el país.
“De 36 complejos de páramos que hay en el Colombia, identificados por el Instituto Von Humboldt, hay títulos y licencias ambientales activas en 26. Sabemos por datos de la Agencia Nacional Mineral que en zonas de páramo hay aproximadamente 347 títulos mineros con su respectiva licencia ambiental”, detalló Silvia Gómez, directora en Colombia de Greenpeace.
Mineria Ilegal
Sin embargo, Silvia Gómez explicó que es difícil establecer cuántas empresas mineras están operando en los páramos, “porque esos títulos muchas veces han sido otorgados a una misma empresa, o son parcelados”.
Al respecto basta aclarar que una licencia puede ser otorgada a una empresa minera que tenga varios títulos mineros, lo que explica el elevado número de títulos sobre los páramos.
Greenpeace también explicó que los títulos otorgados por el Gobierno tienen una vigencia por 30 años, y la mayoría de ellos fueron otorgados en el 2009, cuando finalizaba el Gobierno de Álvaro Uribe, en lo que se denominó la piñata de los títulos mineros.
Sin embargo, la organización internacional ha expuesto que los páramos más amenazados por la minería son el de Pisba en cercanías de Sogamoso, el de Guerrero ubicado en Cundinamarca, y el páramo de Sumapaz.
¿Qué riesgo ofrece la explotación minera en los páramos?
Silvia Gómez explicó que es un crimen ambiental permitir que opere la minería de carbón u otros minerales más arriba de 3.200 metros, “porque no solamente el páramo cumple unas funciones ecosistémicas de cara al cambio climático, sino porque son ecosistemas únicos, con especies endémicas”.
Esto con el agravante, reveló, que el 60 por ciento de todos los páramos del mundo están en Colombia, y el 70 por ciento del agua que se consume en la región Andina sale de los páramos. “Estamos poniendo en serio peligro nuestras fuentes de agua para el futuro, pues allí están los nacederos de agua. Son muy pocas las ciudades latinoamericanas en las que se puede abrir el grifo del agua 24 horas al día y encontrar líquido potable. Eso es único, pero no siempre será así si dejamos que persista la minería en los páramos”.
Según un informe que hizo Greenpeace con expertos en el tema, una hectárea de páramo produce un litro de agua al día y la superficie total que cubre estos complejos naturales es de 1.932.395 hectáreas. Y sin embargo, de este total, sólo un 36 por ciento está dentro del sistema de áreas protegidas de parques nacionales, por lo que el resto está expuesto a la minería.
“Específicamente la minería de carbón necesariamente, así se tenga la tecnología de punta, va a generar acidez en los suelos, pues al quitar la capa vegetal al suelo quedan expuestos ciertos metales, que con la exposición con el oxígeno generan acidez, que va siendo recogida por las fuentes superficiales y subterráneas de agua. Además cuando se hacen socavones y cuevas de dos o más kilómetros al interior de la montaña, hace que sus bases se debiliten y tarde o temprano se derrumba”, explicó Silvia Gómez.
Sin embargo, la representante de Greenpeace en Colombia fue más allá y culpó al actual Gobierno de no tener una política clara para mitigar los efectos de la minería en los páramos y la ineficiencia de las Corporaciones Autónomas Regionales.
“El Gobierno supuestamente para mitigar los efectos de la minería en los páramos, le ha dado más fuerza a las autoridades y corporaciones regionales para que aprieten a la empresa minera, pero la realidad es que estas entidades no tienen la capacidad para hacer esta labor, por lo que no son una garantía para la protección de los páramos.
(…) De hecho, este no es un gobierno que esté enfocando sus políticas a proteger el medio ambiente, y por el contrario les está facilitando el camino a las empresas multinacionales privadas para extraer minerales del subsuelo, lo cual es una vía muy peligrosa de desarrollo”.