Estados Unidos – 22/09/08. A diferencia de su ex compañero presidencial Al Gore, que en abril de 2007 rechazó dineros que Barrick Gold le había ofrecido como sponsor de uno de sus eventos sobre cambio climático, en Santiago de Chile, Clinton no parece tener reparo alguno al financiamiento proveniente del sector minero transnacional. Complemento blando y cálido del capital, la Clinton Global Initiative (CGI) es el reverso solidario y amistoso (incluso, a veces, hasta bien intencionado) de las cadenas globales de saqueo económico, explotación humana y destrucción ambiental. Dentro de esta organización filantrópica de escala planetaria, el proyecto Iniciativa Clinton-Giustra para el Desarrollo Sostenible está orientado precisamente a “crear desarrollo sostenible en aquellos países donde se extraen los recursos naturales clave para la economía”.
Por Luis Manuel Claps
A diferencia de su ex compañero presidencial Al Gore, que en abril de 2007 rechazó dineros que Barrick Gold le había ofrecido como sponsor de uno de sus eventos sobre cambio climático, en Santiago de Chile, Clinton no parece tener reparo alguno al financiamiento proveniente del sector minero transnacional. Complemento blando y cálido del capital, la Clinton Global Initiative (CGI) es el reverso solidario y amistoso (incluso, a veces, hasta bien intencionado) de las cadenas globales de saqueo económico, explotación humana y destrucción ambiental. Dentro de esta organización filantrópica de escala planetaria, el proyecto Iniciativa Clinton-Giustra para el Desarrollo Sostenible está orientado precisamente a “crear desarrollo sostenible en aquellos países donde se extraen los recursos naturales clave para la economía”.
La sociedad solidaria forjada entre Bill Clinton y el magnate minero canadiense Frank Giustra, logró reunir 300 millones de dólares en 2007. Giustra, quien se dedicó durante los últimos 25 años a cerrar negocios y conseguir financiamiento para extraer oro de Mexico, cobalto de Camerún, uranio de Kazakhstan, platino de Sudáfrica o petróleo de Colombia (The Globe and Mail, 27 de junio 2008), puso 100 millones. Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo y presidente del Grupo Carso (que controla Grupo Condumex, que posee Cobre de Mexico SA entre otras empresas mineras), puso otros 100 millones. La Fundación Lundin for Africa, de Lukas Lundin, puso los restantes 100 millones de dólares. Hay luego una larga lista de donantes menores, como Peter Sinclair, director de responsabilidad social empresaria de Barrick Gold (con operaciones, como se sabe, en San Juan), Serafino Iacono, presidente de Coalcorp y Steven Gottesfeld, vicepresidente de Newmont Mining. También están por ahí Teck Cominco, Peak Gold, Uranium One, Rusoro, entre otras.
En América Latina, la iniciativa Clinton-Giustra comenzó a desarrollarse en Perú y Colombia. El primero de marzo de este año tuvo lugar su lanzamiento oficial en un evento donde estuvieron Elton John y Shakira, y la mesa costaba entre 25 mil y 300 mil dólares. La cena coincidió con la inauguración de la feria Prospectors and Developers Association of Canada (PDAC, por la que algunos funcionarios argentinos tienen especial predilección). El objetivo de la Iniciativa Clinton-Giustra es repartir dinero, atención médica y hacer donaciones en las poblaciones cercanas o bajo influencia directa de mega proyectos mineros.
Giustra se hizo millonario con la firma Yorkton, especializada en financiamiento a minaras junior. En 1995 renunció a esa empresa, después del escándalo de Timbuktu Gold (resonante aunque opacado luego por el de Bre-X Minerals). En 2001, volvió al negocio minero y compró una porción mayoritaria en la por entonces ignota Wheaton River Minerals, con su amigo Ian Telfer. Lo primero que hicieron con Wheaton River fue comprar la mina Luismin, en Mexico. Luego, en marzo de 2003 compraron a la inglesa Rio Tinto el 25 por ciento de Bajo La Alumbrera, el emprendimiento minero más rentable de Argentina. Pagaron 210 millones de dólares. Cuatro años después, Wheaton se fusionó con Goldcorp. En noviembre de 2006, Goldcorp se fusionó con Glamis Gold, dando lugar al segundo “productor” mundial de oro. Telfer es el presidente de Goldcorp, que posee todavía el 37,5 por ciento de Alumbrera, en la provincia de Catamarca.
Por su parte, Lundin Mining se fusionón con Tenke en julio de 2007, empresa canadiense que posee varias conseciones en Mendoza, Argentina, donde el pueblo le dio una sonora cachetada al conseguir la Ley 7722 que prohíbe la minería metalífera a cielo abierto. Julio Cobos, actual vicepresidente, propició el fallido ingreso de Lundin en Laguna del Diamante.
La relación entre Clinton y Giustra, además de ser solidaria con los pobres de América Latina, fue motivo de escándalo a comienzos de este año, cuando el New York Times (31 de enero, 2008) reveló cómo el ex presidente colaboró con el empresario para obtener conseciones mineras en Kazakhstan (o Kazajistán, país que tiene un quinto de las reservas mundiales de uranio), en favor de la empresa UrAsia Energy Ltd. A Cameco Corporation (mayor productor mundial de uranio), según el diario, le demandó 5 años establecer una relación con Kazatomprom, la empresa minera estatal de Kazakhstan. Con ayuda de Clinton, a Giustra le tomó sólo unos meses. El motivo público de la visita de Clinton a Kazakhstan fue anunciar un programa de entrega de drogas contra el SIDA, financiado por su fundación filantrópica. Además de esto, lo que hizo Clinton fue asegurar a Nursultan Abishuly Nazarbayev, dictador que gobierna el país desde hace 20 años, un lugar de dirección en la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE, http://www.osce.org/).
48 horas después que Clinton dejo Almaty, capital de Kazakhstan, UrAsia firmó dos cartas de intención con Kazatomprom que la llevarían a asociarse con ésta en el desarrollo y explotación de 3 minas de uranio (Akdala, South Inkai y Kharasan). El costo para UrAsia: 450 millones de dólares. La empresa no tenía ese dinero. Con las cartas de intención se fue a la bolsa de valores de Toronto y lo reunió en 2 semanas. En febrero de 2007, una empresa llamada Uranium One ofreció pagar 3,100 millones de dólares por UrAsia. Como presidente de Uranium One, aparece otra vez Ian Telfer.
Clinton es el ex presidente de Estados Unidos que más dinero solidario ha reunido: más de 500 millones de dólares, desde que dejó la Casa Blanca.