Cerro Vanguardia incluyó el proceso de “lixiviación en pilas” para quitarle a la tierra hasta el último mineral. La minera estrella de la provincia va por más. Ahora, para extraer hasta el último gramo de minerales residuales que quedan en los escombros ya tratados previamente, los amontona al aire libre y los rocía con un compuesto cianurado y agua.
La solución, altamente tóxica, se escurre en la “pila” (una lomada artificial de 40 mts de alto) y los colecta, abajo, en un sistema de cañerías. Quienes conocen el procedimiento remarcan que es imposible contener el proceso de contaminación en el suelo con el tiempo, por decantamiento de los líquidos y el proceso hidrológico superficial.
Cerro Vanguardia es uno de los emprendimientos mineros de la provincia que está más cercano a la conclusión de su vida útil. La explotación es a cielo abierto y el impacto ambiental que ha producido en sus años de actividad es devastador. Las fuentes consultadas, auguran que si Chubut aprueba la modificación a la Ley que prohíbe la megaminería, en algunos años más todo el macizo central de esa provincia se verá como se ve hoy desde el aire, la zona adyacente a Cerro Vanguardia, con gigantescos hoyos que jamás podrán ser remediados y que contendrán altísimos valores contaminantes de acuíferos y el aire (aún después de las labores mineras y por muchísimos años más).
Cerro Vanguardia informó oficialmente que ha implementado el proyecto Heap Leaching (Lixiviación por pilas), lo cual le ayudará a la planta a aprovechar el material de las escombreras que se procesa, se apila, se rocía con un compuesto cianurado y se recoge el material que se precipita.
“El material que se procesa por este método es el que salió directamente de la mina, que originalmente se identificó como que no tenía suficiente ley para pasar por la planta y que se ha ido acumulando en escombreras, y contiene leyes de alrededor de 1,5 gramos de oro por tonelada. Lo que se obtiene tras el proceso es una solución rica que va a la planta de procesos, suplementando la producción y manteniendo la ley promedio, que en los últimos años ha ido bajando” expresa la información de la minera.
Este proceso de obtención de oro y plata no era usado hasta el momento en Vanguardia. Ahora, la empresa forma una “pila de precolado” que básicamente es una lomada artificial producida por el volcado de material en un área de 820 metros de largo, por 650 de ancho y 40 mts de alto y le derrama un compuesto cianurado que se escurre desde la parte superior, hacia la base de la pila.
Vanguardia lo expresa sencillamente: “Para iniciar el proceso, primero se prepara la superficie, colocando una membrana y un sistema de tuberías para captar la solución que irá percolando la pila, que empieza con tubos de 4 pulgadas, pasan a 8 pulgadas, y terminan en un gran colector”. Sin embargo, algunas averiguaciones practicadas con Ingenieros que conocen este procedimiento, se ha podido determinar que un verdadero trabajo de aislamiento, implican terrazas de concreto, soluciones asfálticas, contendedores de derrames y mallas geotérmicas, entre otros productos que se interponen entre el suelo (algo un poco más complejo que la “membrana” que menciona la información institucional) y esta acumulación de escombros que luego serán “regados” mediante pulverizadores o goteo, por una solución de agua y cianuro que al escurrir hacia abajo, precipita el material que se rescata en las tuberías.
Los profesionales consultados aseguran que este proceso se comenzó a usar intensivamente en los años 70 (aunque se tiene conocimiento de la utilización de un rudimentario proceso de lixiviación en 1870) y sirvió para aumentar la obtención de mineral, en aquellos lugares donde la ley era muy pobre o los laboreos mineros ya llegaban a su fin por la escasa riqueza de sus vetas o la profundidad en las que se encontraban, que hacía prácticamente poco redituable su explotación.
Lo que Vanguardia no le cuenta a la población es que estas “montañas” artificiales, originadas por el material que se retira de los open pit, (o sea, los enormes hoyos que se ven desde las imágenes satelitales y que nunca será remediadas por la minera) y sus productos de aislamiento (de los cuales nadie está seguro que cumplan con el más estricto requisito de seguridad, porque no existe información al respecto) están expuestos a cuestiones naturales que los pueden degradar.
Uno de esos elementos son las fallas geológicas o terrenos donde se pueda generar movimientos telúricos que afecten a estas pilas (desmoronamiento, esparcimiento, destrucción o enterramiento total o parcial), pero aún no siendo éste el caso de Vanguardia, existe un fenómeno denominado hidrología superficial, dado por las intensas precipitaciones pluviales o el deshielo de nieve, lo cual provoca inundaciones, erosión y desborde de los pozos y diques de contención
Esta situación puede producir que el agua arrastre los sedimentos cianurados fuera del área y que ese compuesto se mezcle con el agua de la inundación o que la erosión de las pilas contamine los sedimentos con solución de lixiviación.
Como forma de acompañar con buenas noticias, la presentación en sociedad de este nuevo proceso, Vanguardia anuncia que trabajan unas 100 personas de empresas locales a los que se suman unos 72 de la propia minera y por otro lado (a pesar que éste es un proceso donde se riega o dispersa a cielo abierto cianuro e inmensa cantidades de agua), advierte que el yacimiento ha sido evaluado satisfactoriamente para el manejo de estos compuestos.
Tampoco la población conoce cómo, cuándo y en qué momento se produjo este cambio en el proceso de obtención de mineral, ni se conoce el EIA efectuado por la empresa en esta oportunidad, teniendo en cuenta las características de este procedimiento. Lo único que se sabe es que el mismo ya está en marcha; como siempre el Estado provincial, sin comunicar absolutamente nada a la población, es parte de esta mecánica del fatto compiuto (hecho consumado) por el cual, cuando la información llega a la gente los procesos ya se están poniendo en práctica desde hace tiempo.
Finalmente, queremos resaltar un hecho anecdótico observable a simple vista cuando se transita por la ruta nacional Nº 3 y a unos kilómetros de San Julián se encuentra con la intersección de la ruta provincial Nº 75. En los primeros metros de esta arteria de tierra provincial, enormes carteles advierten al automovilista que está “prohibido transitar sin autorización de Cerro Vanguardia SA por caminos de acceso al yacimiento”, un hecho que nos recuerda aquella cartelería dispersa en las rutas próximas a una instalación militar que (aún) advierten “Peligro: no detenerse. Prohibido filmar o sacar fotos”.
Sin embargo, lo más desopilante se lee en un segundo cartel, donde Cerro Vanguardia, empresa que ha producido medio centenar de cráteres de kilómetros de largo por ancho y kilómetros de profundidad, que nunca tapará, ha explosionado toda la meseta central, destruido acuíferos e impactado decididamente (e irremediablemente el paisaje), en una contribución solidaria con el medio ambiente, le advierte al conductor desaprensivo: “Respete las indicaciones: cuide la flora y la fauna”. (Agencia OPI Santa Cruz)