En la provincia de San Juan, algunos medios están preocupados por la baja en las exportaciones que resulta de la menor producción minera.  La cadena minera exportó poco más de 1.128 millones de dólares con bajas principalmente en las ventas de oro y plata que cayeron 16%. Sólo en Veladero, la mina más grande de la provincia, la producción de onzas de oro y plata pasó de 641 mil en 2017, a 576.000 en 2018. Y las perspectivas para 2019 son peores: calculan producir entre 460 y 500 mil onzas. Las ventas de cal y otros minerales bajaron 1% y las de carburo de calcio y silicio, (por el cierre de Electrometalúrgica Andina) otra baja del 63%.

¿La explicación? Las minas tienen una vida útil limitada. San Juan enfrenta el cierre de Veladero y hace unos días se conoció también el cierre temporal de la mina Casposo.  Las ventas de metales preciosos y piedras que representan el mayor peso en el conjunto de exportaciones sanjuaninas no brillaron tanto y registraron una baja a consecuencia de la menor producción de las minas que ya han entrado en un ciclo descendente.

Esta evaluación demuestra el carácter efímero de una actividad tan promocionada como destructiva: la explotación de una mina está limitada por el volumen del material que se extrae y por lo tanto NO ES SUSTENTABLE en sí misma además del hecho -también demostrado-  de que produce el agotamiento y destrucción de bienes comunes imprescindibles.

Pero cualquier evaluación real de los montos de exportación debe ser medida en términos de costo-beneficio ambiental y en una línea temporal. Resulta imprescindible dejar de medir y pensar en términos cortoplacistas: las ganancias serían mayores si proyectamos producciones realmente sustentables en el tiempo y para todos.

Un claro ejemplo es el de la industria vitícola que creció nada menos que un 37%.

La información provista por la provincia da cuenta del incremento en más del 10 % en el total de las exportaciones de otros productos. Entre ellos sobresalen el vino, las frutas, el papel, el vidrio, el té y la yerba mate.  Es cuestión entonces de proyectar sanamente y para el pueblo en lugar de depredar los territorios para las multinacionales.