La minera Glencore, con operaciones en San Juan, pidió hoy a la compañía Antofagasta Minerals SA (AMSA) que retire unos 50 millones de tonelada de escombros peligrosos que desechó en Argentina. El gobierno sanjuanino realizó una presentación para solicitar que sea tenida en cuenta la opinión del Estado.
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Fuente: Mendoza On Line
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La minera Glencore, con operaciones en San Juan, solicitó hoy a la compañía Antofagasta Minerals SA (AMSA) que trabaja en Chile que retire unos 50 millones de tonelada de basura que desechó en territorio argentino, con el objetivo de reparar el daño ambiental.
AMSA, propietaria del desarrollo minero Los Pelambres en territorio del país trasandino, está acusada de haber violado los límites fronterizos para arrojar desechos en el proyecto minero Pachón, operado por Glencore, en tierras de la provincia argentina de San Juan.
El gobierno sanjuanino de José Luis Gioja realizó una presentación ante el Juzgado Federal N° 2, a cargo de Leopoldo Rago Gallo, para solicitar que sea tenida en cuenta la opinión del Estado en el conflicto, como representante del derecho colectivo.
Glencore dijo en un comunicado de prensa que para la firma y su proyecto minero “Pachón” es de “suma importancia” que Antofagasta Minerals S.A. (AMSA), controladora de minera Los Pelambres, “haya asumido su responsabilidad al reconocer que había dispuesto ilegalmente un botadero en terreno ajeno, en Argentina”.
Según la firma con operaciones mineras en la provincia de San Juan, se trata de un pasivo ambiental “potencialmente peligroso, que ya ha generado impacto en el medioambiente circundante” en la zona, de acuerdo con la agencia NA.
Desde el 2011, la minera Los Pelambres usó distintos argumentos para evadir su responsabilidad, desde un supuesto cambio de límites hasta el intento por involucrar a los Estados chileno y argentino para la resolución de este caso, dijo la firma argentina.
Hasta ahora no existe certeza sobre los términos en que AMSA (Los Pelambres) llevará a cabo la reparación del daño causado, aunque la propuesta consistiría en dejar la escombrera en el sitio en que actualmente se encuentra. Eso, según Glencore, dejaría de lado al menos dos aspectos relevantes: “AMSA parece no entender que la escombrera fue instalada por Pelambres en territorio ajeno, en otro país y que fue construida sin permisos válidos de ninguna naturaleza”.
Por ello, para Glencore, Pelambres no puede proponer como solución definitiva hacer simplemente un cierre en la propiedad de otro y “dejar allí 50 millones de toneladas de residuos depositados ilegalmente”.
“Pachón, San Juan y Argentina no tienen por qué admitir que este pasivo y riesgo ambiental quede en su territorio para siempre, según parece proponer AMSA”, dijo la minera local en su comunicado.
Señaló además que la legislación argentina (Artículo 41 de la Constitución Nacional y tratados internacionales suscritos) impide que la escombrera permanezca allí, por lo que la única solución viable y técnicamente factible, es la remoción de los escombros y neumáticos de territorio argentino.
Al respecto, Glencore dijo que es importante aclarar que, no es efectivo que la remoción de la escombrera cause mayores daños ambientales; posiblemente la solución sea costosa, pero es la única admisible.
Glencore y su proyecto Pachón manifestaron entonces su “total predisposición” para permitir que Minera Los Pelambres pueda comenzar la remoción de la escombrera lo antes posible, de manera que los daños que la misma está generando cesen cuanto antes.