Barrick Gold ocupa el puesto 569 entre las 581 multinacionales que forman parte del ‘ranking ético’ que elabora Covalence. Esta multinacional, con sede en Toronto, la primera empresa mundial de extracción de oro, el valor refugio de los inversores ante el shock de los mercados es cuestionada y con resistencias sociales en en varios continentes. Esta es la firma que acaba de contratar al expresidente español José María Aznar como asesor.
Fuente: diario Público
El fundador y máximo ejecutivo de Barrick Gold, Peter Munk, en la última junta general de la multinacional, celebrada en Toronto, el pasado abril.
29/09/2011. Mientras en 2007 la economía mundial empezaba a despeñarse precipicio abajo, una multinacional iniciaba su ascensión a los cielos de la rentabilidad de ensueño: desde entonces, en sólo cuatro años, ha llegado a multiplicar por ocho sus beneficios, que en el primer semestre de 2011 han escalado hasta los 2.160 millones de dólares.
Esta multinacional, con sede en Toronto, se llama Barrick Gold, la primera empresa mundial de extracción de oro, el valor refugio de los inversores ante el shock de los mercados. Esta es la firma que acaba de contratar al expresidente español José María Aznar como asesor.
El espectacular ascenso, sin embargo, tiene también su reverso: desde 2007, se han encadenado exhaustivos informes de las más prestigiosas ONG de derechos humanos (Human Rights Watch, Amnistía Internacional) y ecologistas (Greenpeace, Amigos de la Tierra) denunciando los supuestos atropellos cometidos por la multinacional en su carrera hacia la máxima rentabilidad. La empresa que describen estos informes, y que en 2008 llevó al fondo soberano de Noruega a retirar por motivos éticos los 245 millones que tenía invertidos en la compañía, es también la firma que ha contratado a un expresidente del Gobierno español.
En 2007, CorpWatch, entidad de referencia en la fiscalización de las multinacionales, divulgó el estudio Los secretos sucios de Barrick. Las comunidades de todo el mundo responden a los impactos de las minas de oro. Y, desde entonces, a ojos de las ONG más importantes, la primera productora mundial del mineral ha ido asociada a la etiqueta de “oro sucio”.
Pese a que Barrick Gold se ha ido incorporando en los últimos años a los programas voluntarios de responsabilidad social corporativa, como el que bajo el nombre de Global Compact impulsa la ONU, y que ha tratado de refutar todas las acusaciones, los informes críticos se han ido sucediendo, con intensidad cada vez mayor.
Pésimo comportamiento
Y no sólo por parte de las ONG: en el ranking anual que elabora la consultora suiza Covalence sobre “comportamiento ético” de las multinacionales, Barrick Gold se hunde en los peores puestos: en el listado de 2010, el último divulgado públicamente, ocupa el lugar 569 sobre un total de 581 multinacionales analizadas. Que la lista está elaborada con criterios sin relación con los grupos de activismo o de grupos anticapitalistas lo demuestra su composición misma: el ranking está encabezado por IBM, Intel y el banco HSBC.
Prestigiosas ONG han encadenado informes muy duros contra la empresa
En su informe, Covalence hace referencia a la destrucción de vivendas en los aledaños de la mina de Porgera (Papúa Nueva Guinea), la manipulación de títulos de propiedad sobre la tierra en Chile y Australia, vertidos tóxicos en Tanzania que, según activistas, causó 45 muertos, y los proyectos para extraer oro en Pascua Lama, en la frontera andina entre Chile y Argentina, cuyos preparativos sobre el terreno han provocado ya la disminución de hasta el 70% de tres importantes glaciares, según Greenpeace.
La mina de Pascua Lama y Latinoamérica en su conjunto son precisamente la gran prioridad de Barrick Gold para aumentar sus beneficios en los próximos años, según los últimos informes que la firma ha presentado a los inversores. Las expectativas son altísimas, sobre todo en dos explotaciones mineras que pretenden poner en funcionamiento antes de 2013: la citada de Pascua Lama y la de Pueblo Viejo (República Dominicana).
En ambos casos, prevén una altísima rentabilidad, con costes de producción muy por debajo de las minas que la empresa tiene en EEUU, Australia y África. Barrick Gold estima generar entre ambos un ebitda de 2.800 millones de dólares anuales durante los cinco primeros ejercicios a pleno rendimiento. Es decir, 14.000 millones de dólares en sólo cinco años y dos proyectos.
Esta nueva inyección prevista supondría proseguir aún más la escalada de rentabilidad de la multinacional, ya muy acelerada desde 2007, incluso si disminuyera el precio del oro. En 2010, los beneficios de la empresa generados por las 27 minas que explota en 15 países ascendió a 3.279 millones de dólares.
Reducción de costes
Los proyectos de Pascua Lama y de Pueblo Viejo permitirían a la firma, según sus cálculos, aumentar la producción en 1,5 millones de onzas de oro al año (casi un 20% más), reduciendo simultáneamente el coste global de producción de la compañía en otro 20%, porque, en ambos casos, se trata de “recursos de alta calidad” en proyectos de “bajo coste”, según resalta el informe a los inversores del pasado julio.
Barrick ha suscrito varios programas voluntarios de responsabilidad social
El único problema que le queda sortear a la empresa es la creciente oposición popular, sobre todo en Argentina, que lleva aparejada una pugna legal: ¿se aplicará la nueva ley de protección de glaciares al proyecto? Una amplia plataforma de la que forma parte Greenpeace presiona para que así sea, lo que amenazaría este nuevo filón, tan importante para Barrick Gold.
Leire Urkidi, investigadora de la Universidad del País Vasco, centró buena parte de su tesis doctoral en el proyecto de Pascua Lama y la oposición social que ha generado: “Se trata de minería a cielo abierto, que prevé el uso de cianuro y grandes hoyos en plenos Andes, con rocas sulfurosas que generarán mucha acidez y metales pesados en el agua; además, sólo con los trabajos de preparación ya se ha reducido el tamaño de tres glaciares”, explica. “La oposición se ha extendido a muchos lugares de Argentina y se ha creado una red potente para combatir el proyecto”, añade.
Y con un subcontinente que, a diferencia de Europa, ha virado hacia la izquierda, los movimientos de base que se oponen a la minera no se han quedado sólo en Argentina, sino que se han extendido también a República Dominicana, Perú y Colombia, otro de los países que se propone explorar Barrick Gold.
“Oposición creciente”
“Ahora mismo, Barrick Gold es una de las multinacionales más cuestionadas en toda América Latina y, aunque se gasta muchísimo dinero en lobby, hay una oposición creciente de los movimientos sociales a todos sus proyectos porque es una empresa muy soberbia, contaminante y que arrasa con todo lo que se interpone en su camino”, explica en conversación telefónica desde Quito César Padilla, coordinador del Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL).
Magdiel Carrión, presidente de la Coordinadora Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería, en Perú, se muestra aún más tajante: “Están contaminando nuestros ríos y, por tanto, matando nuestra agricultura y nuestra forma de vida”, subraya uno de los líderes que ha dirigido ya varios paros contra su actividad. Y prepara otra huelga en términos dramáticos: “Vamos a paralizar la producción, aunque cueste vidas, pero no podemos aguantarlo más”.
Andy Lloyd, portavoz de Barrick Gold, declinó explicar si existe alguna relación entre la creciente oposición a la multinacional en Latinoamérica y el fichaje de Aznar. Tampoco quiso detallar su retribución, al ser materia “confidencial”. El portavoz se limitó a recordar por correo electrónico que los asesores aconsejan a la dirección “en aspectos estratégicos y geopolíticos”, que se reúnen una vez al año y que están permanentemente disponibles para asesorar en “asuntos específicos”.
Para Barrick Gold, el asunto específico se llama ahora América Latina.