Roger Agnelli, el ejecutivo brasileño que en una década transformó un conservador productor de hierro como Vale en una potencia minera mundial, está de vuelta. Agnelli fundó el holding AGN Participacoes poco después de su salida de Vale para invertir en biocombustibles y está apostando ahora al enorme apetito mundial por recursos naturales, el potencial de África.

Fuente: Terra

Agnelli, despedido de Vale hace dos años, está apostando ahora al enorme apetito mundial por recursos naturales, el potencial de África y la capacidad de su equipo por trabajar donde otros temen hacerlo.

“Hay un montón de gente del área de finanzas que quiere invertir, que está buscando oportunidades”, dijo el ex banquero sentado en una biblioteca de un hotel en Londres. “Pero gente que vaya al medio de la selva, al medio del desierto a implementar un proyecto… de esos todavía hay pocos”, añadió.

Agnelli fundó el holding AGN Participacoes poco después de su salida de Vale para invertir en biocombustibles.

En julio pasado se asoció con el banco de inversiones BTG Pactual, del multimillonario brasileño André Esteves, para crear B&A Mineracao, un grupo minero que concentrado en fertilizantes, mineral de hierro y cobre en América Latina y Africa.

La empresa con un capital de 520 millones de dólares ya puso a funcionar su dinero, invirtiendo 160 millones de dólares en proyectos de fertilizantes y cobre.

Agnelli, no obstante, dice que es posible captar más fondos y apuesta a que B&A pueda capitalizar las oportunidades a medida que las mineras más pequeñas luchan por conseguir dinero y las más grandes reducen su tamaño a pedido de los inversores.

Hasta ahora pocos compradores se acercaron a esos proyectos indeseados, en especial los que están en regiones más difíciles y riesgosas. Pero Agnelli está feliz de explorar el potencial de proyectos de fosfato en la República del Congo, Etiopía o Costa de Marfil e incluso más allá.

“Estamos eligiendo los mejores activos, los mejores lugares, analizando riesgos y retornos. No tenemos prisa”, afirmó.

B&A no busca participaciones minoritarias. Agnelli se define a sí mismo como un operador apoyado por un equipo de ejecutivos experimentados, muchos de los cuales lo siguieron tras su salida de Vale.

“Queremos reunir activos y proyectos de alta calidad o adquirir algunas compañías con generación de flujo de efectivo para armar una plataforma sólida para crecer a futuro”, dijo Agnelli, que ocupa el puesto de presidente ejecutivo en B&A.

B&A completó el mes pasado la adquisición del grupo de fertilizantes Rio Verde Mineracao, motivado por el crecimiento explosivo de la clase media en países como Brasil y China, donde millones de personas consumirán más granos y carne.

El proyecto de fosfato en Río Bonito, en el norteño estado brasileño de Pará, producirá 150.000 toneladas al año a partir de septiembre.

Su otra apuesta clave fue la chilena Cuprum Resources, que tiene un proyecto de cobre que debe empezar a producir en el 2014.

En un plazo de cinco años, B&A aspira a alcanzar una producción de 30 millones de toneladas anuales de mineral de hierro, 500.000 toneladas de potasio y 1 millón de toneladas de fosfato.

Otra apuesta importante es África.

Agnelli fue despedido de Vale porque en opinión de algunos críticos no estaba invirtiendo lo suficiente en Brasil. Ahora que está al frente de su nuevo emprendimiento, está continuando la estrategia que comenzó como presidente ejecutivo de Vale de entrar en Mozambique, Guinea y otras naciones de África.