Las privadas podran apropiarse de los asteroides y vender legalmente sus materiales a la NASA. Planetary Resources compara la decisión con la conquista del Lejano Oeste. La medida parece contravenir abiertamente los tratados internacionales.
Fuente: El Economista
El comité de Comercio, Ciencia y Transportes del Senado de EEUU ha dado esta semana un paso decisivo para legalizar el aprovechamiento comercial del espacio, con la aprobación de una propuesta legislativa bautizada como “Ley espacial de 2015” y que de hecho permitirá que las empresas se apropien de cuerpos celestes.
La norma defiende la apropiación y utilización de asteroides y otros recursos (minerales y agua) y obliga al Presidente de los EEUU a que facilite “la exploración y la recuperación (sic) de recursos espaciales por parte de los ciudadanos de Estados Unidos”.
Esta regulación, que parece contravenir abiertamente el tratado de Naciones Unidas en el que se contienen las normas de derecho espacial (firmado por cierto por Estados Unidos), pretende eliminar las “barreras administrativas” al desarrollo de una nueva industria a la sombra del sector público: la minería espacial.
¿Propiedad de la humanidad?
Pese a que los tratados del denominado como “espacio ultraterrestre” prohíben de forma clara la propiedad privada más allá de nuestra atmósfera -todo lo que está ahí fuera es, sencillamente, propiedad de la humanidad-, el Legislativo estadounidense habla sin tapujos del derecho de los ciudadanos de la súperpotencia a “poseer, detentar en propiedad, transportar, usar y vender”, en su totalidad o en parte, un asteroide capturado en el espacio, o los recursos espaciales obtenidos de otra forma (como, por ejemplo, mediante la minería en la Luna o Marte).
La inédita decisión de permitir el aprovechamiento privado de planetas o asteroides sigue el concepto de la res nullius en el derecho romano (“cosa de nadie”: aquello que nunca ha sido propiedad de nadie puede ser ocupado) y es el resultado de una campaña muy activa por parte de lobistas como Planetary Resources.
Esta empresa, financiada entre otros por los fundadores de Google Eric Schmidt y Larry Page, se felicitaba sin sonrojo poco después de conocerse la aprobación de la norma, comparando de forma abierta esta nueva y privada carrera espacial con la conquista del oeste norteamericano.
“Estamos orgullosos de tener el apoyo del Congeso. A lo largo de la historia, los gobiernos (de EEUU) han fomentado la ruptura de nuevas fronteras mediante una legislación sensible (a esos intereses). La Homestead Act de 1862 (que regalaba tierra a los colonos) propugnaba la búsqueda de oro y madera, y la actual norma alimentará una nueva economía que abrirá nuevas vías para el crecimiento continuo y la prosperidad de la humanidad”, señala en un comunicado Planetary Resources.
La empresa pretende convertir en negocio la utilización de los asteroides como la materia prima con la que construir y alimentar naves o estaciones espaciales diseñadas exclusivamente para el espacio estelar y no para salir y entrar de la atmósfera terrestre.
Asteroide privado, dinero público
Precisamente la semana pasada un grupo de investigación australiano apuntaba a la viabilidad comercial de un proyecto de este tipo, siempre que su objetivo sea el de usar los materiales del espacio para construir in situ.
Lo que ninguno de los planes de negocio esbozados hasta la fecha explican es que su viabilidad final dependerá siempre, y en último término del presupuesto de una agencia estatal.
Puesto que la exploración de Marte -por ejemplo-, está lejos de ser una empresa rentable, el modelo de Planetary Resources y otras competidoras es simple.
Y pese a los intentos por disfrazarlo de tarea épica, la posición de Planetary Resources no difiere demasiado de la cualquier adjudicatario de un contrato de suministro: extraer los recursos que flotan en el espacio -sin pagar a nadie por ellos- y suministrárselos a la NASA a cambio del dinero público.