El medio ambiente de Alaska es uno de los más sensibles al cambio climático. También es uno de los más ricos en recursos naturales. Los habitantes de la apacible aldea de pescadores al borde de la ensenada Cook, en Alaska, tienen miedo. Saben que se acerca Godzilla con sus garras de metal con el gigantesco proyecto de explotación de carbón que abarcará una extensión de 78 kilómetros cuadrados.

Fuente: BBC

Así describe Al Goozmer, habitante de Tyonek, lo que les espera a él y sus vecinos cuando comience la construcción del gigantesco proyecto de explotación de carbón que abarcará una extensión de 78 kilómetros cuadrados.

La zona es tan rica en este mineral que los indígenas suelen recolectarlo de la orilla de río Chuitna, proveniente de vetas que se adentran en la tierra kilómetros y kilómetros. Alaska tiene más carbón que el resto de los estados de EE.UU. juntos.

Lo que habitantes locales llaman Godzilla es el desarrollo minero que impulsa la empresa PacRim Coal, el cual transformará el paisaje que han visto generación tras generación, una vez que las gigantescas montañas de carbón comiencen a apilarse en lo que será el proyecto minero más ambicioso de Alaska.

El carbón viajará a lo largo de una rampa permanente 18 kilómetros de longitud sobre el río Chuitna. Lo esperaran barcos en la ensenada de Cook. Destino final: China.

Modo de vida en peligro

Al Goozmer y su comunidad consideran que el proyecto será un desastre para el pueblo y para su forma de vida.

“Llamo a este lugar mi catedral, una catedral a cielo abierto. Vengo aquí a rezar y meditar”, dice refiriéndose a la zona donde se une el río con el mar.

El tipo de maquinarias que suelen utilizarse en la explotación de minas de carbón generan preocupación en la comunidad.

Tyonek es un pueblo de 200 habitantes y se encuentra a unos 64 kilómetros de Anchorage, la ciudad más cercana y el centro urbano septentrional de Estados Unidos.

Como el poblado no cuenta con carreteras pavimentadas, los traslados se hacen por avión o en botes cuando el mar está calmado. Los vuelos duran unos 30 minutos y funcionan como si fueran taxis.

Mala experiencia con forasteros

La única iglesia de la localidad es rusa ortodoxa. Los rusos vinieron y se adueñaron da Alaska a comienzos del siglo XIX, impulsados por el comercio de pieles y con la idea de erosionar el liderazgo mundial de Reino Unido.
Luego, dificultades financieras los obligaron a vender el territorio a Estados Unidos en 1867.

Según Goozmer, los rusos convirtieron en esclavos a los antepasados de esta comunidad indígena y les dieron nombres cristianos.

Los proyectos foráneos como los de los rusos nunca han sido bienvenidos en esta zona.

Sus habitantes son llamados “gente de la playa”, hablan un dialecto Athabascan llamado Dena’ina y han hecho de este su territorio por unos 1.000 años.

Para Al Goozmer, los proyectos industriales en esta región siempre han terminado mal.

En aquel tiempo y como ahora, muchos nativos subsistían de la caza y la pesca, siendo el salmón una parte fundamental de su dieta diaria.

“Pesco desde que tenía unos 8 o 9 años y trabajaba con mi papá”, recuerda Frank Standifer, de 61 años, y operador de maquinaria pesada.

“En el pasado hemos visto proyectos de desarrollo en estas tierras y, al final, siempre terminamos volviendo a la pesca”.

Hay recuerdos de pujantes proyectos industriales con petróleo, pesca y madera. Todos han terminado mal.

“Personalmente tuve la experiencia con la industria maderera. Vinieron en la década de 1970 y nos prometieron trabajo. Acabamos siendo simples peones y luego nos despidieron”, dice Goozmer.

En su opinión, se repetirá la historia con el proyecto minero.

“Esos industriales se marchan de nuestras costas con sus bolsillos llenos de dinero y dejan atrás vidas destrozadas y promesas rotas”, afirma.

“Por eso, vemos el proyecto de carbón como Godzilla”.

La riqueza de Alaska

El río Chuitna no es el único lugar en Alaska con cuantiosas reservas de carbón. El Estudio Geológico de Estados Unidos estima que hay más de 4 trillones de toneladas métricas de carbón en Alaska, aunque no está claro cuánto de estas reservas puede ser explotado.

Tyonek es un pueblo de pescadores ubicado al sur de Alaska, en la ensenada Cook, cerca de donde desemboca el río Chuitna.

Pero evidentemente el bajo contenido de azufre, carbón sub-bituminoso, que se encuentra en la cuenca del Chuitna hace que esta zona sea sumamente atractiva para la exportación.

La ubicación geográfica también es un elemento estratégicamente bien pensado. Alaska se encuentra más cerca de China que su principal proveedor, Australia.

La BBC intentó hablar con PacRim Coal para preguntarle sobre los riesgos de impacto ambiental y en la vida de la comunidad de pescadores, pero la empresa ha ha respondido a la solicitud de entrevista.

Sin embargo, de acuerdo con su sitio de internet, la compañía espera producir cerca de 12 millones de toneladas de carbón al año, con lo cual se convertiría en la mina más productiva que la más grande de Rusia.

La empresa promete no afectar el área cercana a la mina. Su portal muestra cómo se han tomado muestras en la zona, de una manera más cuidadosa para no provocar un impacto negativo.

Incluso se comprometen a cuidar al salmón.

La pesca del salmón es vital para el trabajo y la alimentación de las comunidades en esta región.

“Utilizando técnicas implementadas exitosamente en el noroeste del Pacífico y en Alaska en la década de 1960, la crías de salmón y su hábitat serán recreados cerca de la zona donde se ubicará la mina antes que comiencen las operaciones, para sustituir el hábitat que se pierda temporalmente durante las actividades”, Asegura la página web de la compañía.

La compañía afirma que, con esta técnica, después de la operación habrá más desove y áreas de cría que antes del proyecto. Goozmer no está convencido de ello.

En su opinión, lo que realmente ocurrirá es la liberación en el río Chuitna de 7 millones de galones de agua contaminada.

Teme que esas sustancias tóxicas desorienten al salmón que retorna para desovar. Y si el salmón se va, con él se irá buena parte de la fuente vital de proteínas de los habitantes del pueblo y de su cultura.

“Les hemos enseñado a nuestros niños a pescar desde pequeños”, explica Gwen Chickalusion, quien cocina en la escuela del pueblo.

“Si no tenemos peces que pescar, nuestra única opción será ir a Anchorage a hacer mercado, porque aquí no hay donde hacer compras”.

“Ellos dicen que dejarán todo como era antes. Pero, ¿cuántos años tomará eso? ¿Por cuánto tiempo pasaremos hambre hasta que vuelva el salmón, si es que regresa?

Otras voces

Aunque Al Goozmer dice que toda la aldea está en contra del proyecto minero, hay otras voces que no se oponen del todo.

Así como él representa a la Comunidad Indígena de Tyonek, de igual forma existe la Corporación Indígena de Tyonek, la cual ha apoyado públicamente el plan de PacRim Coal.

Bajo lo estipulado en un acuerdo alcanzado en 1971, la corporación indígena fue creada para ser propietaria y administrar los recursos naturales de las poblaciones y las tribus.

La Corporación Indígena de Tyonek, que representa los intereses de varias comunidades en la región, apoya públicamente el plan de explotación minera.

De esta forma, la corporación posee más de 76.000 hectáreas, cuenta con innumerables intereses económicos en sectores como mantenimiento de aviones, servicios de información tecnológica, construcción y mantenimiento en la industria petrolera.

Registra ganancias que rondan los US$100 millones al año y mantiene una plantilla de 1.000 trabajadores.

La corporación firmó una serie de acuerdos con PacRim Coal en 2010. En un reciente comunicado enviado al Departamento de Recursos Naturales de Alaska, aseguró que la empresa mantendría un balance entre el desarrollo minero y la protección del medio ambiente.

“Es una prioridad asegurar la continuidad de la subsistencia de nuestros accionistas y sus oportunidades para la pesca comercial. No obstante, para la corporación tiene igual importancia promover el desarrollo económico y la creación de empleo para los accionistas. Por estas razones apoyamos la explotación responsable del carbón y el proyecto minero en Chuitna”, dice el comunicado de la corporación.

Efecto sobre el cambio climático

“Durante las siguientes dos generaciones, en 20 o 40 años, seguiremos siendo un estado de recursos naturales”, comenta Kara Moriarty, representante de la Asociación de Petróleo y Gas de Alaska.

Muchas empresas que explotan petróleo, carbón y gas esperan resultados de la cumbre sobre el cambio climático en París, para tomar decisiones.

“Puedo argumentar que nadie realiza mejor o más limpias las explotaciones de recursos que Estados Unidos. Por eso, creo que tenemos un papel importante en mostrándole al mundo cómo deben ser aprovechados los recursos naturales de una manera segura para el medio ambiente”.

Cabe destacar que el uso continuo de combustibles fósiles como el carbón forma parte vital de las negociaciones en la cumbre sobre el cambio climático que se celebra en París.

COP21: 6 preguntas para entender por qué es tan importante la cumbre del cambio climático en París
Muchas empresas que explotan petróleo, carbón y gas se encuentran a la espera de los posibles acuerdos que se logren allí para definir cómo proceder con sus inversiones.

Si los acuerdos apuntan hacia un claro abandono del uso de combustibles fósiles en el futuro, entonces las grandes corporaciones podrían reducir los recursos destinados a la extracción de esos combustibles.

Preocupación

Para Goozmer, está claro que si el proyecto de carbón se concreta habrá perjuicios graves para el medio ambiente de la región.

“Alaska es el área más sensible del mundo por los temas de cambio climático. Eso lo vemos todos los días”.
Más allá de eso, para Goozmer es importante la conexión con su familia, su tierra y con el agua.

“El río lleva el nombre de mi abuelo. Uno de mis tíos fue historiador y pastor en esta región. Me enseñó todas las viejas historias sobre quiénes somos y qué somos”.

“No creo que el carbón sea una fuente vital de energía para el mundo o para alguien”.

“Está bien aquí en estas tierras. Deberían dejarlo tal como está”, concluye.