Más de un centenar de personas han proclamado, en una ofrenda al Apóstol en la Misa del Peregrino en Santiago de Compostela, su rechazo al proyecto de reactivación de la mina de cobre previsto en casi setecientas hectáreas de los municipios de Touro y O Pino, por “peligrosa”, “contaminante” y “destructiva”. Los participantes en la protesta iniciaron su marcha reivindicativa a primera hora de la mañana en Arca, en O Pino, desde donde han recorrido 18 kilómetros a pie para mostrar su postura.Fuente: La Voz de Galicia y El Progreso
Los participantes en la protesta organizada por la ‘Plataforma Mina Touro Non’ iniciaron su marcha reivindicativa a primera hora de la mañana en Arca, en O Pino, desde donde han recorrido 18 kilómetros a pie para mostrar su rechazo a la mina que promueve Atalaya Mining, a través de Cobre San Rafael S.L.
A las doce del mediodía la marcha reivindicativa llegó a la plaza del Obradoiro. Tras hacer cola con los centenares de peregrinos y fieles que acudían a la Misa en la catedral, los manifestantes, que habían recabado el permiso previamente, accedieron a la iglesia y dieron lectura de su ofrenda al Apóstol.
En su petición han citado al Papa Francisco y sus palabras en defensa de un desarrollo sostenible e integral, solicitando al Apóstol “que quienes tienen responsabilidades políticas y de gobierno no miren para otro lado, que se impliquen en serio y en cada caso concreto en la protección de la convivencia y la creación”.
Aunque la empresa defiende la creación de empleo que supondrá la reapertura de la mina, los integrantes de la Plataforma replican que no creen “las promesas”. “Estamos tratando de proteger nuestra comarca de la destrucción que ello –la mina– supondría: la pérdida de nuestras casas, nuestros trabajos y la naturaleza”, y para “alejar de este entorno el horror de las explosiones y voladuras constantes”.
Las movilizaciones ciudadanas contra la mina de cobre se iniciaron en agosto de 2017, tras la publicación oficial del proyecto de reactivación de la mina de cobre que había existido en el lugar hasta 1987. Sin embargo, se han intensificado en los últimos meses ante el temor de su autorización definitiva y de los perjuicios que los vecinos sostienen que provocaría tanto al sector ganadero como al turístico.
La portavoz de la plataforma, Obdulia Lareo Currás, ha alertado de que se trata de una mina que “quedaría a escasos mil metros del Camino de Santiago, que es un motor económico que triplica la población de lugares como Arca”, y que encerraría a “la aldea de Arinteiro en Touro en un triángulo equilátero”, al rodearla “de una balsa de lodos tóxicos con una altitud de 81 metros y una longitud de un perímetro de 3 kilómetros, y otra de 55 metros y casi también 3 kilómetros”.
Una de los primeros afectados por la mina, ha proseguido, sería el sector agrícola de la zona. “Va a haber establos que tendrán que cerrar, o llevan a las vacas a pacer a la mina o no van a poder seguir trabajando”, ha explicado.
Aunque la empresa defiende la creación de empleo que supondrá la reapertura de la mina, los integrantes de la Plataforma replican que no creen “las promesas”, sobre todo, tras la experiencia de la mina que existió en la zona hasta 1987 y que generó trabajo “durante solo unos 14 años”, para después dejar allí “la contaminación” y “los lodos”.
“Es una mina que abre sobre una mina vieja, pretenden vender que creará puestos de trabajo locales, pero no hace falta ser muy listo para saber que eso no es real, en la zona no hay mineros, no hay ingenieros de minas, los puestos más técnicos van a venir de fuera”, ha expuesto, “el trabajo va a durar 14 años y sabemos que con la reforma laboral eso no va a ser ni así”.
LA MINA “PODRÍA LLEGAR A SANTIAGO Y A BOQUEIXÓN”. La portavoz de la Plataforma ha incidido en las dimensiones que tendrá la mina. Aunque en su primera fase el proyecto contempla 689 hectáreas, ha asegurado que la empresa “habla de 153 kilómetros en su página web”, lo que “serían 15.300 hectáreas”, por lo que alerta de que la mina no afectaría solo a Touro y O Pino, sino también “a Santiago de Compostela y Boqueixón”.
No obstante, se ha mostrado “optimista” ante la posibilidad de que la Xunta de Galicia paralice el proyecto debido a que “el impacto ambiental es bestial”. De momento, en todo caso, continuarán con las movilizaciones.
Así, para el próximo 10 de junio la Plataforma ha convocado una manifestación en Santiago en la que contará con apoyo de vecinos de la ría de Arousa, en la que desemboca el río Ulla, al que afirman que llegarán los “vertidos contaminantes” y los “lodos” que generaría la mina.