Castilla-La Mancha entierra las aspiraciones mineras de la compañía Quantum mediante una declaración ambiental negativa, fundamentada en los efectos desfavorables que el proyecto produciría sobre el hábitat del lince y el águila imperial, así como otros muchos ejemplares incluidos en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
Fuente: Periódico CLM
Declaración ambiental negativa para el proyecto de minería de tierras raras en la comarca de Campo de Montiel (Ciudad Real). De esta forma, la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha da carpetazo definitivo a la polémica iniciativa presentada por la empresa ‘Quantum’, que afectaba a los municipios de Torrenueva y Torre de Juan Abad.
Un acuerdo adoptado este martes por el Gobierno regional, aunque la decisión ya había sido avanzada por el presidente Emiliano García-Page pocos días atrás. Concretamente, la declaración ambiental negativa emitida por la Junta se basa en la necesidad de protección de la biodiversidad, así como en el hecho de que el proyecto no garantice la disponibilidad de agua necesaria para poder llevarlo a cabo.
Así lo explicaba el responsable del departamento encargado de poner fin al proyecto, Francisco Martínez Arroyo, que tras la decisión del Ejecutivo castellano‑manchego compareció en rueda de prensa para criticar las importantes “lagunas” de la compañía minera en las materias anteriormente mencionadas, lo cual justifica su paralización.
Según el consejero, esta declaración veta la extracción de tierras raras en Campo de Montiel cumpliendo “con todas las garantías jurídicas” y respetando “estrictamente los plazos”.
Será en los próximos días cuando el Diario Oficial de Castilla-La Mancha publique la declaración de impacto ambiental negativa, haciéndose en ese momento oficial la decisión. Un acuerdo fundamentado en los importantes efectos desfavorables que produciría el proyecto sobre especies y los hábitats de interés comunitario existentes en la Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) en el Área Esteparia del Campo de Montiel, que presenta dos núcleos separados entre sí por la zona en la que se pretendía ubicar el proyecto y la cual resulta “esencial” tanto como corredor ecológico, para permitir la conexión entre ambas, como por presentar manifestaciones de dichas especies y hábitats.
Asimismo, en esta declaración de impacto ambiental se destaca que la minería de tierras raras se pretende desarrollar en una zona utilizada por el lince, el águila imperial, el sisón y el milano real, así como por otras muchas especies incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. Asimismo, la legislación europea, nacional y autonómica que regula la Red Natura 2000 y la protección de la biodiversidad en general, no permite considerar compatible este proyecto con la conservación de hábitats y especies de interés comunitario, ni con el resto de valores naturales protegidos.
Por otra parte, también se encuentran entre los fundamentos de este rechazo a la extracción de tierras raras en que la empresa ‘Quantum’ no aportaba una solución para las necesidades de agua del proyecto, siendo éste un elemento imprescindible para su viabilidad, por ser necesario principalmente en el tratamiento del material.
Y es que, tras denegarse por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadiana el aprovechamiento de aguas procedentes del embalse La Cabezuela, las opciones planteadas por el promotor fueron puestas en cuestión por parte de dicho organismo. Así, ni el acceso al agua por disposición legal en las parcelas propias de la empresa, ni el empleo de la compra de derechos para su utilización, ni la obtención a través de los abastecimientos públicos de municipios próximos y su transporte mediante camiones cisterna fueron soluciones valoradas de forma positiva por la Confederación.
De este modo, y puesto que tampoco se ha considerado realista la obtención del agua necesaria de unas aguas subterráneas ligadas a cuarcitas ‑más profundas que los acuíferos convencionales‑ propuesta por el promotor en su última documentación, se ha tenido en cuenta este elemento para su rechazo.
Por todo ello, Medio Ambiente considera que la ejecución del proyecto es incompatible con la conservación de los valores naturales protegidos por la legislación, así como con la sostenibilidad del aprovechamiento de los recursos hídricos necesarios.
Explicados los motivos de la declaración de impacto ambiental negativa, Martínez Arroyo quiso agradecer públicamente el “compromiso con su territorio” a la Plataforma ‘Sí a la Tierra Viva’ y a los habitantes del Campo de Montiel, “con los que siempre hemos sido muy claros” ‑aseguró‑, siendo en todo momento conscientes de la “oposición” existente en la comarca al desarrollo de este proyecto.
“EL TRIUNFO DE LA RAZÓN”
Tras conocer la decisión, desde la Plataforma ‘Sí a la Tierra Viva’ consideran que este rechazo al proyecto planteado para el Campo de Montiel “es el triunfo de la razón frente a la irracionalidad”.
A través de un comunicado el colectivo vecinal felicitaba a las personas y organizaciones que han participado en las movilizaciones contra el proyecto, iniciadas a finales de 2015, al tiempo que avanzaba su intención de seguir trabajando para conseguir una ley regional que limite esta actividad minerapara “descartar la implantación de proyectos en el futuro”.
‘Sí a la Tierra Viva’ ha querido también recordar que desde el principio mantuvo que el proyecto “era claramente inviable a nivel técnico, social y ambiental”por el gran volumen de agua necesario para el proceso de separación de la monacita, fosfato de tierras raras que pretendían extraer, asociado al torio y al uranio.
Este proceso industrial de concentrado que estaba previsto realizarse en una planta situada en Torrenueva, ha subrayado, “habría supuesto la implantación de un programa de vigilancia radiológica ambiental en el entorno al superarse los límites máximo de riesgo radiactivo establecidos por el Consejo de Seguridad Nuclear”.
Explican así que la minería de tierras raras perjudicaría a esta zona, que cuenta con unos altos valores ambientales para especies tan emblemáticas como el águila imperial ibérica, el lince ibérico o el milano y que han sido compatibles con actividades agropecuarias y transformadoras amparadas por denominaciones de origen de calidad.
Del mismo modo, también defendieron desde el inicio que la tramitación del proyecto habría imposibilitado que Campo de Montiel sea declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por sus valores patrimoniales, entre ellos los naturales y paisajísticos.
Asimismo, inciden en el consenso internacional respecto a que “ninguna actividad industrial es tan agresiva como la minería a cielo abierto” debido a sus impactos en el aire, agua y suelo, “destruyendo de manera irreversible el área de explotación y causando alteraciones graves del paisaje circundante y la alteración de las cuencas hídricas superficiales y subterráneas”.
Finalmente aseguran que el proyecto presentado por ‘Quantum’ contemplaba una minería experimental, sin experiencia en Europa, y que “habría supuesto una amenaza inasumible para el futuro”, al haber podido poner “en peligro” miles de puestos de trabajo ya consolidados ligados a sectores productivos básicos como la agricultura, la ganadería, la industria transformadora y el turismo.
Por todo ello consideran que la cancelación del proyecto minero de tierras raras, que debe ser ratificada por la Dirección General de Industria, Energía y Minería tras la resolución ambiental, es “un triunfo de la sociedad civil, la dignidad colectiva”, pero sobre todo “de la razón y el sentido común frente a la irracionalidad de la minería de tierras raras”. En definitiva, “una apuesta por la vida”.
“FRENTE A LA OLIGARQUÍA Y LAS ÉLITES EXTRACTIVAS”
En esta misma línea se pronunciaba el portavoz de Podemos en las Cortes regionales, David Llorente, quien aseguraba que “es un gran día para Castilla-La Mancha”.
Llorente celebra que el proyecto presentado por Quantum no se vaya a poder realizar, y considera la decisión un triunfo “de la razón frente a la irracionalidad” de este tipo de proyectos. Un triunfo también “de la sociedad civil y del pueblo de Castilla-La Mancha frente a la oligarquía y a las élites extractivas”.
En este sentido, el parlamentario autonómico recomendaba a la “empresa pirata” Quantum que desista de presentar recurso a la declaración negativa de impacto ambiental en el plazo de 10 días que tiene para hacerlo. A su juicio, “nos merecemos un poco de tranquilidad después de ese proceso largo”, por lo que cree que la empresa debería “desistir definitivamente y marcharse de Castilla-La Mancha”.
Llorente ha querido agradecer también el “gran trabajo” realizado por la Plataforma ‘Sí a la Tierra Viva’ y a otros colectivos y entidades que se han opuesto al proyecto, que han demostrado que “la lucha y la perseverancia sirven para defender el futuro y los derechos de nuestra tierra”.
Por otra parte, también ha recordado la posición “clara y coherente” que su formación ha mantenido al respecto desde el principio, acompañando a la sociedad civil en las movilizaciones y defendiendo su postura en las instituciones, de forma que incluso en el último debate del Estado de la Región “logramos que el Grupo Socialista se sumara al rechazo a las tierras raras”, ha apostillado.
Podemos va a seguir trabajando en este mismo sentido, ha avanzado Llorente, que aclara: “Sobre todo se trata de ponernos una vacuna para evitar que puedan plantearse proyectos de este tipo”.
APUESTA POR EL DESARROLLO EQUILIBRADO
Mientras tanto, desde el PSOE, su vicesecretaria regional y portavoz, Cristina Maestre, destacaba la importancia de esta decisión para la comarca de Campo de Montiel al haberse logrado “con tesón y determinación” que la declaración de impacto ambiental sea negativa.
Maestre ha destacado que al ser vinculante la declaración negativa y ponerse así fin al proceso, “la lógica preocupación de la comarca debe desaparecer”.
La dirigente socialista ha recordado que el PSOE entendía que este proyecto era “nocivo” para este territorio porque “no preservaba la biodiversidad, no era sostenible y suponía un incremento abusivo del uso y consumo del agua” y, por tanto, no podía salir adelante. Sin embargo ha justificado que el “carpetazo” no se haya producido antes porque “se debían cumplir los trámites que marca la ley en estos casos y era necesario que se realizaran los informes pertinentes y que se cumplieran los plazos establecidos”.
No obstante, ha concluido, el Gobierno regional “tiene muy claro que en Castilla-La Mancha solo se van a impulsar proyectos que promuevan un desarrollo equilibrado de las comarcas, de la provincia y la región”.
DECISIÓN “JUSTA Y FUNDAMENTADA”
Por su parte, desde Ecologistas en Acción califican la decisión del Gobierno regional de “justa y fundamentada”, aun a falta de conocer los detalles de la declaración de impacto ambiental y de que se sustancie el rechazo del proyecto.
Además, atribuyen la decisión a la movilización social y ecologista de la comarca, amparada en “sólidos” argumentos ambientales y socioeconómicos que se haya logrado “tumbar” esta iniciativa minera.
El colectivo considera que las “contundentes” alegaciones presentadas contra el proyecto y los informes de los servicios técnicos de la Consejería “no dejaban lugar a dudas” de que el proyecto era “inviable y dañino”, por lo que “no debía llevarse a cabo”.