El panorama que dibujan las plataformas contra la mina de Touro no es nada halagüeño. El proyecto de extracción de cobre tras el que está la empresa Atalaya Mining supondría unos daños «irreparables e irreversibles», indican. Según los datos que manejan, afectaría a 689 hectáreas «a ceo aberto» y la actividad requeriría «15 millóns de quilos de produtos químicos, algúns deles perigosos e sospeitosos de producir cancro», se construirían dos balsas para los lodos contaminantes «xigantescas» a solo unos 200 metros de la aldea de Arinteiro, las voladuras serían diarias (una media de entre seis y nueve cada jornada) y la nube de polvo con metales pesados que generarían se extendería 15 kilómetros y llegaría a Compostela, al tiempo que «se prevé verter á conca do Ulla os 3.000 millóns de litros de augas contaminadas que permanecen na antiga mina», los cuales -calculan- tardarían en llegar a la ría de Arousa solo medio día.
Fuente: La Voz de Galicia
Así fue expuesto ayer, en la capital gallega, por Aida Suárez y Julia Barbosa, de la plataforma vecinal Mina Touro-O Pino Non; Xoaquín Rubido (Xocas), presidente de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa; y el patrón mayor de A Illa, Juan José Rial. Todos ellos hicieron un llamamiento a la ciudadanía y a las autoridades políticas de los 13 concellos cuyas traídas se abastecen del agua del Ulla para sumarse a una nueva manifestación, que esperan sea multitudinaria, bajo el lema «Non queremos unha herdanza envelenada». Será el 10 de junio en Compostela y con ella buscan «seguir facendo presión» para que la Xunta rechace el proyecto, en este momento pendiente del informe ambiental.
Declararlo espacio protegido
Exigen, además, la recuperación ambiental de los terrenos y canales de agua afectados por la antigua explotación minera y que la zona se declare espacio protegido «pola súa vinculación coa rede Natura 2000».
Suárez señaló que, entre las consecuencias, no solo estaría el peligro de contaminación hidrográfica, también el desvío de dos regatos, la destrucción de puestos de trabajo de ganaderos y agricultores, así como la afección directa al área del Camiño de Santiago a su paso por O Pino. Rial recordó la importancia de la ría de Arousa para muchas familias. De ella dependen el 44 % de las mariscadoras de a pie, más del 41 % de las embarcaciones de artes menores y el 68,7 % de las bateas de mejillón de Galicia, dijo, y las lonjas arousanas mueven más 91 millones de euros anuales. «Se se aproba este proxecto porá en perigo toda a actividade», sentenció.
«Esta non é unha mina calquera, é unha megamina, algo impensable en Galicia, de dimensións proporcionais á catástrofe que pode producir no medio ambiente», señaló Rubido, quien reclamó a la Xunta que apueste por el modelo productivo que genera empleo y riqueza en Galicia frente al proyecto «espoliador que vén de fóra, leva o cobre e o que nos deixa é destrución e miseria». «É unha ameaza para todos», concluyó Barbosa.