El vertido el pasado mes de mayo de aguas tóxicas de una balsa minera ubicada en La Zarza, en Huelva, provocó graves daños medioambientales, en particular al cauce del río Odiel en el que acabaron. Tan graves que la Fiscalía de Huelva cree que los responsables de esas instalaciones mineras pudieron cometer un delito contra el medio ambiente, tipificado en el Código Penal y castigado con penas de hasta cinco años de cárcel.
Fuente: El mundo
Por eso, el fiscal coordinador de Medio Ambiente de Huelva, Alfredo Flores, ha ordenado denunciar el vertido ante los tribunales. Lo ha hecho por medio de un decreto en el que archiva las diligencias de investigación que había abierto el propio Ministerio Público a raíz del derrame y acuerda remitir todos los indicios recabados, junto a su denuncia, a los juzgados de Valverde del Camino.
La Fiscalía señala como responsables del vertido y presuntos autores de un delito contra el medio ambiente del artículo 325 del Código Penal, a los propietarios de los terrenos en los que se asienta la balsa y a los titulares de los derechos mineros del yacimiento de La Zarza, abandonado desde hace años.
Descarta, no obstante, la responsabilidad de la Junta de Andalucía en el vertido, a pesar de que a la Administración autonómica correspondía la supervisión del mantenimiento de estas instalaciones mineras, en desuso como muchas otras en la provincia (sólo en Huelva hay 80 balsas mineras abandonadas).
Según las fuentes consultadas por este periódico, de la investigación que ha llevado a cabo el Seprona de la Guardia Civil con la dirección de la Fiscalía no se desprenden indicios de que la Junta cometiese alguna negligencia.
Al menos por ahora y después de haber pedido explicaciones detalladas a la Dirección General de Minas sobre las inspecciones realizadas en los meses anteriores al derrame de aguas ácidas.
Aunque la Junta no va a tener que responder penalmente por el vertido, sí ha tenido que hacer frente a la factura derivada de los daños causados por el derrame.
Según ha podido saber EL MUNDO de Andalucía, la Consejería de Medio Ambiente se ha gastado alrededor de 1,2 millones de euros en la restauración ambiental tras el vertido de aguas ácidas de La Zarza.
Tratamiento con sosa
De los 300.000 metros cúbicos que almacenaba la balsa minera, la filtración provocó la salida de 250.000 metros cúbicos que terminaron en el cauce del río Odiel.
La solución adoptada por los técnicos de la Junta consistió en tratar esas aguas con sosa, dejando salir de la presa los 50.000 metros cúbicos que quedaban.
En cualquier caso, los efectos que el vertido ha tenido en el río Odiel los van a determinar los expertos, que están elaborando un informe pericial por encargo de la Fiscalía.
Este informe será determinante a la hora de concretar la gravedad del daño y del delito supuestamente cometido por los responsables de la explotación minera y no es el único pendiente.
Además, el juzgado tiene pendiente de recibir un informe de la Escuela de Ingenieros de Madrid acerca de las causas que provocaron la rotura de la balsa.
Las consecuencias del vertido generaron en su momento una gran polémicadespués de que Podemos asegurase que había un estudio de la Universidad de Huelva que afirmaba que las filtraciones habían llegado al mar.