¿Es casual que el medidor de contaminación ambiental de Villar del Arzobispo esté alejado de la ruta que todos los días realizan decenas de camiones que van y vienen de la minas de la comarca? El alcalde de la población piensa que no, y por ello ha pedido que se traslade el aparato al colegio municipal para saber qué aire respiran los niños.

Fuente: La Razón
La presencia de numerosas minas en la comarca de las que se extrae principalmente sílice, caolín y arcilla roja propicia la presencia de polvo en suspensión en el ambiente potencialmente peligroso para la salud.

El grupo de Podemos en Les Corts Valencianes ha pedido a la Conselleria de Medio Ambiente que adopte medidas urgentes para la recuperación ecológica de La Serranía, en esta ocasión, centrando su interés en las minas que pueblan la comarca.

Además, al tratarse la minería de una competencia estatal, la senadora territorial valenciana de Podemos, Pilar Lima, elevará la pregunta a la Cámara Alta para averiguar el estado de las concesiones administrativas.

El polvo en suspensión que parte de las minas, y se reparte también con cientos de camiones de los denominados «bañeras» por las carreteras de la comarca, no es el único problema medioambiental que generan las minas ya que las montañas de áridos que almacenan van disolviéndose poco a poco cuando llegan las lluvias acabando en barrancos y ramblas. Este material acaba «asfaltando» estas vías y terminan con cualquier tipo de vegetación dejando paisajes blancos y desérticos.

La restauración de las antiguas minas es otro asunto pendiente ya que, según denuncia Podemos, hay algunas abandonadas que no han sido restauradas.

La problemática en Los Serranos no es nueva. De hecho, hace años se estudió la posibilidad de rellenar las minas con desechos no contaminantes para luego taparlos con tierra y revegetar la zona, pero la crisis económica dejó este proyecto en el aire.

La diputada autonómica Beatriz Gascó, de Podemos, afirma que la presencia de las minas no solo genera problema medioambientales sino también de salud entre los vecinos de las localidades afectadas y cita Villar del Arzobispo, Bugarra, Higueruelas, Losa del Obispo, La Yesa, Andilla, Titaguas o Aras de los Olmos, principalmente.

Por ello, su grupo ha presentado una pregunta parlamentaria en la que pide a la Conselleria de Medio Ambiente que tome cartas en el asunto, y que instale otros medidores de la calidad de aire para comprobar si existe algún riesgo.

Además, la presencia de la minas tiene daños colaterales que podrían minimizarse, como es el caso de los camiones que todos los días circulan por las carreteras de la comarca. Lo menos preocupante es la contaminación que sus potentes motores generan.

Pero sí el polvo en suspensión que distribuyen por toda la comarca. Las zonas de paso de los vehículos pesados suelen estar cubiertas de un polvo blanquecino que cae de los camiones muchas veces por poco esmero a la hora de tapar la carga.

Además, algunos de los municipios de la Serranía no tienen «variante» y los camiones han de atravesar necesariamente el caso urbano con los riesgos que ello comporta y la alteración de la tranquilidad habitual de unas zonas que son las que menor densidad de población registran de toda Europa.