Al Centro de Salud de Santa Rosa continúan llegando pobladores de esa localidad y de las comunidades aledañas con dolor de cabeza, náuseas, diarrea, vómitos o ardor en los ojos. A 300 llega el número de personas atendidas en el puesto de salud de la comunidad de Santa Rosa. Asimismo, tras el incidente en una estación de válvulas de la mina Antamina, otro menor tiene niveles de plomo superiores a lo permisible.

Foto: Joselyn Damián, una niña de 7 años, es trasladada al Instituto Nacional de Oftalmología.

Fuentes: diarios El Comercio y La República

A 300 llega el número de personas atendidas en el puesto de salud de la comunidad de Santa Rosa, en el distrito de Cajacay, provincia de Bolognesi, en Áncash, tras el derrame de un compuesto de más de 30 minerales el pasado 25 de julio desde la estación de válvulas VS1 de la empresa Antamina.

De ese total, 52 ya tienen diagnóstico. El Comercio pudo conocer que entre ellos se encuentran seis niños y un adulto que superan los límites permitidos de cobre en la sangre, así como un niño con niveles superiores a los permisibles de plomo.

El Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente para la Salud (Censopas), entidad del Ministerio de Salud (Minsa), realizó los análisis de sangre y orina el 27 de julio, dos días después del accidente, para determinar presencia de cobre, plomo y arsénico, los más dañinos para la salud. Respecto a ese último, todos los análisis resultaron negativos.

El alcalde del citado distrito, Felipe Lázaro, expresó ayer su descontento tras conocer los resultados, pues señaló que le parecía imposible que solo haya ocho personas intoxicadas, si los síntomas persisten en más de 200 pobladores.

Persisten síntomas en afectados por derrame

El Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente (Censopas) presentará hoy el resultado de los primeros análisis de sangre realizados a afectados por el derrame del mineroducto de Antamina. Joselyn Damián, una niña de 7 años, es trasladada al Instituto Nacional de Oftalmología.

Los pobladores de la comunidad de Santa Rosa aseguran que persisten los síntomas.

“Aún no tenemos un diagnóstico porque de la nada no se van a enfermar mis comuneros”, denuncia Hilario Morán, presidente de la comunidad.

Solo desde el 3 de agosto, cuando el equipo del Colegio Médico comenzó a atender a los pobladores de Santa Rosa, alrededor de 200 han pasado consulta y los cuadros más graves han sido trasladados a la clínica San Pablo de Huaraz y a Lima.

La niña Joselyn Damián Rivera (7) fue traslada a Lima el 8 de agosto para ser atendida en el Instituto Nacional de Oftalmología (INO) debido a una afección ocular relacionada con la exposición al concentrado de 14 metales, confirmó la portavoz médica.

La familia Damián, como otras del pequeño pueblo de Santa Rosa, fue afectada en su totalidad por el derrame.

Tito Damián Vergara, padre de la pequeña, ayudó a impedir que el concentrado, clasificado por la hoja de seguridad de Antamina como “muy tóxico”, llegara al río. Ludmilla Rivera (28), la mamá, fue ingresada tras el accidente a la clínica San Pablo de Huaraz junto a sus dos hijos: Joselyn (7) y Johan (1). Los tres fueron dados de alta 72 horas después luego de ser tratados con suero, paracetamol y ranitidina. Sin embargo, relatan que los síntomas continuaron.

En el caso de Joselyn, el equipo médico enviado a Santa Rosa decidió este martes trasladarla a Lima, donde tras ser atendida en el INO fue derivada al Instituto Nacional de Salud del Niño, como pudo atestiguar La República.

Según Antamina, desde el derrame, 42 personas han sido ingresadas en Huaraz y luego dadas de alta. Además, según informó La República, al menos 5, entre ellas 3 niños, han sido derivadas a Lima.

La Dirección Regional de Salud (Diresa) no cuenta hasta hoy con listados oficiales de ingresados, según la Defensoría del Pueblo.

La única información existente es suministrada por Antamina, que se ocupa de cubrir los gastos de los afectados.

Antamina promete

En una asamblea celebrada en Cajacay el 8 de agosto, el presidente de Antamina, Abraham Chahuan, se comprometió a indemnizar a Santa Rosa “de acuerdo con el análisis que realice la comisión de Salud”, integrada por representantes del Colegio Médico. La compañía también aceptó financiar parte de un proyecto para la construcción de una represa y canales de riego, además de apoyar la inclusión de Cajacay en el área de influencia de sus operaciones.