Aunque el Pueblo Wixárika está en mesas de diálogo con el Gobierno federal, se entregaron nuevos lotes en el ejido Las Margaritas. Representantes de las comunidades indígenas de Jalisco, Nayarit, Zacatecas y Durango viajaron a la Ciudad de México para exponer las amenazas al ‘corazón sagrado de México’.
Fuente: Informador
27/10/2011. Hace más de un año que la voz colectiva del pueblo wixárika se alzó para exigir la cancelación de las concesiones mineras que la Secretaría de Economía entregó a la minera First Majestic en la Sierra de Catorce, en San Luis Potosí. Sin embargo, la respuesta de las autoridades fue entregar nuevas concesiones de oro en el ejido Las Margaritas, uno de los puntos más importantes en el territorio sagrado de Wirikuta por ser la casa del venado, de Kauyumari, donde se entregan ofrendas y cacería de peyote.
Por ello, bajo el lema “El momento es Ahora”, representantes de las comunidades indígenas de Jalisco, Nayarit, Zacatecas y Durango, reunidos en el Consejo Regional Wixárika, viajaron a la Ciudad de México para exponer las amenazas a Wirikuta, el “corazón sagrado de México”. Hoy miércoles se realizó una rueda de prensa y por la tarde irán a una reunión en Ciudad Universitaria. Mañana, jueves, marcharán hacia Los Pinos para pedir la cancelación de los proyectos mineros.
Cristian Chávez, de la Asociación Jaliscience de Apoyo a Grupos Indígenas, explica que cuando fueron al Archivo General de Minas para ubicar técnicamente los lotes mineros en el municipio de Catorce, hicieron un mapeo con el que dimensionaron el problema, “pues vimos que First Majestic solo tenía una parte de las concesiones”.
La empresa La Golondrina, filial de la canadiense West Timmings Mining, tiene la concesión en Las Margaritas, ejido ubicado en la Zona de Amortiguamiento para Uso Tradicional de la Reserva de Catorce, en el que solo se autorizan actividades tradicionales de aprovechamiento de los recursos naturales que en ellas se realizaban antes del establecimiento de la Reserva, siempre y cuando no ocasionen alteraciones significativas a los ecosistemas. Esto implica que, por supuesto, la minería a cielo abierto no podría ser autorizada.
“Son dos lotes mineros, en La Lira y El Bernalejo, pero no creímos que se activaría tan pronto. Nos alarma porque la empresa dice tener perspectiva de aprovechamiento en varios ejidos de la región, en 150 mil hectáreas. Y a pesar de que no se ha dado formalmente la anuencia del ejido, la empresa ya comenzó a colocar estacas con leyendas que hacen referencia a términos geológicos. Van a pasos muy veloces y si empiezan a deforestar esta zona, afectan el punto más importante de recolección de hikuri (peyote)”.
En toda esta región hay concesiones de plata y oro, aunque también hay cadmio, antimonio y algunas concesiones aparecen como polimetálicos, es decir, que pueden extraer los minerales que encuentren.
En un par de semanas habrá una asamblea en el ejido de Las Margaritas, donde la minera solicitará la anuencia de la población. Por la pobreza de la región, hay gente que está de acuerdo en el proyecto, pero hay otros que saben de los estragos de la minería a cielo abierto y que se han unido al Frente de Defensa de Wirikuta.
Hasta el momento, la minera canadiense no tiene el cambio de uso de suelo ni autorizaciones ambientales. Sin embargo, en México es común que las empresas inicien sus actividades de minería a cielo abierto sin que ninguna autoridad los sancione. Para la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales este es un problema que están analizando para obligar a las empresas a que se apeguen a la legislación ambiental.
“Las nuevas concesiones que aparecieron en el mero corazón de Wirikuta nos conmueven más fuerte, nos duelen fuerte, porque con ello arrancan las velas de nuestro corazón que está en el sitio de Bernalejo”, expresó el wixárika Santos de la Cruz, originario de Bancos de San Hipólito, Durango, en la rueda de prensa que hicieron esta mañana en la Ciudad de México.