Conclusiones de científicos de Baja California Sur, al revisar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto de minería marina Don Diego, alertan que los sedimentos que generará el proceso de extracción dañará el ecosistema marino con “concentraciones tóxicas de metales pesados”.

Fuente: BCS Noticias
En un análisis detallado al documento hecho por expertos en ciencias marinas (quienes solicitaron el anonimato), y que explica los pormenores del proyecto, informaron de manera exclusiva a BCS Noticias, acerca de la influencia de remover el suelo marino resultará en la extracción 7 millones de toneladas de arena fosfática por año, durante 50 años de vida del proyecto.

Lo que más preocupó a los investigadores, surgió al inspeccionar el Anexo 3 de la MIA Composición. Resultados de las pruebas de espectrometría de masas:

“Los resultados de las pruebas de lixiviado indican que la interacción y sobrecarga con agua marina pueden aumentar las concentraciones acuosas de fósforo, fluoruro, aluminio, arsénico, cadmio, cromo, hierro, y níquel. Las concentraciones de níquel y uranio aumentaron con el tiempo de contacto con el agua para todas las muestras de minerales y sobrecarga”.

Simplemente, afirman, el documento que evaluará la autoridad ambiental, no precisa si el uranio es radioactivo, y “la concentración de partículas a lo largo del tiempo; la temperatura y las corrientes también tendrán una influencia muy importante”.

“El material extraído será cargado en la cántara de la draga y durante este proceso el material fino particulados compuesto por arenas y arcillas se regresará al mar (…) El retorno de estas arcillas, además propiciará la disolución de los compuestos y elementos contenidos en las partículas; en primer lugar el fósforo y, en segundo, los metales pesados que se encuentran en cantidades significativas”, explican.

Oceánica Exploraciones buscará la aprobación para explotar fósforo en su forma más común: fosfato del fondo, en una zona que concesionó la Secretaría de Economía. El elemento es un nutriente que se encuentra como mineral y juega una parte fundamental en el crecimiento de organismos.

“Sostiene el crecimiento del fitoplancton constituido tanto por macroalgas como por microalgas. El fitoplancton es la base de la cadena alimenticia marina, es decir son la comida para moluscos y zooplancton; que a su vez es alimento para crustáceos y peces en fases larvales y juveniles”, enfatizan.

Acarrear por 50 años las partículas, conllevaría “a que los efectos nocivos también se mantengan en forma permanente afectando gravemente a las pesquerías de la zona sur de Baja California”.

“El tiempo de exposición de los organismos a los sedimentos y lixiviados de las muestras obtenidas por dragado, es muy corto pues como se menciona, que son pruebas de toxicidad aguda”, manifiestan.

Rechazo del alcalde de Comondú

Entre tanto, el presidente municipal de Comondú, Venustiano Pérez Sánchez, manifestó que su administración es la más interesada en detener cualquier actividad minera en el Golfo de Ulloa.

“Somos los más preocupados porque esto amenaza, independientemente del daño ecológico puntual de la actividad minera, abarca zonas de trabajos de pesquerías, está en la parte de las corrientes que van a Bahía Magdalena; estamos muy preocupados”, resaltó.

Y añadió: “No es viable, porque el mínimo conocimiento dice, que mover las arenas del lecho marino con biodiversidad, generarán problemas”.

Se refirió a la reciente problemática que han tenido en el área destinada para minería marina, en la que se han registrado mortandad de tortuga amarilla y otras especies.

“No concibo que se pretenda una mina marina, en una zona importante de alimentación de tortugas y un paso natural para ballenas; una amenaza de este tipo, creo que la autoridad federal tendrá que hacer conciencia”, reiteró.