Habitantes reportan casos de cáncer en hígado y piel por consumo de agua contaminada con cianuro usado en la extracción de oro por 15 años.
Fuente: diairo Excelsior
17/05/2011. La Minera San Xavier, en San Luis Potosí, saca de 80 a 100 mil onzas de oro al año del Cerro de San Pedro a través de la técnica de extracción a cielo abierto. Diariamente usa 16 toneladas de cianuro y 32 millones de litros de agua.
Durante 15 años, la población se ha opuesto a esas maniobras, pero la subsidiaria de la canadiense New Gold —tras un amparo— mantiene sus operaciones aunque la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) emitió en 2009 una resolución que impide la explotación de ese yacimiento.
El ingeniero Mario Martínez Ramos, quien por años había trabajado en minas, se opone al proyecto desde 1993, pues conoce los riesgos a la salud que implica la explotación de oro a cielo abierto, “como el surgimiento de casos de cáncer por el consumo de agua contaminada por cianuro”.
Problemas en otros estados
La Minera San Xavier continúa sus trabajos a cielo abierto desde hace tres años, y aunque los especialistas calculaban que después de cinco años de operación se verían reportes de cáncer, “ya empezamos a tener los primeros casos de afectación en hígado y piel” por consumo de agua contaminada.
Ése es precisamente el temor que tienen los vecinos de los proyectos mineros de extracción de oro a cielo abierto en Concordia y Pitalla, en Baja California Sur, sobre los que Excélsior publicó en los reportajes La mina de la discordia y Mineras dan espejitos a ejidatarios por sus tierras.
Aunque ninguno de esos dos yacimientos ha empezado a operar por estar en proceso de obtener diferentes permisos, Concordia —propiedad de la minera de capital estadunidense Vista Gold— ha anunciado que usaría 15 toneladas diarias de cianuro, por lo que los hoteleros y agricultores orgánicos que viven cerca de la zona han manifestado su preocupación ante los riesgos de contaminación del agua.
El 1 de julio del año pasado hubo un desastre ecológico de enorme magnitud en el municipio de Maderas, Chihuahua, cuando la empresa Mindfanders que opera la mina Dolores provocó un derrame de cianuro de sodio que no ha podido controlar y que amenaza la cuenca del río Tutuaca. Allí el uso de cianuro es de diez toneladas por día.
La anuencia del gobernador
Martínez Ramos, quien ha encabezado el movimiento de oposición a la Minera San Xavier, explicó que la empresa de capital canadiense llegó a San Luis Potosí hace 15 años.
“En ese tiempo estaba el gobernador Horacio Sánchez Unzueta, y cuando llegó al cargo se encontró con que había un proyecto de ordenamiento de todo San Luis Potosí para proteger a la ciudad ambientalmente”, recordó.
Se hicieron estudios hidrológicos y ambientales y se determinó que el espacio del cerro San Pedro sería una zona de preservación de vida silvestre, cuyo decreto de protección se firmó el 24 de septiembre de 1993.
Cuando Horacio Sánchez llegó a la gubernatura le tocó firmar y publicar ese decreto; sin embargo, el mismo mandatario estatal permitió la entrada de la minera a la zona ya protegida.
Entre 1995 y 1996 la minera hizo labores de exploración, para lo cual consiguió la concesión de la Secretaría de Economía y sólo dio aviso a la de Medio Ambiente (Semarnat), e inició una estrategia para acercarse y “ganar” a los diferentes sectores de la sociedad.
“Y un día, el cura llamó a toda la gente, fue casa por casa pidiendo la presencia del pueblo y diciéndoles que no faltaran y que había algo muy importante que informarles.
“Incluso, nosotros filmamos todo lo que se dijo allí”, aseguró.
Al finalizar la misa, el sacerdote anunció al representante de la Minera San Xavier. El individuo empezó a explicar que la empresa había decidido llevar sus trabajos de explotación a la zona y que traería muchos beneficios al pueblo de Cerro de San Pedro, el cual “resurgiría como el Ave Fénix” con la creación de empleos.
Ramos continuó: “Pero en un momento de su discurso se contradijo el funcionario de la minera cuando señaló que ‘este pueblo va a resurgir como en sus buenos tiempos… nada más que hay un problema… el proyecto requiere la desaparición del pueblo… el pueblo tiene que ser reconstruido en otro lado porque encontramos un banco mineralizado y lo vamos a explotar'”.
El activista dijo que después de la explicación la gente se enardeció y terminó por correr al trabajador de la minera.
Sin embargo, la empresa ha usado todos sus medios para explotar el yacimiento a cielo abierto.