Saltillo .- Trabajadores con sueldos miserables y empresarios que obtienen millonarias ganancias protagonizan el día a día en las minas de Coahuila, en donde el recuento de obreros que fallecieron por omisión de los patrones alcanza en el último siglo mil 604, de los cuales, 65 quedaron sepultados al interior de Pasta de Conchos que, ante la negativa de las autoridades por el rescate de sus restos, se convirtió en su tumba permanente.
Los registros desde 1889, revelan que la explosión ocurrida aquél sábado 19 de febrero del 2006 en San Juan de Sabinas no fue la de mayor número de muertos, pero sí la de mayor impacto, pues su manejo mediático derivado de la postura de autoridades atrajo los ojos del mundo, además de que es el único caso en el que no se ha logrado el rescate de los cuerpos.
Datos oficiales establecen que en Coahuila son 3 mil los hombres que diariamente bajan hasta las profundidades de la tierra para extraer carbón, distribuidos en las 120 minas existentes en la Región Carbonífera a través de excavaciones de hasta 15 ó más metros de profundidad, bajo el riesgo siempre latente de no salir.
Sólo en el Estado se producen más de doce millones y medio de toneladas de carbón mineral, pues Coahuila alberga el 90 por ciento de las minas de Carbón del país, la gran parte de ellas, sin las adecuadas medidas de seguridad para sus trabajadores.
Son hombres que ante la falta de oportunidades tienen que integrar a sus hijos en estas labores, entre el polvo y el insoportable calor, que además de los riesgos de accidentes, traen consigo inevitables complicaciones a su salud.
De acuerdo al médico Carlos Paredes, la Neumoconiosis es la enfermedad del minero, un padecimiento pulmonar que resulta de la inhalación del polvo del carbón mineral, grafito o carbón artificial durante un período prolongado, y la mayoría de las personas que la padecen tienen un promedio de 50 años. También pueden desarrollar fibrosis pulmonar y cáncer de pulmón.
Gran parte de los trabajadores en Coahuila están subcontratados, y de acuerdo a testimonios de quienes se dedican a la extracción de carbón, el salario es más bajo casi en un 30% al de otras actividades que representan menos riesgo laboral.
No obstante que, los trabajadores mineros cumplen jornadas superiores a las 48 horas a la semana.
El salario de un minero mexicano, equivale a 7 por ciento del que obtienen sus pares, en Estados Unidos y Canadá.
De acuerdo a las estadísticas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el salario promedio de los mineros de Coahuila es de 130 pesos, oscilando entre los 400 y 800 pesos semanales, según trabajen bajo contrato colectivo o para una compañía contratista.
El de la industria maquiladora es de 255 pesos, pero el minero de Pasta de Conchos ganaba sólo 60% de ese salario. Así, los mineros de Coahuila ganan menos que un albañil y 55% de lo que recibe un empleado de comercio.
En contraparte, Minera México propietaria de la empresa en donde por negligencia murieron 65 mineros en Pasta de Conchos, es la compañía minera más grande del país, pues produce 90 por ciento del cobre nacional, al igual que oro, plata y zinc, y está valuado en más de 9 mil millones de dólares. Pertenece al Grupo México, también uno de los principales grupos empresariales de México.
Bajo estas condiciones, miles de hombres de entre 18 y 60 años de edad arriesgan diariamente su vida, esperando no entrar a la larga lista de muertos que cada año se incrementa a razón de que las acciones emprendidas por las autoridades resultan insuficientes para ofrecer un espacio laboral seguro, pues la inminente necesidad de empleo los obliga a entrar a un estado de conformidad con el único objetivo de llevar alimento a sus hogares.
Jessica Rosales