PANAMÁ — El gobierno panameño de Ricardo Martinelli, se comprometió el domingo a “no iniciar, promover ni aprobar” durante su gestión ningún proyecto minero en territorios indígenas, dado el aumento y la beligerancia de las protestas contra la minería, anunció el ejecutivo.
El gobierno panameño hizo público su “firme y categórico compromiso de no iniciar, promover ni aprobar” durante su gestión “la explotación de Cerro Colorado ni ningún otro yacimiento en las comarcas indígenas”, dice un brevísimo comunicado divulgado el domingo por la Presidencia panameña.
El gobierno había anunciado su intención de licitar un yacimiento de cobre en Cerro Colorado, en la comarca indígena Ngöbe-Buglé, donde habría 17 millones de toneladas, equivalentes a tres años de la producción chilena, la mayor del mundo, o al 85% de la demanda total mundial prevista para 2011.
Martinelli aprobó este viernes un proyecto que reforma un código minero de 1964, donde las empresas concesionadas pasarán a pagar de 2% a 5% en regalías por producción en todos los minerales y las fianzas de las concesiones de exploración pasan de 10 centavos de dólar por hectárea a 50 dólares.
Las potenciales ganancias en oro y en cobre de los cuatro principales yacimientos del país se estiman en 10.400 millones de dólares anuales, de los cuales el Estado panameño recibiría unos 400 millones.
Amplios sectores sociales habían pedido reiteradamente a Martinelli una moratoria sobre minería y la celebración de un diálogo nacional que terminara en un referéndum para atenuar la tensión social que han producido estas reformas, ampliamente rechazadas según las encuestas.
Para el martes, grupos indígenas de la comarca Ngöbe-Buglé tienen convocadas diferentes protestas que se teme terminen en violentos incidentes como los acaecidos en julio contra otras reformas que dejaron un saldo de al menos dos muertos y centenares de heridos.