La compañía canadiense Fortuna Silver Mines reconoció que las lluvias recientes causaron un desbordamiento de los residuos sólidos y líquidos de su subsidiaría la mina La Trinidad, ubicada en la comunidad de San José del Progreso, que contaminó el río El Coyote, de Magdalena Ocotlán.
Fuente: El Excelsior
Los desechos tóxicos, propiedad de Fortuna Silver Mines, provocaron la contaminación del río El Coyote, el cual sirve para el pastoreo de animales, y los pozos que abastecen a la comunidad
A través de un comunicado, fechado en Vancouver, la minera trasnacional aceptó que el volumen de lluvias causó el derramamiento del estanque de emergencia, donde se acopian los residuos de la extracción de la mina, conocida como “presa de jales”.
El desbordamiento ocurrió durante aproximadamente dos horas y tuvo un registro de mil quinientos metros cúbicos de agua, que transportaba sedimentos y pequeñas cantidades de relaves finos, desde el sistema de drenaje de la instalación hasta el río El Coyote.
Los desechos tóxicos, propiedad de la empresa canadiense Fortuna Silver Mines, provocaron la contaminación al verter en el río El Coyote, del que dependen cientos de familias campesinas del municipio de Magdalena Ocotlán, sólidos sueltos y líquidos de desecho de la explotación minera de la empresa Cuzcatlán, filial de la canadiense. a una hora al sur de la ciudad de Oaxaca.
Según la denuncia, el río desemboca en el paraje conocido como La Ciénega, donde se encuentra un retén de agua, que sirve para el pastoreo de animales, y los pozos que abastecen a la comunidad.
Según la denuncia, el río desemboca en el paraje conocido como La Ciénega, donde se encuentra un retén de agua, que sirve para el pastoreo de animales, y los pozos que abastecen a la comunidad.
La compañía dijo que notificó el desbordamiento a funcionarios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el día del incidente, y actualmente, trabaja con autoridades federales, estatales y locales, mientras se realizan inspecciones en sus instalaciones.
La compañía acusa a las lluvias pero no son precisamente las lluvias las que producen desechos tóxicos.