Mineros de Pasta de ConchosEl principal sindicato minero mexicano recordó hoy “los cuatro años de impunidad” desde la tragedia del yacimiento de Pasta de Conchos, en la que fallecieron 65 trabajadores por una explosión de gas grisú.

Fuente: EFE

México, 18/02/2010. En una publicidad pagada en la prensa nacional, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares (SNTMMSS) califica el siniestro de “homicidio industrial”, ya que responsabiliza de él a la compañía Grupo México.

“En una actitud cobarde, nunca se presentaron a la mina ni el ex presidente Vicente Fox (2000-2006), ni el presidente de Grupo México, Germán Larrea”, denuncia la organización en el texto.

La explosión que detonó la tragedia sucedió el 19 de febrero de 2006 y, por los riesgos que presentaba recuperar los cuerpos, aún permanecen sepultados en el lugar de los hechos 63 de los 65 fallecidos.

Los mineros y sus familias han presentado reclamos en diversas ocasiones para que los cuerpos sean recuperados y en relación con las indemnizaciones, protagonizando protestas públicas a tal efecto.

“Pasta de Conchos es una historia siniestra de impunidad, de corrupción, de complicidades, de autoritarismos y de abusos de poder”, apuntan los mineros, que extienden también reproches al actual presidente, Felipe Calderón.

El sindicato reclamó de nuevo el rescate de los cadáveres, ayuda económica para las viudas “y no las miserables migajas que Grupo México les ha querido dar”, y, finalmente, “el castigo a los verdaderos responsables de este crimen industrial”.

El sector minero de México ha vivido desde entonces turbulencias, debido a los conflictos entre obreros y corporaciones y a controversias con el Gobierno.

Poco después de la tragedia de Pasta de Conchos, el líder sindical minero, Napoleón Gómez Urrutia, huyó a Canadá para evitar una citación ante las autoridades para responder por el presunto desvío de 55 millones de dólares de un fondo de los trabajadores.

El dirigente, que hasta la fecha continúa viviendo en Canadá (lujosamente, según reportes de la prensa mexicana), ha impulsado desde entonces una campaña de huelgas en el sector.

Ello provocó, entre otras consecuencias, que la mina de Cananea, la explotación de cobre más importante del país, lleve inactiva casi tres años.

Se han producido diversas tensiones internas entre los mineros a partir del liderazgo de Gómez Urrutia, que han derivado en la fragmentación del sindicato en varios grupos disidentes.

Los firmantes de la publicidad pagada en la prensa de hoy son partidarios del líder huido.

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México: A cuatro años del desastre minero en Pasta de Conchos

Fuente: Kaosenlared.net

19/02/2010. El desastre minero en Pasta de Conchos, es prueba fidedigna del desprecio que la élite política, en complicidad con la clase empresarial, siente hacia el pueblo trabajador…

Un día como hoy pero de hace cuatro años 65 trabajadores mexicanos fallecieron debido a la negligencia de un grupo empresarial que en nada se preocupó por otorgar a sus empleados las condiciones mínimas de seguridad para poder llevar a cabo sus labores.

El desastre minero en Pasta de Conchos, hace cuatro años, es prueba fidedigna del desprecio que la élite política,   en complicidad con la clase empresarial,   siente hacia el pueblo trabajador, aunque ya para nadie esto es una novedad.

Desde antes que ocurriese la tragedia ya los propios trabajadores habían expresado la inseguridad de estas minas.  Como es costumbre en la clase empresarial, que   en este caso se trató de Grupo México, hicieron oídos sordos a los reclamos de las demandas de los trabajadores.

Las consecuencias fueron fatales, 65 trabajadores mexicanos dejaron a sus mujeres, a sus madres,   a sus hermanas, a sus hijas e hijos con el dolor y la rabia de saber que los culpables de esas muertes siguen hoy gozando de plena libertad.

Las autoridades mexicanas en esa ocasión mostraron, una vez más,   para quien administran el país-digo administran porque lo que lo que ellos hacen ni siquiera se puede llamar gobernar-protegieron a toda costa a Grupo Minero México y a Germán Larrea, ignorando de esta manera a los familiares que aun hoy, cuatro años después de la tragedia continúan clamando justicia, la cual, todo parece indicar que no les llegará por parte de las autoridades mexicanas y es por ello que se han visto en la necesitad de acudir a instancias internacionales.

En ese entonces la irresponsabilidad del gobierno llego al grado de politizar 65 muertes. Los Pinos lejos de actuar como debía en ese momento, jugó con el dolor de las familias de los fallecidos en la tragedia de aquel 19 de febrero de 2006.

La principal respuesta que se obtuvo por parte del gobierno mexicano, en ese entonces encabezado por Vicente Fox Quezada, fue una campaña de persecución en contra del líder del sindicato minero Napoleón Gómez Urrutia, quien hasta antes de la tragedia parecía tener buenas relaciones con Los Pinos, pero después del desastre en Pasta de Conchos empezó a resultar un personaje incomodo para las autoridades mexicanas.

Primero con Vicente Fox, ahora con Felipe Calderón, la clase trabajadora continúa en el olvido total.  La ultraderecha en el poder no ha hecho otra cosa   más que asestar golpe tras golpe al pueblo mexicano.   Hoy por hoy, el propio gobierno mexicano es quien esta preparando las condiciones necesarias   para que el malestar social generalizando llegue a un punto de ebullición.

La tragedia de Pasta de Conchos es solamente un botón de muestra del gran desprecio hacia el pueblo trabajador. Así como en su momento Vicente Fox ignoró a las familias de los fallecidos en la mina, hoy Felipe Calderón ignora el dolor de un pueblo entero, que día con día lucha por sobrevivir en un país donde la clase política le sirve a un puñado de empresarios y a uno que otro sindicato “charro” acomodado a sus intereses, mientras golpea a verdaderos sindicatos que velan por el intereses de las clases trabajadoras, como es el Sindicato Mexicano de Electricistas y deja sin empleo a miles de mexicanos con el inconstitucional decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro, que como ya es sabido por muchos, esta maniobra también se hizo a favor de la clase empresarial.

Aunque el gobierno mexicano insista en olvidar esta tragedia, Pasta de Conchos seguirá viva en la memoria de muchos mexicanos que hasta el día de hoy, cuatro años después, continuamos exigiendo justicia.