Pobladores de los municipios de Escuintla y Acacoyagua exigen el cierre definitivo de las minas a cielo abierto La Libertad-Cristina, Los Cacaos, Magnolia y Emiliano Zapata, ubicadas en la el Soconusco de Chiapas, en la región colindante con la reserva de la biósfera El Triunfo.
Fuente: Aristegui Noticias
Los inconformes habitan en la zona de impacto de estas minas que hasta hace unos años extraían titanio y otros minerales, y cuyas concesiones permanecen vigentes aún cuando hicieron un impase en la explotación, debido a las protestas de la población y a los obstáculos para llevar el mineral hasta la zona de exportación.
Sin embargo, los integrantes de la Red Mexicana de Afectados por la Minería y del Movimiento de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos en Chiapas explicaron que los empresarios mineros mantienen la maquinaria en la zona de las minas, en espera de reactivar la extracción.
“Durante el tiempo que operaron (unos 4 años), estas minas contaminaron los ríos Cacacaluta, Chicol y Chaltete Madre Vieja. De estos ríos se abastece la población de Escuintla y Acacoyagua. También desembocan en los sistemas lagunarios y esteros de la costa de Chiapas”, explicó Romeo García Cortes, uno de los manifestantes.
Temen se reactive la extracción minera
Actualmente en Chiapas están vigentes 99 concesiones para la extracción y explotación de oro, plata, cobre, plomo, zinc, titanio, fierro y barita, en una extensión de 1.5 millones de hectáreas.
Al menos 22 de estas 99 concesiones están a nombre de Tristán Canales Reyna, su esposa, Diana Luna Hernández y su hija, María Cristina Canales Luna. Tristán Canales Reyna es hijo del diputado federal priísta, Tristán Canales Najar, quien también es vicepresidente de Información y Asuntos Públicos de Grupo Salinas, consorcio de Ricardo Salinas Pliego.
A unos tres kilómetros de la cabecera municipal de Escuintla, los concesionarios almacenan en una bodega al menos 50 toneladas de titanio extraído de la mina La Libertad-Cristina, y junto a la montaña de titanio ya triturado, se encuentran los vagones del tren que comunica a Puerto Chiapas, a través de donde esperan exportar el mineral.
Romeo García Cortés explicó que los operadores de Tristán Canales les hicieron saber a los habitantes de la región, que esperan que el gobierno federal, a través del proyecto de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), les otorgue las facilidades arancelarias y de infraestructura para reactivar la explotación de las minas en la zona.
“Una de las personas que impulsa actualmente la puesta en operación de las ZEE en Chiapas, es el senador Luis Armando Melgar (del Partido Verde Ecologista de México), quien también es operador de Ricardo Salinas Pliego”, detalló.
“El impulso que actualmente están dando esos políticos a las zonas económicas especiales (cuyo proyecto incluye la ampliación de Puerto Chiapas) nos hace temer que en cualquier momento la extracción minera se reactive. Por ello estamos exigiendo la cancelación definitiva de las concesiones mineras, porque ya hay personas afectadas en su salud por la contaminación que dejaron las minas cuando estuvieron activas. Ya hay estudios de impacto ambiental que demostraron el efecto negativo de esas minas en la reserva de la biófera El Triunfo y en el sistema lagunario de la costa. No queremos que esto se reactive”, detalló Romeo García.
Especialistas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) publicaron en 2015 el estudio “Impacto de los proyectos minero metálicos en áreas prioritarias para la conservación en Chiapas: estudio sobre las amenazas a la biodiversidad en la sierra madre”, en donde detallan el impacto negativo de la industria minera en la zona.
Los manifestantes advirtieron que no permitirán que en su territorio se reactive la extracción minera. El pasado fin de semana conformaron el Frente Popular en Defensa del Soconusco, acompañados por habitantes de los municipios de Comalapa y Huehuetán y por la sociedad civil Las Abejas de Acteal.
Recientemente, Luis Armando Melgar, senador chiapaneco por el Partido Verde, hizo su declaración 3 de 3, en la que reconoció que poco más de 6 de los 8 millones de pesos que recibe anualmente, provienen de su trabajo en Proyecto 40, otra de las empresa de Ricardo Salinas Pliego.