Grupo México y Germán Larrea continúan impunes a pesar de que reconocieron su responsabilidad por el mayor desastre ambiental en la historia de la minería nacional, concluyeron habitantes del río Sonora afectados en su salud y economía por el derrame tóxico de la mina de Cananea.
Fuente: Excelsior
Los damnificados por la contaminación de la cuenca participaron en un encuentro con activistas sociales, el cual derivó en un posicionamiento que será entregado a las autoridades.
Grupo México y Germán Larrea continúan impunes a pesar de que reconocieron su responsabilidad por el mayor desastre ambiental en la historia de la minería nacional, concluyeron habitantes del río Sonora afectados en su salud y economía por el derrame tóxico de la mina de Cananea, Buenavista del Cobre.
Los damnificados por la contaminación de la cuenca participaron en un encuentro con activistas sociales, ambientalistas, catedráticos, investigadores, especialistas en biología, química y metalurgia, quienes ofrecieron las ponencias “Río Sonora a dos años del derrame”, las cuales tuvieron lugar en el salón ejidal de Aconchi, uno de los siete municipios que padecen escasez de agua potable para consumo humano y actividades productivas.
“El gobierno federal le ordenó a Grupo México la remediación del daño pero el consorcio minero y su directivo Germán Larrea han incumplido en todos los puntos importantes para la sociedad incluyendo la limpieza del caudal, la instalación de plantas potabilizadoras con la tecnología para filtrar metales pesados, la construcción de una clínica para atender a los afectados en su salud, sin embargo, no han sido sancionados y nadie fue juzgado”, recalcó uno de los ponentes.
Luis Cano, representante legal de la asociación civil PODER, advirtió que el consorcio Grupo México está buscando algún recurso legal para abandonar el Comité Técnico del Fideicomiso río Sonora e incumplir con las obligaciones para el resarcimiento de los daños que le impuso el Gobierno Federal.
Como resultado de “Río Sonora a dos años del derrame” los participantes elaboraron un posicionamiento que será entregado a las autoridades competentes e incluso a instancias internacionales como la Comisión Interamericana de lo Derechos Humano para que obliguen a la empresa a que asuma su responsabilidad.
El encuentro fue organizado por el Comité de Cuenca del Río Sonora; la Red Fronteriza de Salud y Ambiente; el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS) y la asociación civil Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER); contó con la participación de habitantes de la ribera, mineros de Texas y Arizona en Estados Unidos, así como delegaciones de la Ciudad de México, Puebla y Jalisco.
El 6 de agosto de 2014, 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico escaparon de la mina Buenavista del Cobre recorriendo 270 kilómetros por los ríos Bacanuchi y Sonora que atraviesan los municipios de Arizpe, Banámichi, Aconchi, San Felipe de Jesús, Huépac, Baviacora y Ures; para finalmente quedar depositados en la presa, Rodolfo Félix Valdez, El Molinito, de donde se abastece de agua potable a la capital del estado.
Tragedia ambiental
El 6 de agosto de 2014, 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico provenientes de la mina Buenavista del Cobre fueron derramados en aproximadamente 270 kilómetros de los ríos Bacanuchi y Sonora, los cuales pasan por los ayuntamientos de Arizpe, Banámichi, Aconchi, San Felipe de Jesús, Huépac, Bavicora y Ures.
El líquido derramado quedó depositado en la presa Rodolfo Félix, en donde se abastece de agua potable a la capital del Sonora.
Afectados por el desastre ambiental señalan que, aunque el gobierno federal ordenó la inmediata reparación del daño, el consorcio minero y su directivo, Germán Larrea han incumplido en varios puntos acordados.
Entre las omisiones del consorcio se denuncia que no se ha realizado la limpieza del caudal, la instalación de plantas potabilizadoras con tecnología para filtrar metales pesados, y la construcción de una clínica para atender a los afectados, entre otros.
Los damnificados por la contaminación de la cuenca participaron en un encuentro con activistas sociales, ambientalistas, catedráticos, investigadores, especialistas en biología, química y metalurgia, quienes ofrecieron las ponencias “Río Sonora a dos años del derrame”, las cuales tuvieron lugar en el salón ejidal de Aconchi, uno de los siete municipios que padecen escasez de agua potable para consumo humano y actividades productivas.
“El gobierno federal le ordenó a Grupo México la remediación del daño pero el consorcio minero y su directivo Germán Larrea han incumplido en todos los puntos importantes para la sociedad incluyendo la limpieza del caudal, la instalación de plantas potabilizadoras con la tecnología para filtrar metales pesados, la construcción de una clínica para atender a los afectados en su salud, sin embargo, no han sido sancionados y nadie fue juzgado”, recalcó uno de los ponentes.
Luis Cano, representante legal de la asociación civil PODER, advirtió que el consorcio Grupo México está buscando algún recurso legal para abandonar el Comité Técnico del Fideicomiso río Sonora e incumplir con las obligaciones para el resarcimiento de los daños que le impuso el Gobierno Federal.
Como resultado de “Río Sonora a dos años del derrame” los participantes elaboraron un posicionamiento que será entregado a las autoridades competentes e incluso a instancias internacionales como la Comisión Interamericana de lo Derechos Humano para que obliguen a la empresa a que asuma su responsabilidad.
El encuentro fue organizado por el Comité de Cuenca del Río Sonora; la Red Fronteriza de Salud y Ambiente; el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS) y la asociación civil Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER); contó con la participación de habitantes de la ribera, mineros de Texas y Arizona en Estados Unidos, así como delegaciones de la Ciudad de México, Puebla y Jalisco.
El 6 de agosto de 2014, 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico escaparon de la mina Buenavista del Cobre recorriendo 270 kilómetros por los ríos Bacanuchi y Sonora que atraviesan los municipios de Arizpe, Banámichi, Aconchi, San Felipe de Jesús, Huépac, Baviacora y Ures; para finalmente quedar depositados en la presa, Rodolfo Félix Valdez, El Molinito, de donde se abastece de agua potable a la capital del estado.
Tragedia ambiental
El 6 de agosto de 2014, 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico provenientes de la mina Buenavista del Cobre fueron derramados en aproximadamente 270 kilómetros de los ríos Bacanuchi y Sonora, los cuales pasan por los ayuntamientos de Arizpe, Banámichi, Aconchi, San Felipe de Jesús, Huépac, Bavicora y Ures.
El líquido derramado quedó depositado en la presa Rodolfo Félix, en donde se abastece de agua potable a la capital del Sonora.
Afectados por el desastre ambiental señalan que, aunque el gobierno federal ordenó la inmediata reparación del daño, el consorcio minero y su directivo, Germán Larrea han incumplido en varios puntos acordados.
Entre las omisiones del consorcio se denuncia que no se ha realizado la limpieza del caudal, la instalación de plantas potabilizadoras con tecnología para filtrar metales pesados, y la construcción de una clínica para atender a los afectados, entre otros.