La disputa por el agua en las áreas mineras entre comunidades e industria comenzó a evidenciarse, a través de conflictos sociales alertó el investigador de la Universidad de Sonora (Unison), Miguel Rangel Medina. Explicó que la cada vez más difícil disponibilidad de agua generó la competencia entre la actividad minera y las comunidades y poblaciones cercanas.
Fuente: Notimex
Rangel Medina, profesor-investigador del Departamento de Geología de la Unison señaló que el cuidado del agua y del medio ambiente, así como las relaciones con la comunidad van de la mano en la minería. Consideró urgente la atención a estos temas por parte de especialistas, como geólogos, a fin de encontrar las soluciones más adecuadas en esos tres puntos que son el agua, el medio ambiente y las comunidades.
Los profesionales de la geología que opten por desempeñarse en el campo de la minería, deberán enfrentar retos y actuar ante situaciones como extraer agua en zonas inundadas de una mina o bien una contingencia lluvias y escurrimientos extremos, anotó.
Respecto de la parte hidrogeológica-ambiental, dijo que se relacionarán con temas como contaminación, el buen resguardo y el desecho de materiales, la construcción de presas de jales; así como la construcción de patios de lixiviación bajo condiciones adecuadas.
El también profesor de la materia de Geología Ambiental indicó que “los geólogos en general estamos muy mineralizados. La mayor parte de los egresados van y encuentran trabajo en el área minera, pero hacen poco énfasis en el medio ambiente”.
Se requiere, además, que los egresados tengan información suficiente cuando llegan a una mina, porque desconocen gran cantidad de elementos como normatividades, características sociopolíticas de las comunidades, de organizaciones nacionales e internacionales y de derechos humanos que intervienen a la hora de un conflicto.
El presidente de la Asociación Internacional de Hidrogeología Capítulo México, mencionó que México cuenta con muy pocos hidrogeólogos, disciplina que atiende el agua subterránea. “Creo que a nivel de doctorado no somos más de 35”, indicó.
Por ello, subrayó, se requiere que los estudiantes tengan más conocimiento y que entiendan que realmente el entorno del agua no es tan fácil y anotó que una mina no puede trabajar si no existe este recurso. “La exigencia por parte de muchas comunidades se ha incrementado en los últimos años, y ya no es tan fácil obtener agua”, advirtió.