La comunidad de Tzawata localizada en la provincia del Napo, Cantón Carlos Julio Arosemena Tola, reclama sus tierras ancestrales que fueron robadas hace más de 100 años por el régimen hacendatario, “el patrón Carlos Sevilla quien desplazó con engaños de su territorio a nuestros abuelos, a cambio de una bolsa de sal, machetes, un par de botas o simplemente haciéndoles compadres”, denuncia Ramiro Aguinda, presidente de esta comunidad.
Fuente: Indigenous Peoples Issues and Resources
28/07/2010. Así se consolida la hacienda San Carlos en territorio de la comunidad Tzawata, la cual posteriormente es vendida por sus herederos, hasta llegar a manos de la empresa minera Merendon del Ecuador S.A.
Luego de realizar por tres años la explotación de oro a cielo abierto, contaminando así el aire, el agua, la tierra y causar enfermedad en la población, hoy pretende vender estas tierras contaminadas a sus verdaderos dueños.
Han pasado 100 años para que el sueño de los abuelos de ver la libertad y recuperar su territorio se haga realidad. Ahora los/as hijos/as y nietos/as de Tzawata están posesionados de su territorio desde hace 5 meses y dispuestos ha llegar hasta las últimas consecuencias. ¡Somos la voz de nuestros abuelos que vibra en la selva, no nos rendiremos estamos en pie de lucha para recuperar el territorio que nos pertenece!, dicen los comuneros.
La compañía Merendon del Ecuador S.A. se ha valido del Gobernador y el Intendente de Policía del Napo para desalojar a la comunidad por dos ocasiones, han quemado sus casas y fumigado los cultivos, pero no han apagado el fuego de la lucha, al contrario la fortalecen pues la gente esta más unida que nunca, añade Aguinda.
Frente a este hecho que atenta contra los derechos ancestrales de los pueblos indígenas, las familias de Tzawata han decidido resistir a los desalojos perpetrados por la fuerza pública -dos intentos realizados hasta el momento-, así como a los amedrentamientos de los cuales son objeto sus dirigentes. La comunidad Tzawata está en pie de lucha por su territorio.
En conocimiento de este caso, el 19 de julio de 2010, las delegaciones de la CONAIE y CONFENIAE visitaron la comunidad para instalar una asamblea en la toma que, desde hace 1 mes realizaron los miembros de la comunidad. En esta asamblea, los comuneros expusieron el caso de Tzawata, donde se destaca ya un primer desalojo realizado por la fuerza pública, y un segundo intento de desalojo, el cual fue frenado por la comunidad hace tres semanas. En estos intentos la policía, al servicio de la empresa minera, busca desalojar a la comunidad desde las 627 Has que ancestralmente la pertenecen, insiste el presidente de la Comunidad de Tsawata. En este segundo intento de desalojo “varios aliados de la empresa buscaron disuadir la lucha de la comunidad intentando negociar la venta de las tierras, frente a lo cual la posición firme y clara de la comunidad ha sido no negociar bajo ningún concepto las tierras que ancestralmente nos pertenecen, señala.
Luego de expuestos los puntos en la asamblea, se contó con las intervenciones de Marlon Santi, Presidente de la CONAIE y Tito Puenchir, presidente de la CONFENIAE, quienes explicaron el procedimiento de apoyo que desde la CONAIE y CONFENIAE pueden dar para acompañar el caso de Tzawata.
Mandatos de la asamblea
Estos puntos fueron expuestos en horas de la tarde ante el Gobernador de Napo, en la audiencia realizada en la Gobernación:
• Que se reconozca la posesión ancestral de la comunidad Tzawata en las tierras en litigio con la empresa minera Merendon de Ecuador S.A, para lo cual se debe aclarar el expediente de funcionamiento de dicha empresa en la provincia y en el país.
• Suspender cualquier intento de desalojo a la comunidad porque atenta contra los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador, así como contra el bienestar de las familias, niños y mujeres que se encuentran defendiendo su territorio en Tzawata
• Que se suspenda el proceso de venta de tierras que la empresa Merendon intenta realizar en la zona a fin de disminuir la fuerza de la lucha de Tzawata, buscando generar división y enemistad con otras comunidades cercanas.