Un grupo de ambientalistas costarricenses convirtió hoy una céntrica rotonda de San José en una figurada mina a cielo abierto, para protestar en contra de la aprobación de un polémico proyecto minero de oro en la zona norte del país.
Fuente: EFE
San José – 21/04/2010. Como una manera de denunciar la destrucción que significaría la minería metálica a cielo abierto en Costa Rica, una veintena de activistas decidieron construir con música, disfraces, picos y palas un simulacro de mina en plena vía pública y entregar volantes con información sobre las consecuencias de esta actividad.
El objetivo, según los organizadores, era llamar la atención de la población para que se sume a una gran manifestación convocada para mañana, en coincidencia con el Día de la Tierra, en contra del proyecto minero Las Crucitas.
Fabián Pacheco, uno de los organizadores de la particular protesta, explicó a Efe que esta acción es parte de “la lucha contra la minería para denunciar las mediocridades técnicas con las que se le da viabilidad legal al proyecto de Crucitas”.
“Ante esto decidimos hacer una mina de oro a cielo abierto aquí en la rotonda para que los ciudadanos tengan idea del desastre que esto implica en un área con ecosistemas complejos y frágiles que no pueden ser reemplazados”, expresó.
Según Pacheco, la actividad de hoy también se hizo con el objetivo de hacer “un vehemente llamando a (la presidenta electa) Laura Chinchilla para que haga un decreto presidencial para prohibir la minería”.
“Le pedimos que defienda el interés público del país por encima del privado de las trasnacionales. El decir no a la minería a cielo abierto es una decisión política que el país quiere tomar”, afirmó.
Chinchilla anunció el pasado lunes que una de las primeras acciones de su Gobierno, que inicia el próximo 8 de mayo, será precisamente decretar una moratoria a la minería metálica a cielo abierto en el país.
La semana anterior la Sala Constitucional rechazó varios recursos de amparo en contra de la operación de la mina Crucitas, por lo que grupos ambientalistas y civiles anunciaron medidas para tratar de evitar la construcción de la mina.
Las Crucitas es un proyecto a cargo de la empresa industrias Infinito, cuya casa matriz es la canadiense Vanessa Ventures.
La mina ha recibido todos los permisos del Gobierno y pretende extraer 700.000 onzas de oro (19,8 toneladas) en diez años, valoradas en unos 800 millones de dólares, lo cual talará 192 hectáreas de bosque.
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