La Libertad tendría todos los elementos para una película de James Cameron. Sin embargo, ese debate en últimas también representa el dilema que tiene Colombia frente al auge de la minería y la protección de ecosistemas estratégicos como la Amazonía.
Fuente: La Semana
14/07/2011. El Ministerio Público solicitó a Ingeominas la revocatoria del título minero en el parque Yaigoje Apaporis, Allí, la minera canadiense Cosigo Resources busca adelantar una explotación de oro.
La Procuraduría General de la Nación terció en la polémica que generó el proyecto de explotación de oro que la firma canadiense Cosigo Resources busca adelantar en el corazón de la amazonia colombiana, en los límites del departamento del Vaupés con Brasil, y pidió al Ingeominas revocar el título que otorgó a la minera en septiembre de 2009, dos días después de que la zona fuera declarada Parque Natural como un reconocimiento a la riqueza natural que allí habita.
Esta es la máxima figura de protección para los ecosistemas estratégicos y por esta razón se prohíbe allí cualquier actividad, incluida la explotación minera. Sin embargo, la entidad no ha querido declarar nulo el titulo minero, a pesar de las solicitudes de la autoridad ambiental de Parques Naturales. En esa misma situación se encuentran otros 36 títulos mineros que fueron otorgados en esas áreas.
La historia de la disputada zona, el parque Yaigoje Apaporis, guarda simulitudes con la taquillera película Avatar, tal y como lo recogió un artículo de SEMANA. Se trata de un área que tiene un doble valor, cultural y ambiental.
Por un lado, es considerado como un sitio sagrado para cerca de 20 comunidades indígenas que creen que en el cerro la Libertad, en el que se adjudicó el título, se dio el inicio de la vida. Por otro lado, en el parque existe una gran riqueza natural.
Según la petición de la Procuraduría, en ese millón de hectáreas habitan 362 especies de aves, 81 de reptiles, 73 de anfibios, 201 de peces, 443 de mariposas y 16 de mamíferos. Por esta razón, durante varios meses organizaciones ambientalistas y reconocidos activistas de los derechos de las comunidades indígenas han liderado una fuerte oposición al proyecto.
La empresa, por su parte, sostiene que participaron en el proceso de adjudicación del título siguiendo la normatividad colombiana y este le fue concesionado de manera legítima. Del mismo modo, sostiene que la exploración tendría muy pocos impactos ambientales por el uso de tecnologías de punta y que los beneficios económicos del proyecto darían empleo y riqueza a una región que vive en condiciones precarias.
Además, señalan que lo que es irregular es la constitución del parque natural, pues no se cumplieron los requisitos de la consulta previa que hay que hacerse con las comunidades indígenas.
El debate ambiental está también en el contexto del significado de la Amazonia hoy en la lucha mundial contra el calentamiento global y la degradación de los ecosistemas. La región del Amazonas es considerado como el pulmón del mundo debido a que es el bosque más grande del planeta y cumple un rol fundamental como estabilizador del clima.
Siete países tienen territorios en esa selva, pero Colombia es el que mejor ha logrado conservarla, pues cerca del 80 por ciento de la Amazonia está bajo alguna figura de protección, sean resguardos indígenas o parques naturales. “Decidimos apostarle a la conservación. Así existan minerales debajo de la tierra, no vamos sacarlos”, dice Olbar Andrade, gobernador del Amazonas.
La petición de la Procuraduría es un paso importante en ese proceso pero no es definitivo. La autoridad competente para anular el título es Ingeominas. Por otra parte, en la Corte Constitucional está en curso una tutela que busca anular a su vez la constitución del parque pues un colono que representa cinco comunidades indígenas busca demostrar que no se siguieron a cabalidad las normas de consulta previa.