La directora financiera de la minera Barrick Gold, Catherine Raw, anunció que invertirán u$s180 millones para profundizar nuevos estudios con miras a desarrollar el proyecto de Pascua Lama de manera subterránea. Fuentes del gigante canadiense informaron que se formó un grupo de trabajo con la estatal china Shandong Gold, precisamente a partir de los nuevos criterios de riesgo-retorno del yacimiento. Según los analistas económicos internacionales, Barrick no desistirá en su intento por desarrollar Pascua Lama, vedado judicialmente en Chile y resistido por las comunidades de ambos lados de la cordillera compartida por ese país y Argentina.
Fuente: BAE Negocios
Los ejecutivos de Barrick develaron que la inversión general para los proyectos latinoamericanos será de entre u$s185 millones y u$s225 millones para 2018, y que principalmente se enfocarán en la exploración de proyectos brownfield.
Estos tipos de proyectos son aquellos en los que se aprovechan instalaciones ya existentes, las cuales son modificadas, aumentadas y o mejoradas tras su adquisición por nuevos inversores. Este sería el caso de Pascua Lama, a través del nuevo socio estatal chino Shandong Gold, quien el año pasado se hizo con el 50% de la mina Veladero y firmó contrato por el desarrollo de otros proyectos en la misma zona.
Según los analistas económicos internacionales, Barrick no desistirá en su intento por desarrollar Pascua Lama, al menos así lo ha demostrado en las señales que ha enviado hasta ahora.
La máxima autoridad de la compañía aseguró que se están desarrollando diferentes tipos de estudios en la zona sanjuanina para analizar la alternativa subterránea y continúan las tareas de cierre del túnel consolidado en el plan original.
Esta gran galería que vincularía ambos lados del yacimiento (Argentina y Chile) se está cerrando, y la obra, a noviembre del año pasado se encontraba avanzada en un 50 por ciento.
Xi Jinping fue reelegido hoy presidente de China para un segundo mandato (2018-2023) con el voto unánime de la Asamblea Nacional Popular (ANP), en un plenario en el que uno de sus principales aliados, el antiguo jefe anticorrupción Wang Qishan, ascendió a la vicepresidencia.
Xi, de 64 años, confirmó su enorme poder, sólo comparable entre los pasados líderes comunistas chinos al que tuvo el fundador del régimen Mao Zedong, al obtener el voto a favor de los 2.970 legisladores presentes, sin abstenciones o papeletas en contra.
Los miembros de la ANP, que también votaron por unanimidad la continuidad de Xi como jefe del Ejército chino en calidad de presidente de la Comisión Militar Central, se pusieron de pie para aplaudir a su presidente, quien juró su cargo con una ceremonia protocolaria instaurada hoy.
“Desempeñaré honestamente mis labores, aceptaré la supervisión del pueblo y trabajaré duramente para construir un moderno país socialista”, señaló el presidente puño derecho en alto mientras su mano izquierda se posaba sobre la Carta Magna, reportó la agencia de noticias EFE.
El nuevo vicepresidente Wang obtuvo 2.969 votos a favor y sólo uno en contra, y se confirmaba a sus 69 años como mano derecha de Xi, a quien ya ha apoyado en los últimos cinco años dirigiendo una intensa campaña anticorrupción sin precedentes en China.
En el seno de esta campaña se ha castigado a 1,4 millones de altos cargos pero también se ha silenciado cualquier facción opositora al máximo líder en la formación gobernante.
Wang ya fue viceprimer ministro de China durante el liderazgo del anterior presidente Hu Jintao, entre 2008 y 2013, pero consiguió aún más influencia política al dirigir entre 2012 y 2017 la Comisión de Inspección y Disciplina, el órgano anticorrupción del Partido Comunista.
Tanto Xi como Wang podrían continuar en sus cargos después de 2023, merced a la reforma de la Constitución china aprobada el pasado domingo 11 de marzo por la misma ANP, que eliminó el límite de dos mandatos para estas dos posiciones.
La continuidad en el cargo de Xi fue recibida hoy por Diario del Pueblo, el periódico portavoz del Partido Comunista, con un artículo de opinión en el que en titulares proclamaba al presidente “timonel del país y guía del pueblo”, evocando la propaganda maoísta de los tiempos del Gran Timonel Mao.
En el mismo plenario de hoy se eligió a Li Zhanshu, de 67 años, como nuevo presidente de la propia ANP, en sustitución de Zhang Dejiang, y se aprobó con sólo dos votos en contra y otras tantas abstenciones un ambicioso plan de reestructuración estatal que afecta a 11 ministerios del gobierno.
El plan de reforma estatal, presentado el martes 13 de marzo y debatido por los legisladores a lo largo de esta semana, contempla entre otros cambios la designación de un ministerio para los veteranos del Ejército chino y otro para la atención de desastres naturales y emergencias.
Además de las modificaciones ministeriales, la reestructuración implica la fusión de las administraciones reguladoras de banca y de seguros, un cambio con el objetivo de aumentar la estabilidad financiera de la segunda economía mundial.