Los habitantes de Caimanes llevan una semana sin agua potable ni clases. La comunidad denuncia que se desbordó el relave de Minera Los Vilos y exigen que la planta cese sus operaciones ante la evidente contaminación del río.
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Fuente: El Ciudadano
Una semana sin agua potable en sus hogares, clases suspendidas y ninguna explicación para el pueblo de Caimanes. Tras las lluvias que afectaron a regiones de Chile durante la semana pasada, acusan, se desbordó el relave de Minera Los Vilos (ex Fraga) contaminando aún más el Estero Pupío y provocando estragos para la comunidad.
Pese a la desesperación de la comunidad, que exige detener la planta, ninguna respuesta de la autoridad ha llegado a calmarlos y a paciencia de los vecinos de Camaines se colmó. Durante la noche del pasado jueves, se tomaron los accesos a una de las plantas y decidieron rebelarse.
El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), sin embargo, descartó la denuncia de los vecinos y aseguró que el embalse del relave de Minera Atacama Pacific Gold no colapsó producto del sistema frontal que afectó a la zona.
“En relación al embalse de Relaves de la Empresa Minera Atacama Pacific Gold Limitada, ubicada en la Provincia de Choapa, comuna de Los Vilos, localidad de Caimanes, y de acuerdo a lo constatado por profesionales de Sernageomin en terreno, dicho embalse, no ha colapsado producto de las aguas lluvia, ni tampoco ha sido afectado en parte o en su totalidad”, señalaron, según un monitoreo de la Onemi.
Lo extraño es que, pese a esta información, la misma autoridad señala que “se pueden apreciar escorrentías de aguas turbias, las que arrastran material superficial proveniente de la depositación del proceso de planta, de materiales adyacentes a la planta y de relaves esparcidos producto del transporte de este material a la planta cementera”.
Para el dirigente de la comunidad de Caimanes, Cristián Flores, es “obvio que sí fue el relave“. Además de mostrar las evidencias, donde se encuentran fotografías y videos que dan cuenta de la contaminación sufrida por el estero, Flores asegura que el relave todavía está aposado sobre el río.
“Aquí son las autoridades las que tienen la responsabilidad, no hay empresa a la que se le pueda echar la culpa. La culpa no la tienen el chancho sino el que le da afrecho”, puntualiza.
La indolencia de las autoridades
13332752_1605713273075005_4126170348243676161_nEl Sernageomin aseguró que tomará medidas correctivas, como realizar zanjas perimetrales alrededor de la planta y del embase, con el fin de captar las aguas lluvias y evitar el contacto con el mineral depositado en el área. Por su parte, Minera Los Pelambres se adelantó a asegurar que los tranques El Mauro y Quillayes operan de manera normal hasta ahora.
Para Flores, la información es anecdótica porque “el relave de El Mauro está contaminando desde que depositaron la primera gota de relave sobre el río, desde ahí caen 170 mil ó 200 mil toneladas de relave diario al río. La gran diferencia está en que eso no lo vemos, porque está a 9 kilómetros más arriba y la gente no lo ve. Este relave, obviamente la gente lo ve porque está casi al lado del pueblo“.
La voluntad del pueblo es mantener los accesos tomados hasta obtener alguna respuesta, en una zona donde las autoridades prefieren no hacer visitas. Durante esta misma semana, la presidenta Bachelet y la ministra de Minería, Aurora Williams, visitaron la región pero no se acercaron a Caimanes.
“Lo que sucede en Caimanes es que hay desesperación porque el agua no llega a las casas de la gente, andan repartiendo agua en camiones aljibes pero obviamente no es lo mismo. Hay gente que ni siquiera tiene envases para recibir el agua, reciben en bidones y el agua dura una hora y el resto del día quedan sin agua. Hay una indignación bastante grande”, recalca Flores.
Durante esta tarde, los vecinos de Caimanes, junto al diputado Daniel Núñez, se reunieron con el director del Sernageomin, Rodrigo Álvarez, para manifestarles su preocupación por la contaminación del relave de Atacama Pacific Gold. Mientras, la planta sigue funcionando y la amenaza de contaminación ya es insostenible para los habitantes de la zona.
