Entrevista realizada a Silvina de los Santos, integrante de la Asamblea Jáchal No se Toca. Tras el derrame de la minera Veladero en septiembre del año pasado, la Asamblea de la localidad sanjuanina de Jáchal viene desarrollando un trabajo de concientización y difusión de lo sucedido y de las precauciones que es necesario tomar. En el municipio confluye la contaminación y el accionar de una empresa que compra voluntades políticas y oculta información, contaminando y ríos y a la población.
Fuente: Tinta Verde
En septiembre del año pasado, los vecinos de la localidad sanjuanina de Jáchal recibieron un mensaje de WhatsApp que se viralizó en poco tiempo en el que se informaba, de manera oficial, acerca de un derrame de cianuro de la minera Veladero, propiedad de la compañía Barrick Gold S.A., en el río que suministra agua a la localidad y a municipios vecinos. En un primer momento, tanto la empresa como los funcionarios municipales y provinciales negaron el derrame, para luego de unas horas asumirlo. Mientras tanto la población continuó bebiendo el agua contaminada.
Un informe técnico realizado por el Laboratorio de Análisis Instrumental de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) comprobó dicha contaminación al encontrar dosis metales pesados de hasta 14 veces por encima de los valores tolerables, encontraron aluminio, manganeso, arsénico, boro, cloruros y sulfatos. Más tarde se conoció la noticia que desde que la minera comenzó a operar fueron múltiples los derrames que la empresa ocultó a la población.
Desde hace meses la Asamblea Jáchal No se Toca mantiene un acampe en la plaza principal de la localidad, en donde se informa a la población de lo ocurrido y de las precauciones que es necesario tomar.
Aquí, una entrevista realizada por Tinta Verde a Silvina de los Santos, integrante de la Asamblea Jáchal No se Toca.
– ¿Cómo surgió la Asamblea?
A partir del año 2000 empezamos a tener conocimiento en Jáchal sobre la instalación de la megaminera en nuestro territorio, pero concretamente es en 2004, en una visita que realizó el gran Javier Rodríguez Pardo a nuestro territorio, en un día de mayo le hicieron una entrevista radial -que yo estaba escuchando en donde él hablaba de la Megaminería- y bueno inmediatamente él convocó a quien quisiera hablar del tema a una reunión en la plaza, y en 5 minutos estuvimos 5, a los 10 eran 20, hasta que bueno decidimos hacer una reunión en un lugar en donde acudimos aproximadamente 300 personas. En ese momento la mayoría de la gente recién se estaba enterando de la instalación de la megaminera en la zona de Veladero, en el departamento de Iglesia, y Javier nos traía información a la mayoría, algunos de nosotros ya más o menos estábamos informados, pero bueno fue Javier quien, a través de algunos mapas, algunas filminas, informó a la gente de Jáchal de cómo trabajan las mineras, de cómo la megaminería contamina las aguas y destruye los pueblos. Nos dio varios ejemplos de otros lugares en donde existe o existió, y quedaron pueblos empobrecidos y absolutamente devastados. Hicimos una acción muy buena desde la Asamblea que fue la realización del I Congreso en defensa de los Recursos Naturales con la presencia de muchísimas personas con mucho conocimiento sobre la megaminería, la presencia de biólogos, hidrólogos, limnólogos, geólogos, también vinieron algunos diputados nacionales.
Contamos con la participación de mucha gente, además de conocernos con gente de otras asambleas, nos visitó gente de Esquel que venía con su lucha y recién ganadita la consulta popular, eso fue un trampolín para la Asamblea en la lucha y en la adhesión de la gente a la participación. Lamentablemente perdimos la partida desde el punto en que las leyes mineras para que existiera la megaminería acá en nuestra provincia, el ex gobernador José Luis Gioja hizo un trabajo estratégico impecable, ya que en los años 90 impulsó como 20 leyes de la vergüenza sobre la megaminería, las impulsó mientras era diputado, después llegó a ser senador nacional en dónde logró que fueran sancionadas y aplicadas. A partir de 2005 Veladero empieza a funcionar, también estaba en factibilidad el proyecto binacional de Pascua Lama, también en el departamento de Iglesia, distante estas dos minas unos 180, 190 kilómetros de Jáchal, en plena cordillera, eso nos volvió a reunir como Asamblea, de nuevo con las convocatorias, con la información, pero sin lograr lamentablemente que eso no se pusiera en funcionamiento. Empezó a funcionar también Pascua Lama y con el transcurso del tiempo nuestros hermanos chilenos son los que, a través de investigaciones, marcaron algunos puntos de incumplimiento por parte de la empresa Barrick Gold, que explota en la mina Pascua Lama, y lograron suspender la actividad, que continúa suspendida, pero que, por informaciones que tenemos, prontamente va a reanudar su trabajo.
Hoy, al 2016, la Asamblea tiene más o menos 12 años, hemos tenido puntos de encuentro y de reunión, pero siempre, y lamentablemente digo esto, sin tener lo que nosotros pedimos que nos saquen las bombas químicas que nos han clavado en nuestros tanques naturales de agua, no podemos lograr que nuestros funcionarios y que nuestras leyes cambien de actitud para preservar al ecosistema, al medioambiente y la vida de las personas que vivimos aguas debajo de las minas.
-¿Qué impacto tuvo a nivel social el derrame?
A nosotros nos cambió la vida absolutamente, desde las acciones más sencillas que puede llevar a cabo un ser humano en su vida a las más complejas, desde levantarte en la mañana y lavarte los dientes y decir ¿me enjuago la boca con esta agua o qué hago? Y bueno tengo que elegir hasta enjuagarme la boca con agua embotellada, de hecho nosotros podemos costear y comprarnos el agua que viene envasada, agua segura, pero hay un montón de gente en Jáchal que no lo puede hacer, nosotros hace aproximadamente doce años que no consumimos agua de la red de agua potable de Jáchal, mi familia a eso me refiero, lamentablemente la gente que no puede comprarlo sigue consumiendo y creemos que este derrame ha sido el que se sabe, sabemos de hecho ahora, a través del fallo judicial del juez de Jáchal, el Dr. Pablo Oritja, que en 2012 y en 2014 ha habido dos derrames de los cuales nosotros ni nos habíamos enterado.
-¿Y cómo se enteraron de este?
Y de este último derrame, el del 12 de septiembre, ya 13, de 2015 nos enteramos a través de un mensaje de WhatsApp que realiza un trabajador de la mina alertando a su familia y ellos, muy conscientes del peligro en el que estábamos, deciden viralizarlo y darlo a conocer a toda la comunidad para que tomen los recaudos necesarios que ellos habían decidido tomar a través del conocimiento de esta noticia. El mensaje nos llegó como a las 22 o 22.30 horas más o menos, y en ese momento todos nos empezamos a comunicar con todos para preguntarnos “bueno ¿vos qué sabes de esto?”, “ese mensaje es creíble, ¿qué hacemos?”, bueno hasta que dos jovencitos de nuestra localidad deciden convocar a una reunión a las 23.30 de ese día 13 de septiembre en la plaza departamental y nos convocamos justamente en la vereda del municipio, a partir de ahí empezamos a convocar a nuestro jefe comunal, en ese momento Jorge Barifusa, llamábamos también al director del Hospital de Jáchal para ver si tenía alguna información, el que concurrió fue el intendente municipal, quien tuvo algunas comunicaciones con gente del gobierno provincial, en las que le informan que realmente el derrame había ocurrido, pero que nos quedáramos tranquilos porque nada iba a pasar, nada había pasado y ya estaba solucionado.
Nosotros por supuesto no nos quedamos para nada tranquilos, lo que hicimos fue visitar el puente de nuestro río y en ese momento habían levantado las compuertas, en nuestro río hace muchos años que no discurre agua naturalmente, sino que discurre cuando levantan las compuertas del Dique Cuesta del Viento que está a unos 40 kilómetros aguas arriba de nuestra localidad, y ese día casualmente levantaron las compuertas porque iban a hacer una limpieza, un saneamiento de los canales, el olor que había era impresionante y los ex trabajadores de las minas o los trabajadores que estaban convocados ese día aseguraban que ese era el mismo olor que había en el valle de lixiaviación, entonces eso nos alertó mucho más, porque empezamos a sentir en el cuerpo las consecuencias inmediatas de ese olor, de esa emanación de gases, nos picaba la piel, nos ardían los ojos, se nos complicaba respirar, entonces decidimos alejarnos del lugar por precaución, deambulamos como hasta las 7 de la mañana.
Me entristece mucho recordar ese día, hacía mucho que no me acordaba de ese día, pero me entristece mucho hacerlo porque deambulamos como hasta las 7 de la mañana, sin saber qué hacer, a dónde ir o a quién preguntarle, lo que si teníamos claro es que lo que nos había dicho el intendente no nos había dejado nada tranquilos y mejor así que no nos quedamos tranquilos, porque todo lo que vino después fue desastroso y también nos dio la razón de aquello que nosotros venimos diciendo desde el inicio, desde los años 2000, que la megaminería no es sustentable, no es sostenible ni tampoco es segura, no es infalible, entonces sabíamos que una de las cosas que podía pasar era que se produjera un derrame por accidente o provocado, pero que se podía producir y se produjo, nos dolió el corazón saber que teníamos razón.
A partir de ahí fue muy difícil continuar con el conocimiento del impacto que tiene un derrame de esa envergadura tanto en el ecosistema como en la salud humana, fue muy difícil, pero también es cuando nosotros tomamos mucha más fuerza para seguir defendiendo la vida propia, la de nuestros hijos, la de nuestras futuras generaciones y acá estamos, seguimos en la misma lucha, pidiendo socorro, auxilio, y, sobre todo, exigiendo el cierre de la mina, la remediación de nuestro río y la prohibición de la megaminería en todo nuestro territorio.
-¿Y ahora que acciones tienen por delante?
Lamentablemente ahora en cuanto a la acción judicial que teníamos en Jáchal que era a través de un recurso de amparo que se presentó dos o tres días después del derrame, ya como que no tenemos nada que hacer porque no formamos parte de la querella, entonces el juez Oritja de Jáchal determinó una sanción para nueve operarios de la mina, nueve responsables, que son nueve perejiles en realidad con la aplicación de una multa de 100 mil pesos a cada uno, pero que en ningún momento ni siquiera menciona los verdaderos responsables que son el ex gobernador José Luis Gioja, el ex titular de hidráulica provincial Jorge Millón, y el ex secretario de minería provinail Felipe Saavedra, entre otros más, hay muchos otros responsables, pero los tres principales son ellos que ni siquiera figuran en la causa.
Lamentablemente el juez Oritja tomó una decisión, para nosotros muy equivocada de solamente enjuiciar a nueve personas sin tener en cuenta el verdadero daño que se le ha hecho a la comunidad y al ecosistema, ya que en ningún momento a pesar del reconocimiento del derrame por parte de la Justicia a través de los peritajes que se han realizado y del resultado de los análisis hechos decidió aplicar nada más que multas y no suspendió la actividad, que es lo que debiera haber hecho para resguardar la salud de la población y del ecosistema.
Por otro lado, la Asamblea Jáchal no se toca es parte de la querella en la causa que inicia de oficio el juez federal Sebastián Casanello en Comodoro Py y es sobre lo que estamos caminando en ese sentido, ya que formamos parte de esa causa. Y por otro lado la Asamblea sigue realizando acciones dentro de la comunidad que tienen que ver con la información, ya que nuestra comunidad está bastante desinformada tanto para promover la megaminería como para no promoverla, entonces en ese sentido nosotros estamos trabajando, una acción muy concreta y que mantenemos desde hace unos cinco meses es la instalación de la carpa en nuestra plaza departamental que está justo enfrente de la municipalidad de Jáchal, que es en donde la Asamblea se reúne, tiene conversaciones, da información a la comunidad y es desde donde se organizan distintas cuestiones para salir a la comunidad porque tampoco la Asamblea está esperando que venga la gente a la carpa, muchas veces la gente por cuestiones laborales, familiares o de salud no se puede acercar pero bueno estamos tratando de realizar distintas acciones.