Se rompió otra represa minera en Brasil, esta vez de desechos de producción de oro, y dejó dos operarios con heridas leves, un pueblo aislado y tres días sin energía eléctrica, sin conexión telefónica y con problemas en el abastecimiento de agua. Aseguran que los residuos se expandieron por un área que varía de uno a dos kilómetros desde la represa. Preocupación por los cursos de agua cercanos.

Fuente: Diarios Folha de Sao Paulo, La Voz del interior, EFE Verde, noalamina.org

Un pueblo del estado brasileño de Mato Grosso (centro-oeste del país) quedó aislado e incomunicado luego de que una represa con residuos mineros se rompiera este martes sin causar víctimas mortales.

El hecho dejó a dos personas que trabajaban en el dique con heridas leves, no obstante fueron dadas de alta, según informó el diario Folha de Sao Paulo. Fueron los vecinos de la región quienes alertaron a las autoridades de la rotura.

Vista aérea del derrame posterior a la rotura del dique minero en Mato Grosso (FOTO MT / Folha.uol)

La Agencia Nacional de Minería afirmó que en la última inspección realizada a la represa el pasado 21 de septiembre no se detectó ninguna anomalía.

La represa, identificada como TB01, había sido calificada como “de bajo riesgo”, y se halla situada en el municipio de Nossa Senhora do Livramento, tenía una altura de 15 metros, un volumen de 582.171,51 m3 y, almacenaba restos generados a partir de la extracción de oro. Así lo informó la Agencia Nacional de Minería de Brasil en un comunicado.

A causa de lo sucedido, Brejal, un pueblo cercano, se quedó aislado, sin suministro de energía eléctrica y con los servicios de telefonía interrumpidos como consecuencia del colapso de la estructura.

La entidad cerró las instalaciones situadas en torno a la represa y continúa inspeccionando el local para verificar si existen otros riesgos para la población.

Daños ambientales y económicos
Un equipo técnico de la Agencia Nacional de Minería constató que los residuos se extendieron por un área que varía de uno a dos kilómetros desde la represa. No obstante, un equipo de la empresa propietaria de la represa, VM Mineração e Construção, trabaja para evitar que los residuos se extiendan por otros lugares. Así lo informó la Agencia Nacional de Minería.

En relación a los daños medioambientales, técnicos de la institución constataron que la mancha de restos mineros avanzó a través de un área “donde había vegetación” y también derribó una torre de alta tensión que suministra energía a la región.

En tanto, la Secretaría de Medioambiente de Mato Grosso aseguró que los restos mineros no afectaron áreas de preservación, sólo a zonas destinadas para pasto o de uso propio de la compañía.

La represa fue una de las primeras, entre las 190 de Mato Grosso, en ser incluídas en el Sistema Nacional de Informaciones sobre Seguridad de Represas. Entre las 22 represas del municipio, la TB01 de VM fue la única en ser considerada “de bajo riesgo”; otras cinco están reportadas como de riesgo medio.

Situación actual

Casi cuarenta familias permanecieron sin energía eléctrica durante tres días, y aisladas del resto del país. Ahora, por la invasión del lodo minero, deben hacer un rodeo de 17 km para poder salir o entrar a la zona.

Los barros de desechos mineros invadieron los campos circundantes (FOTO MT / Folha.uol)

Gran parte de la población local vive de la agricultura de subsistencia así como de la elaboración de quesos y dulces.

En el área vecina a la minera de oro hay cuatro comunidades tradicionales del Pantanal: Tanque Belo, Capao Bonito, Cedral y Brejal, con cerca de 54 familias.

“Todos los habitantes de las comunidades quedaron sin luz por tres días y muchos perdieron los alimentos que almacenaban. La mayoría quedó sin agua después del accidente por no tener acceso a los pozos que abastecen a las viviendas”, afirma la vice presidentre de la asociación de pobladores de Cedral, Sonia Monteiro Maciel.

Parte del municipio de Poconé también fue afectado por la falta de luz. En la tarde del viernes la misma fue reconectada.

Dos operarios de VM resultaron con heridas leves. El operador de máquinas Fernando Da Silva, de 33 años, y el motorista Luciano Nascimento, de 42, sufrieron heridas mientras escapaban.

El propietario de la empresa manifestó no saber cuál sería la causa de la rotura. “Antes mismo del accidente de Brumadinho (ocurrido en enero de este año) recibimos una fiscalización y realizamos varias medidas de contención añadidas a las que ya tomábamos. En el momento inicial mi preocupación era aislar el área, ahora es limpiar los daños. La investigación del accidente podrá revelar qué fue lo que ocurrió”, expresó Marcelo Takahashi, propietario de VM que arrendaba el área donde se produjo la rotura del dique.

El informe deberá ser publicado en 30 días. El prefecto de Nossa Senhora do Livramento, Silmar Souza, visitó el área de los hechos el jueves y manifestó su preocupación ante la posible contaminación de los ríos.

“Nuestra preocupación es que el arroyo Bento Gomes, cercano a la región, fuera alcanzado por los desechos mineros. La Secretaria Municipal de Salud tomó muestras de las aguas de las comunidades para detectar si existen niveles de contaminación. Los resultados deben ser divulgados la próxima semana”, dice el prefecto. El arroyo Bento Gomes es la principal fuente de abastecimiento de agua de Poconé y sus 32.000 habitantes.

La contaminación del agua es uno de los posibles daños ambientales de la rotura de la represa minera. Dado que gran parte de la población local utiliza pozos artesianos, una eventual contaminación de los mismos perjudicará la salud de los moradores de las comunidades del área.

Según el diario Folha de Sao Paulo, “el propietario de la empresa VM afirma que los desechos de la represa no contienen ningún material contaminante”. El empresario expresó que “eran desechos de minería inerte. Explicado en forma sencilla, es material extraído de la mina, molido con agregado de agua”.

En enero de este año, el arroyo presentó un cambio de coloración en sus aguas, y la empresa VM fue una de las fiscalizadas como posibles causantes del daño. Un informe de fiscalización de la Secretaría de Medio Ambiente de Mato Grosso concluyó que ese evento no tuvo conexión con la minera, siendo en cambio apuntada otra represa, de Poconé, como causante de aquel cambio de coloración del arroyo.

“Desde esa época hacemos una medición de los cuerpos de agua próximos a nuestra área de influencia, y de los pozos artesianos de nuestros vecinos. Nunca apareció ninguna traza de contaminación del agua”, dice el responsable de la minera VM.

El diario informó que “según la minera, el viernes toda el área alcanzada por los desechos de la represa minera fue aislada. Aún en caso de lluvias, no hay más riesgos de que el daño se expanda”.

Los cálculos sobre los perjuicios a las propiedades alcanzadas aún no han sido estimados, y no está prevista aún la liberación del camino que servía de acceso a las cuatro comunidades.

“Haremos una reunión con la asociación de pobladores para conversar con los vecinos que hayan sufrido daños y vamos a resarcirlos a todos”, dice Takahashi.

Antecedentes

La rotura de este dique de desechos mineros no hecho no es aislado. En Brasil, en los últimos cuatro años se registraron el derrumbe de otras represas mineras, en dos casos con balances mucho más dramáticos:

  • El 25 de enero de 2019 en Brumadinho, estado de Minas Gerais. Un dique del gigante minero Vale colapsó generando un alud de agua y residuos minerales. Por el hecho, murieron 250 personas y causó la desaparición de otras 20.
  • Finales de 2015 en Mariana, también en el estado de Minas Gerais. En esa ocasión, se rompieron varios diques de la minera Samarco, que es controlada por Vale y BHP Billiton, y que causó 19 muertos y una tragedia medioambiental enorme, que incluyó la contaminación terminal de 600 km del río Doce y luego, desde su desembocadura, un amplísimo abanico de lodos contaminados derramados en el litoral atlántico. La contaminación del río Doce implicó a su vez la ruina de las numerosas comunidades que vivían en gran parte de la recolección de mariscos.