El nuevo enfoque boliviano para el sector minero es la intervención directa del Estado en todo el proceso productivo. Sin embargo, el problema de la renta minera no es el único punto a considerar para la autonomía de los países latinoamericanos; la problemática merece encuadrarse en un debate previo sobre modelos productivos sostenibles y mancomunados entre los países de esta parte del hemisferio así como el análisis de los destinos finales (o sea los consumos) de los metales en el mundo globalizado.
Fuente: Cambio.bo
07/10/2009. El nuevo enfoque del Gobierno nacional para el sector minero tiene que ver con la intervención directa del Estado en todo el proceso productivo; para el procesamiento e industrialización de metálicos, la obtención de aleaciones, bronces, latones, entre otros emprendimientos, además de la búsqueda de la recuperación de metales valiosos como el cadmio, oro e indio.
Esta propuesta está incorporada en el Programa de Gobierno denominado “Bolivia: País Líder” del Movimiento Al Socialismo (MAS), presentado para las elecciones del 6 de diciembre y ser ejecutado de 2010 a 2015, en el que se plantea, además de la inversión pública, que el Estado realice contratos con privados, pero siempre desde la perspectiva de liderar y controlar el proceso productivo, “buscando que la inversión privada aporte desarrollo tecnológico para seguir en la senda de la industrialización del sector”.
A fin de no tropezar nuevamente con las fluctuaciones del mercado, el Gobierno considera importante la perspectiva de impulsar un grupo productor de minerales bajo el modelo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), a fin de controlar los mercados, propuesta que se tiene que llevar adelante en el marco de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
“Por ejemplo, actualmente somos el cuarto productor de estaño del mundo, pero si Bolivia se une con Perú, Argentina y Brasil se lograría influir decisivamente en el mercado mundial. Lo mismo ocurre con la producción de plata; individualmente somos el octavo productor de este metal, mientras que sumándonos a Perú y México controlaríamos el mercado mundial argentífero”, señala la propuesta gubernamental, que es socializada a los diferentes sectores.
Sin embargo, el problema de la renta minera y la incidencia en los mercados de metales no son los únicos puntos a considerar para la autonomía de los países latinoamericanos en el sector. La problemática merece encuadrarse en un debate previo sobre modelos productivos sostenibles y mancomunados entre los países de esta parte del hemisferio, así como el análisis de los destinos finales (o sea los consumos) de los metales en el mundo actual globalizado.
Aprovechamiento
Con el objetivo de aprovechar el enorme potencial de la minería en Bolivia, introduciendo tecnología industrial, equipamiento y planificación, el Programa de Gobierno 2010-2015 del MAS-IPSP incluye una propuesta que aspira a proyectar una nueva minería que crezca y se consolide sin depender tanto de las contingencias.
Entre los objetivos trazados se incluye el impulso a la construcción del Complejo Siderúrgico del Mutún (Puerto Suárez, Santa Cruz) para impulsar el contrato firmado con la Jindal y que se cumpla con la generación de más de 200 millones de dólares de ingresos para el Estado y se inviertan los 2.100 millones de dólares comprometidos.
Así, se crearán alrededor de 4.000 empleos directos. Paralelamente, se prevé avanzar progresivamente en el proceso de industrialización con la obtención de concentrados de hierro, hierro esponja, briquetado, acero en planchones, palanquillas y laminados.
En la política estratégica de la siderurgia del Mutún, el Gobierno industrializará los yacimientos de hierro en las áreas de control estatal para avanzar en ese proceso, además de iniciar actividades de explotación planificada de las colas y desmontes.
Requisitos para inversiones
-Suscribir un contrato con Comibol. Debe ser aprobado por la Asamblea Plurinacional de acuerdo con la nueva Constitución Política del Estado.
-Este contrato -convertido en Ley de la República- otorga la garantía jurídica al inversionista, del pueblo boliviano y no simplemente de un gobierno.
-Comibol debe participar con al menos 50% más 1.
-Las inversiones deben orientarse principalmente a emprendimientos de desarrollo de la exploración, explotación, beneficio e industrialización del sector minero.