El proceso de industrialización de baterías de litio en el Salar de Uyuni generará 4.000 toneladas de lodo tóxico por día, es decir 1,5 millones por año, que causarán el mayor daño ambiental de la historia de este país. “No creemos exagerar”, sentenció ayer el investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), Ricardo Calla, quien graficó que no se trata de “montañas”, sino de “cordilleras” de hidróxido de magnesio, para las cuales no se ha proyectado ningún destino.
Fuente: Los Tiempos
El dato fue develado durante la realización del seminario “Dependencia y Desarrollo: la industrialización en la región y en Bolivia”, evento realizado en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y que contó con la participación de expertos nacionales e internacionales sobre el tema.
Según Calla, los efectos fueron previstos por un equipo de expertos y los resultados de la investigación son publicados en el documento “Industrialización del litio: un presente sin futuro”.
Estos desechos surgen cuando se destilan las salmueras en las piscinas de evaporación para separar el litio del magnesio, proceso en el que la planta de recursos evaporíticos de Lipi está utilizando la técnica de “lechado de cal” o “línea de cloruros”, cuando lo recomendable era recurrir a la “línea de sulfuros”.
El investigador del Cedla dijo que este hidróxido impide que las plantas capturen los nutrientes de la tierra, por lo que el resultado a mediano o largo plazo será la desertificación de todo el altiplano sud de Bolivia, mediante un proceso de alcalinización de la tierra, y el consecuente impacto para la flora (pastos, yareta, paja) y fauna (desde los camélidos hasta los roedores).
Calla dijo que ya se conversó con la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE) y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) sin que se haya tenido respuesta satisfactoria sobre los cuestionamientos.
Reacciones
Expertos presentes en el seminario preguntaron las razones por las que se optó por la línea de cloruros en lugar de sulfuros u otras técnicas como reactores en cadena o cristalización, que son menos contaminantes. Calla dijo que no existe respuesta oficial del Gobierno, pero que lo más probable es la presión del tiempo, pues las otras técnicas demandarían cinco años más, y al Gobierno le urge mostrar resultados.
El ingeniero investigador Saúl Escalera lamentó que el proyecto el Gobierno considere el subproducto sólo como lodo, cuando podría industrializarse también el magnesio, requerido en la industria de la aviación.
Justo Zapata, director de Investigación de la UMSA, detalló que ya una empresa anterior, LipCo, había verificado el alto contenido de magnesio. En Chile la proporción es de cuatro partes por una de litio, pero en Uyuni el nivel sube a 10 por uno.