El dique de colas de San Antonio que almacena residuos tóxicos de 28 operadores de la Asociación de Ingenios Mineros de Potosí cumple su ciclo en 2015 y pone en riesgo nuevamente la contaminación del río Pilcomayo, según alertó la asambleísta departamental de Chuquisaca Shirley Espada. El Comité Cívico de Intereses de Chuquisaca desconoce que haya una inspección a la ribera del río Pilcomayo programado por cívicos de Tarija y Potosí.

Fuente: Correo del Sur

La asambleísta departamental recordó que para el cierre del dique de colas de San Antonio, y de otras empresas mineras, cuyos afluentes desembocan en el río Pilcomayo, las autoridades potosinas comprometieron impulsar la implementación de un parque de ingenios; sin embargo, hasta el momento, el proyecto no habría prosperado.

“El tema de la contaminación del Pilcomayo va más allá del sifonamiento del dique de colas de la empresa Santiago Apóstol, por ejemplo, el dique de colas de San Antonio que almacena residuos de cooperativas con licencia ambiental y otro tanto sin licencia cumple su ciclo de vida el 2015 y hasta la fecha no se ha cumplido por Potosí la implementación de un parque de ingenios para no tener problemas ambientales”, alertó Espada.

La colmatación del dique de colas de San Antonio y otras que ni siquiera tienen licencia ambiental, en criterio de Espada son una “bomba de tiempo” que a partir de los próximos meses podrían comenzar a activarse con consecuencias nefastas para el río Pilcomayo, la cual afectaría a comunidades de los departamentos de Chuquisaca, Potosí y Tarija, y otras poblaciones de Argentina y Paraguay.

Tras el sifonamiento del dique de colas de la empresa Santiago Apóstol en la comunidad de Canutillos, municipio de Tacobamba Potosí, el pasado 4 de julio, la Gobernación de Chuquisaca junto a las instituciones que conforman el Comité de Defensa del Río Pilcomayo (CODERIP) exigieron que todas las empresas y cooperativas mineras se adecúen a las normas medioambientales.

“Ojalá que todo este teatro que se está armando por el oficialismo no sea manejado con afanes electoralistas porque con nueve años de gestión del Gobierno nacional y cuatro años de las Gobernaciones y municipios del MAS no cumplieron con su responsabilidad de parar esta actividad o el de hacer parar por ser los afectados y como si fuera un tema reciente pretenden hacer creer que se preocupan por el río Pilcomayo”, reprochó Espada.

En una inspección que realizó la semana pasada, la comisión de instituciones de Chuquisaca constató que la mayoría de las empresas asentadas en los afluentes al río Pilcomayo no cumple con las normas de medioambientales, consiguientemente son ilegales.

“El 80 % de las empresas no cuenta con licencia ambiental raro es el dique que lleva geomembrana, los diques han sido construidos de manera artesanal sin que cumplan con el mínimo de requisitos técnicos”, señaló la asambleísta.

COMISIÓN DE CÍVICOS
Una comisión de representantes cívicos de los pueblos del sur, Tarija, Potosí y Chuquisaca tenía previsto iniciar hoy un recorrido por el río Pilcomayo para conocer los efectos de la contaminación producto de los desechos mineros y otros materiales que se depositan en sus afluentes; sin embargo, la representación de Chuquisaca dijo desconocer.

“No hemos tenido ningún contacto, inclusive hemos estado en reunión el día viernes, pero tampoco nos dijeron nada”, manifestó el secretario de organización de Comité Cívico de Intereses de Chuquisaca, Raúl Gonzales.
San Antonio

El dique de colas de San Antonio fue puesto en funcionamiento el 2007 con el objetivo de controlar la contaminación causada por los desechos tóxicos de los ingenios mineros de Potosí. Su ciclo era para cinco años, pero fue ampliado.