Los expertos advierten sobre los graves impactos ambientales y sociales aparejados por los descomunales consumos mineros en una región árida o desértica donde el agua dulce es escasa y no puede recuperarse. Es el caso de la mayor producción mundial de cobre que está asentada sobre el desierto más árido del planeta. Al respecto, Robert Moran, doctor en calidad de aguas hidrogeología y geoquímica de Colorado, Estados Unidos, advirtió que el agotamiento de fuentes asociadas a las minas a tajo abierto “inevitablemente reduce el nivel local e incluso regional del agua“. El especialista remarcó que la desviación de estas aguas de las que dependen fundamentalmente la poblaciones andinas y la fauna de la región “son la causa de una verdadera competencia con otros sectores de la sociedad”.
Fuente: diario El Tribuno de Salta
La mayor producción mundial de cobre está asentada sobre el desierto más árido del planeta.
Esta es la paradoja que los expertos marcan a la hora de advertir sobre los graves impactos ambientales y sociales aparejados por los descomunales consumos mineros en una región donde el agua dulce es escasa y no puede recuperarse.
Al respecto, Robert Moran, doctor en calidad de aguas hidrogeología y geoquímica de Colorado, Estados Unidos, advirtió que tanto el desierto de Atacama como la Puna cuentan con disponibilidades de aguas subterráneas que se han trasladado largas distancias desde su fuente de origen en las montañas.
El especialista remarcó que la desviación de estas aguas de las que dependen fundamentalmente la poblaciones andinas y la fauna de la región “son la causa de una verdadera competencia con otros sectores de la sociedad”.
En este contexto, Morán subrayó que un trasvasamiento de cuencas como el que pretenden imponer intereses ligados a BHP Billiton “puede generar impactos negativos en lagos o salares, debido a la reducción de los niveles de agua o del afloramiento de agua dulce, además de dañar a la flora y fauna silvestre local”.
El experto también advirtió que los desvíos de agua en los bordes limítrofes de Chile con Bolivia y Argentina puede llegar a desencadenar “serios conflictos transfronterizos”.
Morán hizo notar que el agotamiento de fuentes asociadas a las minas a tajo abierto “inevitablemente reduce el nivel local e incluso regional del agua”. Entre los impactos ambientales, sociales y económicos, destacó posibles agotamientos de napas, pérdidas de vertientes y caídas de nivel del agua en pozos vecinos, con lo cual pueden afectarse consumos potables, para animales de cría, la vida silvestre nativa, así como los usos municipales y domésticos del agua.” El agotamiento se detiene cuando lo hace la minería, pero los niveles de agua podrían requerir de muchos años para volver a su estado original, o casi original”, concluyó el experto.