Robert Moran, autoridad mundial en minería, analiza el riesgo de daño ambiental con esta actividad. Sus 40 años de experiencia en el campo de la minería, primero en la Oficina de Geología Económica de Texas y del Servicio Geológico de Estados Unidos, y luego como consultor de gobiernos, compañías, abogados, universidades y ONG, le han dado reconocimiento internacional al hidrogeólogo y geoquímico estadounidense Robert E. Moran como autoridad en el tema.
Fuente: EL Tiempo
Moran, quien desde 2012 es consultor de la Contraloría General y hace cuatro años tuvo su primera aproximación al proyecto aurífero de la compañía Anglogold Ashanti en La Colosa, Cajamarca (Tolima), habló con EL TIEMPO sobre los impactos de la minería a gran escala. Antes de escuchar la primera pregunta lanzó dos advertencias en defensa de sus posiciones: “No soy activista ni estoy en contra de la minería”.
El experto de unos 70 años asegura que aunque existen compañías que hacen grandes esfuerzos para no generar impactos negativos, estos “siempre” se presentan, no solo durante la explotación, sino posterior al cierre de la mina, incluso siglos después.
Moran considera que los países que están empezando a vivir el auge de la minería de metales, como podría ser el caso de Colombia, tienen aún una esperanza para que los impactos se puedan prevenir.
En Colombia se viene discutiendo el desarrollo de proyectos mineros en páramos, considerados estratégicos por la producción de agua y por la biodiversidad. ¿Hay zonas donde no debe haber minería?
Creo que esas son áreas donde la minería a tajo (campo) abierto no debería ser permitida. No se debe hacer minería en áreas valiosas en términos estéticos (paisaje), biológicos (especies y recursos hídricos), de agricultura (zonas de cultivo) o político (de interés de la nación). En Europa occidental, EE. UU. o en Canadá, por ejemplo, es políticamente imposible hacer una mina de estas dimensiones cerca de una ciudad.
Entonces, ¿cómo se puede beneficiar el país de la riqueza del subsuelo sin generar estos grandes impactos?
Se tiene que encontrar una forma de desarrollar entidades regulatorias fuertes, con el fin de que haya equilibrio de poder entre los reguladores y las empresas, y garantizar que los impactos de largo plazo corran por cuenta de los que los generan, no por el público en general. En EE. UU. o en Canadá es normal que antes de que inicie la operación de una mina, la empresa entregue una fianza o póliza. En minas grandes estos seguros son por sumas de entre 150 millones y 300 millones de dólares, porque el impacto de largo plazo, y que realmente sale costoso, es el de la contaminación del agua.
¿Qué es lo que podría contaminar las aguas en la zona de La Colosa?
La roca no solo contiene oro y plata, sino sulfuros, y ese sulfuro más tarde puede generar ácidos; eso es lo que ocasiona los altos costos ambientales. Esa roca mineralizada también contiene otros metales y químicos potencialmente tóxicos, los cuales se liberan al medio ambiente cuando se forman aguas ácidas. Estas pueden contener arsénico, antimonio, mercurio, cobre, plomo, selenio…
En Río Tinto, en el sur de España, hay evidencia de formación de ácido en las rocas, provocadas por procesos naturales, pero también por minería antigua y moderna. Ese ácido ha sido soltado en aguas subterráneas y en la superficie por entre 8.000 y 10.000 años.
También hay que pensar en la situación de Johannesburgo, de donde proviene Anglogold Ashanti (AGA). Esta ciudad está sobre una potencial catástrofe. Debajo hay túneles, la mayoría producto de viejas explotaciones de oro, y esto ha generado tanto drenaje ácido que el agua está subiendo a la superficie y acercándose a los lugares donde se encuentran los pozos poco profundos y las plantas de tratamiento. Esto generó un problema costoso para la ciudad. Ahí surge la pregunta: ¿quién va a pagar por eso? No es un problema de corto plazo.
¿Cuál es el consumo de agua que tendría el proyecto de Anglogold?
En el 2009 el gerente del proyecto declaró que la empresa requerirá más o menos 1 m3 de agua por segundo para procesar cada tonelada de roca, que es retirada del tajo y enviada a la planta de procesamiento. Esta información de AGA la citamos en reuniones públicas y en ese momento ellos la aceptaron. Entiendo que recientemente AGA duplicó el potencial de oro a 24 millones de onzas y la vida activa de la mina está estimada en entre 15 y 25 años. Allí no solo debe existir oro, también plata y otros minerales de alto valor.
La Colosa no solo genera preocupación en Cajamarca, también en Piedras (Tolima), donde Anglogold realiza actividades exploratorias, pero temen que se haga lixiviación de roca. ¿Qué impactos tendría esto?
El lugar donde se encuentra la mina (La Colosa) es un valle angosto y no hay espacio para construir una infraestructura para procesar el mineral, entonces tendrán que ir a otro lugar donde haya más espacio y mucha agua debajo de la tierra.
Entiendo que (en Piedras) hay un acuífero grande. Habrá pozos cerca de este lugar para retirar el agua que usará la planta y el nivel freático (del agua subterránea) bajará, quizás algunos de los pozos y manantiales locales se secarán; digamos que hay un río cerca y que su nivel mermará, a la vez el agua que se usa en la planta y en la pila de lixiviación (proceso para separar el oro de otros materiales) se contaminará, porque estos procesos son esencialmente de carácter químico, usan cianuro y otras sustancias tóxicas. La empresa tratará de reciclar la mayor cantidad de agua posible, pero la verdad es que mucha se echará a perder y mucha se contaminará.
¿Ese proceso de lixiviación puede alterar también el paisaje?
Las actividades que AGA pretende realizar en Piedras generarán muchos residuos que contienen metales y otros contaminantes potencialmente tóxicos. Estos residuos permanecerán en el sitio para siempre y si este no es mantenido adecuadamente, los químicos podrán ser liberados al medio ambiente.
Los residuos de la planta de procesamiento y de la pila de lixiviados de cianuro formarán grandes acumulaciones, montañas artificiales, como en Yanacocha (Perú), donde las pilas de lixiviados alcanzan más de 100 metros de altura. Sin embargo, todavía no conocemos los detalles de los planes de AGA, así que no podemos determinar el tamaño exacto de las acumulaciones de escombros.
Entonces, los impactos son muy difíciles de superar…
Son difíciles de evitar y cuando se presentan son difíciles de corregir. Lo que estoy diciendo es que algunas empresas hacen una muy buena labor para evitar estos problemas, pero es una tarea increíblemente difícil y costosa. La mayoría, después de operar 20 o 25 años, dejan algunos impactos de muy largo plazo.
¿Cómo se puede, entonces, lograr una minería sostenible?
La palabra sostenible es como esas palabras que están usando ahora los jóvenes en Estados Unidos, como por ejemplo “awesome” (se usaba cuando algo era extremadamente impresionante), pero que no corresponde al significado verdadero. Sostenibilidad tiene que ver con el largo plazo, o sea miles de años. La experiencia me muestra que siempre hay impactos negativos, pero eso no quiere decir que no haya beneficios. Lo que pasa es que muchos de esos impactos negativos son pagados por el público y no por la empresa minera.
¿Por qué las compañías se están desplazando cada vez más hacia países que no tienen tradición minera?
Eso se está dando especialmente en países en vías de desarrollo. Dado que los costos de la mano de obra son más baratos, el control es mucho más débil y que la mayoría de los minerales de alto valor en EE. UU. y Europa ya han sido descubiertos, las grandes empresas mineras están llegando a Asia central, África, Suramérica y a islas del Pacífico. Lo que estoy diciendo no es en contra de la minería, pero sí considero que es necesario que exista un equilibrio de poder entre los entes de control y las empresas, si no, los costos a largo plazo correrán por cuenta del público.
En el país también se debaten los impactos de la minería de carbón, incluso la firma Drummond fue sancionada porque arrojó mineral al mar. ¿Cuáles son los riesgos?
En la minería de carbón, como la del oro y otros metales, el problema más grave es la contaminación crónica, lenta y semiinvisible que resulta de la filtración de aguas de pilas de desechos, aguas de los tajos y lagunas hacia las aguas subterráneas, las cuales pueden contaminar las aguas superficiales con toda clase de sales, metales y metaloides móviles. Ya podemos observar indicios de ese tipo de contaminación cerca de sitios mineros en el Cesar.
Igualmente, se genera una creciente competencia por el agua, dado que las empresas deben bombear agua fuera de los tajos durante muchos años, por lo que disminuyen los niveles freáticos locales y a su vez se secan, o al menos disminuyen los niveles de los pozos, manantiales, ciénagas y ríos. También puede haber impactos aguas abajo por la desviación de ríos.
El polvo de carbón y de rocas de desechos, que el viento transporta hacia los ríos, también contribuye a la degradación de la calidad del agua, y por eso aguas que antes eran usadas en agricultura, abrevaderos y consumo doméstico, ahora pueden estar demasiado degradadas para usarlas en estos fines sin tratamiento.
Ese polvo contiene partículas físicas y componentes químicos, como metales, metaloides, residuos de explosivos y de combustibles, varios de ellos tóxicos para humanos y para otros organismos. Comprobar estos impactos es difícil, más cuando antes del inicio de operación de la mina no fueron recogidos los datos de línea base necesarios y las empresas ya han operado durante varios años.
Acerca de Moran
Sus conceptos han provocado la suspensión de grandes proyectos en Perú, El Salvador y Rumania, y la cancelación de otros en Perú y Argentina.