San José, Costa Rica – 23/10/07. La organización ambientalista Preserveplanet, alerta sobre la posibilidad de una catástrofe ambiental, de grandes proporciones, ante el eventual colapso de la Mina de Oro de oro a cielo abierto de la Compañía Canadiense Glencair Gold Corp., ubicada en Miramar, Montes de Oro, Puntarenas. El riesgo de una catástrofe es muy alto porque un reciente derrumbe rompió parte de la geomembrana que retiene los metales pesados contenidos en 100 millones de toneladas de desechos de la mina de oro. Un derrumbe de mayores proporciones afectaría al río Ciruelas matando instantánea de toda su vida. Los tóxicos se desplazarían al golfo de Nicoya, devastando también la vida marina. En la minería de oro a cielo abierto se utiliza cianuro, compuesto tan altamente tóxico que una cantidad del tamaño de un grano de arroz, mata instantáneamente a un ser humano adulto. La Compañía Canadiense Glencair Gold Corp., sesó operaciones desde el 25 de julio y durante estos meses, se dedicó a retirar equipos de valor y maquinaria. Esta actitud, indica que abandonarán el país, sin asumir ninguna responsabilidad ante la inminente tragedia.
Fuente: Al Día

La minería de oro a cielo abierto, es considerada mundialmente, como una de las prácticas más destructivas contra el ambiente. Las organizaciones ambientalistas costarricenses, siempre se opusieron a que se autorizara a estas compañías operar en el país. Nuestros temores son ahora una terrible realidad, manifestó Luis Diego Marín, coordinador para Mesoamerica de la organización Preserveplanet.

Agregó que su organización analizó detalladamente la situación en Miramar y que el riesgo de una catástrofe es muy alto. Casi 100 millones de toneladas de materiales en este momento ya están colapsando dos sectores en la mina. Debido a los recientes temporales que afectaron la zona, se ocasionó un nuevo derrumbe, el cual rompió parte de la geomembrana que
retiene los metales pesados, en las 35 hectáreas de la mina de oro. Un derrumbe de mayores proporciones, afectaría directamente al río Ciruelas, cercano al proyecto, ocasionando la muerte instantánea de toda su vida. Lo más grave, es que los tóxicos se desplazarían al golfo de Nicoya, devastando también la vida marina. Recordemos que en la minería de oro a cielo abierto se utiliza cianuro, un compuesto tan altamente tóxico que una cantidad del tamaño de un grano de arroz, mata instantáneamente a un ser humano adulto.

Roberto Aguilar, vecino de la zona, aseguro que la mina nunca debió construirse pues quedó demostrado que existen fallas geológicas, esto fue manifestado por la Comisión Nacional de Emergencias desde finales de los ochentas. Externo su gran preocupación y aseguró además, que el proyecto minero nunca fue beneficioso para su comunidad, ahora, luego del accidente, abandonarán todo y los que pagaremos las consecuencias como siempre, seremos nosotros.

Tanto las autoridades gubernamentales como la Municipalidad son culpables también, pues nunca debieron autorizar el proyecto, agregó.

Compañía minera de huida

La Compañía Canadiense Glencair Gold Corp., seso operaciones desde el 25 de julio y durante estos meses, se dedicó a retirar equipos de valor y maquinaria. Esta actitud, nos indica que abandonarán el país, sin asumir ninguna responsabilidad ante la inminente tragedia.

PRESERVEPLANET aseguró que lucharán intensamente para que en Costa Rica, nunca más se autorice ningún otro proyecto de minería de oro a cielo abierto. La situación critica en Miramar, es el mejor de los ejemplo para oponernos rotundamente, a estos nefastos proyectos mineros.

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Luis Diego Marín Schumacher preserveplanet
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