Tras sus polémicos dichos en Cosquín (insultó a una minera canadiense), el músico santafesino, tildado de pro K, aclaró su postura política en una entrevista a fondo. Fuente: Por Gisela Emma Saccavino Del otro lado del tubo su voz gastada denota, sin embargo, una vitalidad inquebrantable. Brutalmente honesto, sus casi axiomáticas afirmaciones marcan el pulso de la entrevista. Contra todos los pronósticos, León Gieco, ese “artista de la generosidad”, como lo calificó Osvaldo Bayer, se explaya en cada tópico sugerido y despliega detalles de la historia de rock como sólo este referente de la cultura popular puede hacerlo.
Sus controversiales insultos hacia los canadienses por el masivamente repudiado proyecto megaminero que pretenden instalar en el pueblo riojano de Famatina, emitidos recientemente tras su actuación en Cosquín, sembraron polémica entre quienes lo identifican como un artista 100%.
–Cuando saliste a apoyar a Raly Barrionuevo por Famatina dijiste que esto de las mineras viene enganchado a la época del menemismo, y que es muy difícil sacarlas…
–Yo creería que sí, pasa que lo que debería hacer el Gobierno es blanquear que este tema viene muy problemático. Nosotros somos una generación que estamos en contra de las minas. Si fueran explotadas por el propio gobierno sería un poco más leve la lucha, pero estaría en contra de todos modos por la polución, como estoy en contra de la polución de los agroquímicos. Pero encima que contaminan están explotadas por empresas canadienses. Estuvo muy bueno cuando el otro día Cristina dijo en su discurso: “Que se acaben las avivadas”, pero digo yo: que se acabe también la prepotencia de los países que están contaminando la Argentina. Y que funcione la ley de tierras.
–Tu combate a las megamineras tiene larga data…
–Hace muchísimos años que me manifiesto por esto. Hace unos 10 años, cuando fue lo de la mina de Esquel, el gobernador de la provincia hizo un plebiscito para conocer la opinión de la gente, entonces pagamos con Mercedes Sosa y Víctor Heredia una página del diario de Esquel para ponernos a favor de la lucha en contra de las minas.
–Lo más llamativo de estos levantamientos es que en general surgen de pobladores autoconvocados, como la Asamblea Popular por el Agua Pura de Mendoza, ¿ves esto como una forma auténtica de construir poder popular?
–Sí totalmente, y yo voy a apoyar eso, porque no hay nada mejor que apoyar a la gente que lucha.
–De hecho sos considerado un referente en materia del arte unido a la labor social…
–Claro, soy un ecologista, trabajo por la justicia y bueno, rescato las cosas positivas de este gobierno, y cuando hay algo en lo que no estoy de acuerdo también lo digo. No soy tremendamente oficialista, soy simpatizante de este gobierno, y quiero ser claro en esto. Para mí el trabajo que ha hecho este gobierno ha sido ejemplar, pero bueno, cuando se aparta un poquito de mi línea tengo que saltar. Yo estoy respaldando a este gobierno por un montón de leyes increíbles: la lucha por los derechos humanos, ayuda a fábricas recuperadas, la asignación universal por hijo o la ley de medios. Pero ahora está este asunto de las minas y no puedo respaldarlo, no me contradigo. Yo estoy peleando por la antipolución en el Sur con los mapuches, a los que les joden los ríos, y por los campesinos. Siempre peleé por las mismas cosas; como también digo que las corrientes indigenistas no son tomadas en cuenta. Esas son las causas que me mueven y me movieron siempre, pasa que van cambiando. Mi primera canción, Hombres de hierro, la compuse a favor del Mendozazo, porque ahí los militares mataron como a ocho mendocinos y reprimieron a maestras. Y a partir de esa canción editamos un libro con la artista plástica Marcela Furlani en el que recordamos ese hecho histórico y ella hizo una obra plástica con cada una de las estrofas. Esa actitud la mantengo hasta hoy, y será la que mantendré siempre