El diputado Miguel Bonasso insistió en que “la presidenta Cristina Fernández vetó la Ley de Glaciares para permitir ese negocio y hasta se reunió con un delincuente” y que “El presidente de la Barrick Gold es un personaje vinculado a grandes delincuentes del escenario internacional como Gaith Pharaon, BCCI, Ferdinand Marcos, el escándalo Irán-contras y otros”. El tema de la Barrick Gold, la multinacional minera del negocio del oro más poderosa del mundo, mereció anoche buena parte de un programa televisivo de emisión nacional. Audio de la entrevista (4 min. 19 seg.): ► escucharlodescargarlo
Ver ► programa DDT sobre Pascua Lama censurado en San Juan Se incluye el artículo Censura y persecución.

La presidenta C.Kirchener y a izq. el presidente de Barrick, P. Munk, en la Casa de Gobierno Fuente: diario Perfil
“El acuerdo con la minera Barrick Gold es corrupción del más alto nivel”

Buenos Aires, Argentina – 13/05/09. El tema de la Barrick Gold, la multinacional minera del negocio del oro más poderosa del mundo, mereció anoche buena parte de “Palabras más, palabras menos”, el programa de Tenembaum y Zlotogwiazda en TN.

Allí el diputado nacional Miguel Bonasso, uno de los impulsores de tan célebre como efímera “Ley de Protección de Glaciares”, acusó a la presidenta Cristina Fernández de “reunirse con un delincuente, el presidente de la Barrick Gold, que es un personaje vinculado a grandes delincuentes del escenario internacional como Gaith Pharaon, BCCI, Ferdinand Marcos, el escándalo Irán-contras y otros”.

“Es tan burdo el argumento de Cristina de vetar la ley diciendo que va a buscar consenso sobre el tema, que yo le preguntaría que mayor consenso puede haber en la Argentina que una ley votada por el Congreso por unanimidad”, precisó Bonasso, considerando “un tema lisa y llanamente de corrupción” el aval del kirchnerismo al proyecto minero de Pascua Lama, que la Barrick Gold está poniendo en marcha con la obvia adhesión del gobernador José Luis Gioja y su hermano, el senador César Gioja.

Cuando los periodistas le preguntaron de qué tipo de corrupción estaba hablando, Bonasso fue tajante: “esto es corrupción del más alto nivel”.

Otra entrevista desnudó un saqueo 'legal'

Un rato más tarde, y sobre el mismo tema, Fernando “Pino” Solanas destacó que “en la Argentina, la minería es la única rama de la economía a la que se le permite exportar sin exigencia de reingresar las divisas, a nosotros no nos sirven para nada estos proyectos mineros, lo único que dejan es una contaminación monumental. Si tomamos el caso de Pascua Lama, la Barrick Gold, se va a llevar 40 millones de onzas de oro y 1000 millones de onzas de plata, todo eso representa más de 50 mil millones de dólares”.

“Además del dinero que se llevan, casi sin costo, y la contaminación que dejan, a estos señores hay que subsidiarlos”, agregó Solanas, indicando que ello se debe a un decreto de Kirchner del 2004. “Después de haber deducido gastos de extracción, de producción, de seguros… terminan pagando como mucho el uno por ciento”, indicó Solanas, destacando que “los subsidios que reciben, del orden del 2,5 por ciento de lo que exportan, les cubre los gastos de producción de todo un año. Y son los propios funcionarios de estas empresas y los provinciales vinculados al negocio, los que hacen los informes de impacto ambiental…”.

“Corramos los glaciares, entra Barrick”

El Gobierno anunció el jueves 07 de mayo, el inicio de la construcción del proyecto binacional minero Pascua Lama, primero de su tipo en el mundo que demandará una inversión superior a los 3.000 millones de dólares y que estará ubicado en la provincia de San Juan, cerca de la frontera con Chile.

La ley vetada por la presidenta Cristina de Kirchner, el 1º de noviembre de 2008, había sido por la aprobada por unanimidad el 22 de octubre pasado por el senado de la Nación con 47 legisladores presentes. La norma creaba un Inventario Nacional de Glaciares, donde debían individualizarse todos los glaciares y geoformas peri glaciales que actúan como reservas hídricas existentes en el territorio nacional con toda la información necesaria para su adecuada protección, control y monitoreo.

En su artículo 6 prohibía que en los glaciares y su entorno se realicen actividades que puedan afectar su condición natural o que impliquen su destrucción o traslado o interfieran en su avance: a) la liberación, dispersión o disposición de sustancias o elementos contaminantes, productos químicos o residuos de cualquier naturaleza o volumen; b) la construcción de obras de arquitectura o infraestructura con excepción de aquellas necesarias para la investigación científica; c) la exploración y explotación minera o petrolífera, incluyendo en dicha restricción aquellas que se desarrollen en el ambiente periglacial saturado en hielo y d) la instalación de industrias o desarrollo de obras o actividades industriales.

Pero Cristina Kirchner justificó su veto con extrañas explicaciones, que ponen en evidencia dos realidades. Por un lado, la presidenta se asesora con la Secretaría de Minería sobre una política ambiental y escucha las “preocupaciones” de los gobernadores con intereses económicos y, en el caso de José Luis Gioja, hasta personales, cuando el Poder Ejecutivo tiene bajo su mando una secretaría de Medio Ambiente especial para estos temas, que también tiene intereses inconfesables en el tema.

En su veto, Cristina Kirchner se asesoró por el secretario de Minería, Jorge Omar Mayoral, pero en ningún momento, aclara que lo haya hecho con la entonces secretaria de Medio Ambiente, en aquel entonces a cargo de Romina Picolotti –echada, según algunas versiones por no estar de acuerdo precisamente con esta ley-. Con tono suspicaz, desde el Congreso cuentan que Mayoral posee empresas mineras en San Juan. Y es verdad.

Jorge Mayoral, es un ingeniero minero sanjuanino que llegó a la función pública en 2002, y que posee el 30% de la firma Micas Argentinas SRL, el 15% de Millstone SA y el 25% de Minvail SA (dedicadas a la explotación de canteras y a la exploración minera). El paquete le significa al secretario un patrimonio de casi $ 450.000. También tiene presencia en otra empresa: MRO Andino, dedicada a la seguridad industrial.

Fue entre 1998 y 2001 cuando adquirió su parte en estas firmas. Según el documento del ARI (elaborado por el Centro para la Transparencia en Gestión Pública y Privada), la Oficina Anticorrupción investigó su caso “por posible comisión del delito de incompatibilidades y conflictos de intereses”, y en una resolución de 2003 habilitó la situación mixta de Mayoral.

Pero hay más, los hermanos Gioja (José Luis Gobernador), César (Senador de la Nación y presidente de la Comisión de Minería) y Juan Carlos (diputado de la Nación), también tienen intereses en la minería. Poseen una empresa (a cargo de Cesar Gioja) que se dedica a la extracción, industria, ligazón y comercialización de bentonitas blancas”. Bentonitas Santa Gema, se proclama orgullosamente como proveedora de nuestra vieja conocida Barrick Gold, la que está detrás del famoso veto a la ley de glaciares.

Para la Ley de Ética Pública es incompatible que un funcionario preste servicios a quien realiza actividades reguladas por el Estado, cuando su cargo tiene competencia directa en esas actividades. Pero parece que la Oficia Anticorrupción está mirando para otro lado

Seguramente dirán que el emprendimiento, generará más de 5.000 puestos de trabajo. De control ambiental, glaciares y ganancias, ni una palabra.

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Censura y persecución
Por Miguel Bonasso
Publicado en diario Crítica de la Argentina

Buenos Aires, Argentina – 17/05/09. Concurrí al programa de Lanata y denuncié que el veto de la Barrick Gold. La emisión fue censurada en San Juan. Este es el proceder de la minera.

No hay que asombrarse: en su afán por depredar nuestros recursos naturales, el poder económico y sus socios políticos están apelando a sus métodos favoritos, la censura y la persecución.

El martes último, participé en el programa Palabras más, palabras menos, que conducen Ernesto Tenembaum y Marcelo Zlotogwiazda, que emite Todo Noticias (TN), donde denuncié –una vez más– que el veto presidencial a la Ley de Protección de los Glaciares y del Ambiente Periglacial beneficiaba a la trasnacional minera Barrick Gold, en su megaproyecto binacional de Pascua- Lama. Hubo una reacción en cadena: ejecutivos de la segunda minera del mundo exigieron prepotentemente ejercer el derecho a réplica, mientras en San Juan el senador César Ambrosio Gioja (hermano del gobernador y empresario minero denunciado ante la justicia federal) amenazó querellarme y el presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, Ricardo Martínez, dirigió una nota airada a los conductores del programa donde me aludió elípticamente al decir “mucho daño le ha hecho al país la defensa de ideales ejercida por alguno de estos señores en épocas pasadas de nuestra historia”.

Como se ve, está prohibido tener ideales que perjudiquen la rentabilidad de las grandes empresas.

El miércoles concurrí al programa de Jorge Lanata Después de todo (DDT), que emite Canal 26, donde reiteré los cuestionamientos que sostengo como diputado nacional y participé de un extenso y bien documentado informe sobre Pascua-Lama, que contó con el aporte de Diego Genoud, periodista de este diario. El programa, como lo reveló Lanata al día siguiente, fue censurado por el Canal 4 de San Juan y tuvo que ser colgado por Jorge en su página web para que los sanjuaninos no sufran la censura.

Este proceder de la Barrick y sus promotores políticos ni es nuevo ni está exclusivamente referido a la Argentina. El periodista estadounidense Greg Palast dio cuenta de esas maniobras en una entrevista con el diario La Nación de Chile, publicada el 29 de mayo de 2005. Palast sabe de lo que habla, es el autor del libro La mejor democracia que se puede comprar con dinero (Editorial Crítica, Barcelona), donde revela que el conocido traficante de armas Adnan Kashoggi “proveyó los fondos originales para la expansión de la compañía cuando Peter Munk la compró”. (El señor Munk, como lo publicamos en esta columna el 26 de abril pasado, fue recibido en la Casa Rosada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner).

Los asesores de prensa de la Barrick en Chile desmintieron cualquier tipo de relación entre el traficante Kashoggi y la minera o su presidente Munk. La respuesta de Palast no deja lugar a dudas: “Eso es bastante asombroso, porque la fuente original de esa información es la propia autobiografía de Munk (Peter Munk: hechura de un magnate moderno), que abunda en muchos detalles sobre su relación con Kashoggi. Me parece extraordinario que en Barrick no sean honestos sobre esto. Insisto, Kashoggi fue quien proveyó los fondos originales para la expansión de la compañía cuando Peter Munk la compró”.

El periodista chileno le pregunta después si el libro de Palast recibió algún tipo de censura en Estados Unidos y Palast responde textualmente: “No. De ninguna forma. Se publicó la historia completa, pese a que Barrick Gold, y debería prevenir a su diario, tiende a demandar a cualquier periódico o autor que discuta o cuestione sus actividades. Por ejemplo, demandaron a The Guardian, que es el diario más importante de lengua inglesa, por llevar en sus páginas mi artículo donde revelaba los asesinatos en las minas de Tanzania. Barrick, después, retiró su demanda y el juez del caso dijo que Barrick no podía decir que nadie murió en esas minas. Nunca retiramos las acusaciones de que 50 mineros fueron sepultados vivos en esa mina”.

En el tema corrupción fue igualmente claro: “Les pagan a políticos y gente con influencias cuantiosas sumas de dinero. En este preciso instante, aparte de contar con Bush senior en su directorio, también está Vernon Jordan, un miembro del Partido Demócrata con mucho poder y muy cercano a Bill Clinton. Son muy buenos contratando personas de todo el espectro político, pese a que Peter Munk es un sujeto de extrema derecha y un gran admirador del general Pinochet. Obviamente, Munk fue muy cercano a Augusto Pinochet y mantuvo relaciones favorables con él”.

La censura de la Barrick y sus aliados políticos no comenzó esta semana. El miércoles 12 de noviembre del año pasado, la entonces secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina Picolotti, me dijo reservadamente que el veto presidencial a la Ley de Protección de los Glaciares y del Ambiente Periglacial era producto de una presión del gobernador de San Juan, José Luis Gioja, quien prometía apoyar legislativamente los proyectos del Ejecutivo si la ley en cuestión, votada por unanimidad en ambas Cámaras, era vetada. La secretaria Picolotti –que ya estaba en capilla– me propuso armar un foro de discusión junto con el senador Daniel Filmus, para mejorar el proyecto y lograr que fuera aprobado en un futuro con “modificaciones menores”. Le dije que no contaran conmigo, porque lucharía hasta las últimas instancias a favor de la Ley de Protección de los Glaciares y del Ambiente Periglacial. Un par de días después, me llamó el senador Daniel Filmus para proponerme lo mismo y volví a rechazar la invitación al foro, asegurando que haría lo que vengo haciendo de manera sostenida: rechazar el veto de la Barrick Gold y, en último extremo, acudir a la Justicia.

El foro se realizó y, pese a todo, Picolotti fue expulsada de mala manera del Gobierno. El senador Filmus, por su parte, tampoco logró resultado alguno en la Comisión de Recursos Naturales del Senado y finalmente abandonó la conducción de esa comisión.

Por mi parte, volví a presentar el Proyecto de Ley de Protección de los Glaciares y del Ambiente Periglacial, convoqué a una audiencia pública junto con el defensor del Pueblo a la que concurrieron organizaciones ambientalistas y prestigiosas figuras del mundo académico nacional e internacional. En estos días, junto con los compañeros de la Asociación Civil Diálogo por el Ambiente, estamos preparando la presentación de un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia. Pero nada de esto bastará si la sociedad civil no toma conciencia y actúa en consecuencia. Juntos somos más que la censura, el poder feudal y el dinero de la Barrick.