Guatemala – Aunque el Estado de Prevención en San Juan Sacatepéquez jurídicamente concluyó el 6 de julio de 2008, la ocupación militar, la represión y las amenazas contra la población de las aldeas que se oponen a la construcción de la fábrica Cementos Progreso se mantienen. Vecinos organizaron una reunión para promover un proyecto productivo campesino pero la actividad no fue posible porque la policía dispersó a los participantes amenazándolos con llevarlos presos.
Por Leonor Hurtado
El 19 de agosto la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina, CONIC, organizó una reunión en la aldea San Antonio Las Trojes, para promover un proyecto productivo campesino. Las personas se reunieron para conocer la propuesta, posteriormente debían llenar unos formularios. Esta actividad no fue posible, porque la policía dispersó a los participantes, amenazándolos
con llevarlos presos. Debido a que el 22 de junio fueron capturadas 43 personas y mantenidas en la cárcel durante mes y medio, la población atemorizada se retiró sin intentar defender sus derechos.
En las 12 comunidades que se oponen a Cementos Progreso las autoridades indígenas electas fueron removidas y se impusieron nuevos alcaldes auxiliares, comprados o amenazados por Cementos Progreso. Los alcaldes impuestos divulgan mentiras y amenazas, lo cual tiene alarmada a la población. La semana pasada informaron que el agua de sus comunidades estaba
contaminada, indicando que no deberían consumirla, hecho que alteró totalmente la vida en las comunidades.
El grupo paramilitar “El Escuadrón”, el cual ha sido denunciado por las comunidades dando los nombres e institución pública en la cual trabajan algunos de los miembros, sigue operando impunemente. En las noches hombres encapuchados recorren las calles de las comunidades destruyendo cercos y matando animales domésticos. Buscan provocar la desesperación de la
población y la agitación para justificar la imposición de Estado de Prevención nuevamente. La población considera que estas son medidas para intimidarlos y facilitar la instalación de la planta de Cementos Progreso.
El 18 de agosto Luis Velásquez, delegado presidencial creador del Comude, quien respalda a Cementos Progreso, en declaración divulgadas por Emisoras Unidas informó que se instaló una Mesa de Diálogo para abordar la problemática de San Juan Sacatepéquez, indicó que el Comude (Consejo Municipal de Desarrollo, organismo represivamente conformado por él en San Juan Sacatepéquez) debe participar en la Mesa. Esta gestión es apoyada a nivel local por empleados de Cementos Progreso: Elmer Cuxe y Victor Cojón.
Otro hecho alarmante es que se está utilizando la espiritualidad Maya como un recurso represivo. El señor Jesús Gómez, hermano de Felipe Gómez miembro de la Gran Conferencia de Guías Espirituales, es asesor del grupo denominado Movimiento Francisco Tepeu. Faustino Xalin, uno de sus dirigentes, recientemente distribuyó un boletín, en el cual ataca a los abogados Mayas que defienden a la población que resiste contra la minería. Es evidente que estas actividades no las realiza ese grupo supuestamente comunitario, porque invierten muchos recursos y al mismo tiempo que distribuyen los boletines ejecutan un plan de cabildeo con diferentes organismos del Estado como: Comisión contra la Discriminación y el Racismo, CODIRSA, Defensoría de la Mujer Indígena, DEMI y Procuraduría de los Derechos Humanos, PDH. Con estas actividades pretenden desacreditar la resistencia de las comunidades, asustar e inmovilizar a la población comunitaria y confundir a la opinión pública.
Se observa que fuerzas mayores con su poder económico, político y militar, y sus corruptas estrategias intervienen en San Juan Sacatepéquez para acallar y doblegar a la población que digna y valientemente se opone a la minería en su territorio, y para garantizar que los planes de Cementos Progreso y del monopolio internacional Holcim se concreten.
La población Maya Kaqchikel de las 12 comunidades que serán directamente afectadas por Cementos Progreso se opone a esa industria porque conocen la verdad. Saben que la industrian no busca el desarrollo de sus comunidades, sino que está dispuesta a destruirlas con la contaminación, la destrucción de las montañas y el uso desmedido del agua, porque lo único que busca es el enriquecimiento de los propietarios de la fábrica. A través de los ciudadanos de Sanarate, donde funciona la primera fábrica de Cementos Progreso, los comunitarios de San Juan Sacatepéquez se han informado. ¡Ellos conocen la verdad y por eso se oponen a Cementos Progreso!