El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (más conocido por la sigla TPP, que corresponde a Trans-Pacific Partnership), es un tratado de libre comercio multilateral que posee como objetivo liberalizar el comercio y las inversiones de las economías de la región Asia-Pacífico. Uno de los medios consiste en facilitar las transacciones mercantiles con el propósito de crear un circulo fuerte de interacción y ayuda financiera para así contrarrestar la abrumadora primacía de China.
Por Gonzálo Rosales
El área geográfica implicada en el proyecto posee el mayor dinamismo comercial del mundo, condición que permitirá acelerar el funcionamiento del bloque como pretenden las corporaciones.
Países que forman parte del TPP
Siendo el acuerdo de libre comercio más importante promovido por la superpotencia imperialista Estados Unidos desde el año 1993, cuando por entonces entraba en vigor el acuerdo NAFTA, éste incluye a otros once países: México, Perú, Chile, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Singapur, Vietnam y el Reino de Brunei Darussalam.
La ronda de negociaciones entre los diplomáticos de los países participantes del TPP tuvo su apertura allá por marzo de 2010. Desde entonces, todas las reuniones se desarrollaron “en secreto”, a espaldas de los pueblos y sin contar con ningún tipo de aval democrático. Es por este motivo que la escasa información que se tiene acerca del Tratado de Asociación Transpacífico surge de las filtraciones de los textos oficiales que realizo WikiLeaks en noviembre de 2013, Y de las opiniones criticas de algunas voces en desacuerdo con el avance del imperialismo norteamericano.
Beneficiados y perjudicados por el TPP
En los documentos filtrados se constataron más de 26 capítulos de negociación, donde se especifican las “regulaciones” que deben llevar adelante los gobiernos de los doce países involucrados en el tratado. Estas regulaciones (que, en realidad, significaran prohibiciones, retrocesos en materia de derechos humanos y libertades democráticas, además de censura), se realizaran en áreas sensibles para los habitantes, poniendo en riesgo el bienestar social. Son estas el marco normativo laboral, el comercio de productos de primera necesidad como los lácteos, el medio ambiente y las inversiones estatales. También sufrirán cambios perjudiciales la reglamentación de las patentes, la navegación en Internet y los derechos de autor.
Con respecto al Derecho de Propiedad Intelectual, y según los datos que WikiLeaks pudo filtrar, el proyecto ampliara los derechos de propiedad intelectual de las corporaciones farmacéuticas, principalmente las residentes en Estados Unidos. Se buscara la aceptación de una cuota de exclusividad de esas patentes farmacéuticas, imposibilitando de esta manera la independencia y progreso de la investigación científica en el resto de los países, lo que agravara la dependencia en ese rubro. En definitiva, lo que tratara de establecer el TPP es la prohibición de la venta de medicamentos genéricos, lo que perjudicara sustancialmente a los pequeños laboratorios a tal punto de poner en peligro su existencia.
Otra de las industrias beneficiadas será la automovilística japonesa, ya que el TPP eliminara las tarifas para la importación de vehículos en caso de que al menos un 45% de la unidad este producida en la región. Por ultimo, se liberalizara parte de los sectores agrícolas de Japón y Canadá, que históricamente han sido proteccionistas.
El Tratado de Asociación Transpacífico, hecho a la medida de las pretensiones e intereses económicos de las grandes corporaciones multinacionales y grupos empresarios de Estados Unidos y Japón, aumentara la presencia de capitales extranjeros buitres en los países en vías de desarrollo, acentuara la dependencia económica con el gigante norteamericano, profundizara el régimen de acumulación capitalista basado en la explotación de los trabajadores de los países pobres y perfeccionara los sistemas de control social para que la violación de la privacidad en red se encuentre protegida por un marco normativo de regulación.
Ante la posibilidad de que el tratado entre en funcionamiento, los movimientos populares de Latinoamérica, grandes sindicatos de América del Norte (la Federación Estadounidense del Trabajo, el Congreso de Organizaciones Industriales, el Congreso del Trabajo de Canadá, y la Unión de Trabajadores de México), y activistas de los países afectados se movilizan, realizan protestas y manifestaciones con un objetivo en común: evitar la concreción del TPP y así impedir el avance de las empresas multinacionales en la región.